"Los odio. Siempre odiaré a la Generación de Milagros" Dice siempre aquella chica de cabello negro cruzándose de brazos. Para ella, todos los integrantes de la Generación de Milagros no son más que fenómenos sobre valorados.
Lástima para ella estar...
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– ¿Kagami Taiga?
Kuroko me llamó horas después de clase. El día en el que me crucé por casualidad con él estuvimos hablando un rato y le conté acerca de mi entrada al equipo de baloncesto en Rakuzan. Más tarde mi hermano me estaba regañando por ir tarde a su casa.
–Sí–dice–Al parecer está emocionado de tener una rival femenina.
–Así que... ¿Quieres que nos veamos? –pregunto sin mucho interés.
–Él me lo pidió. No para de decirme que te obligue a conocerlo.
Kuroko casi nunca ríe, es como si no mostrará interés por las cosas. Cuando lo detuve antes de que saliera corriendo, en sus ojos se reflejaba un poco de felicidad, pero hasta ahí.
–Te llamare cuando vuelva a Tokyo–le doy un mordisco a mi galleta antes de finalizar la llamada.
Kagami Taiga. Kuroko me habló sobre él; su "mejor amigo". Kuroko es una sombra y Kagami es la estrella...De lo único que hablaba era de él, de ellos, de su equipo, se siente feliz de tener a personas como las que me comentó cerca de él.
–Me recuerda a...Alguien–me tumbo en la cama mirando al techo.
Las migajas de las galletas caen encima de mí metiéndose dentro de mi camisa y cayendo sobre mi cabello. De alguna forma de recuerdan a Hayama, molestas y que no se despegan de ti hasta que termines con ellas; Mibuchi sería la galleta entera sin los chocolates, siempre se la pasa con Hayama y lo sigue a todos lados, es como una madre; luego Nebuya sería el chocolate, las chispas que le dan sabor, lo más fuerte de la galleta.
Akashi sería el fabricante, sin él, la galleta no sería nada.
Solo quedamos Mayuzumi y yo, –No puedo describirlo...–Me enfado. Tengo demasiada curiosidad por enterarme quién es Mayuzumi. Puede que él sea...Los ingredientes con los que preparaste la galleta, siempre se olvidan de ellos y no es que a todo el mundo le importen. Lo que importa al fin y al cabo es el sabor, ¿No?
El sabor es lo que más brilla, pero las personas prefieren que destaque la apariencia de la galleta y la marca.
–Estoy armando un lío conmigo misma–me sorprendo sentándome– ¿Por qué ahora estos chicos no se me sacan de la cabeza? –murmuro, intentando que ni yo pueda oírme.
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