Hayama me pidió seguir practicando con él su declaración, diciendo que sería mejor practicar todas las posibilidades que tendría a la hora de confesarse. No me dijo en ningún momento el nombre de la "afortunada" y tampoco le rogué para saberlo, sólo hice lo que me pidió limitándolo a hacer algunas cosas, como confesarse montando a caballo o lanzándose encima de su amor (esto, según él, podía ser romántico y se llegaría a ver muy moe). Se sintió feliz de que yo aceptase ser su "sujeto de prueba" y no dejó de darme las gracias hasta llegar a mi casa, donde se despidió de mí desprendiendo una felicidad casi aterradora.
Al entrar a mi habitación, me dediqué a terminar el informe de Kuroko. Akashi me había dicho claramente que eran más importantes los informes de los equipos actuales de los anteriores miembros de la Generación de Milagros y necesitaba el informe de cada ex-miembro por encima de los demás, pero no tenía ganas de buscar información sobre la gente que hace de mi día, un mal día. Al no conocer bien a la Generación de Milagros, no puedo hacer los informes bien al cien por ciento, tampoco, con mi desagradable humor, podía buscar información adecuada para plasmar en el papel.
Eché el lápiz a un lado, apoyando mi mejilla sobre el informe de Kuroko, procurando no babear encima de él y mancharlo. Me quedé así durante unos minutos y comencé a darle golpes a mi escritorio, pequeños golpes, pero que hacían rebotar levemente mi cabeza.
—Me doy pena—hablé entre dientes, poniendo mi frente sobre el informe y dándole un cabezazo— ¡Me doy pena! —dije más alto.
Sabía que Akashi iba a molestamre durante años, o incluso siglos, por pedirle ir a casa conmigo, cuando yo era consciente que él y Nozomi se irían juntos, ¿A qué persona se le ocurre decir soberana tontería, teniéndolos enfrente caminando a la par? ¡A Saionji Akari, es la respuesta! Y sin dudar, puedo decir que ha sido la mayor estupidez que he hecho en mi vida.
Aunque me haya humillado, no sólo delante de Akashi Seijuro, sino también delante de mí misma, esa estupidez me hizo darme cuenta de la mayor (y peor) noticia que nunca imaginé iba a llegar: sí, me había enamorado de Akashi Seijuro con tan sólo un beso del chico pelirrojo. ¡Y no, no es bonito enamorarse de la persona que más has odiado! Es una verdadera deshonra hacia tu persona, ¡O por lo menos yo lo veo de esa manera! ¿Dónde quedó mi dignidad? ¿Se habrá caído al suelo como bien me dijo Mibuchi una vez, la habré perdido y dejado en alguna parte de todo Japón o Akashi Seijuro me la arrebató por completo? Todas las opciones eran igual de lamentables como para tener más fe en una que en otra.
Intenté de todas las maneras que me quedara claro que estaba enamorada de Akashi Seijuro, pero mi consciencia me decía: <<No aceptes la verdad>> y lo repetía a cada rato, como el zumbido de un mosquito en plena noche, no paraba. Además de tener muy en claro la cruda realidad, sabía muy bien que Akashi Seijuro seguía siendo odiado por mí ¡Vamos eso no iba a cambiar por nada del mundo! Por lo que consideré mis sentimientos hacia Akashi como una especie de amor-odio. Suena bonito, pero en absoluto, es todo lo contrario.
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Emperor Red "Heterocromía"- Akashi Seijuro (KUROKO NO BASUKE-KUROKO NO BASKET)
Fanfic"Los odio. Siempre odiaré a la Generación de Milagros" Dice siempre aquella chica de cabello negro cruzándose de brazos. Para ella, todos los integrantes de la Generación de Milagros no son más que fenómenos sobre valorados. Lástima para ella estar...