"Los odio. Siempre odiaré a la Generación de Milagros" Dice siempre aquella chica de cabello negro cruzándose de brazos. Para ella, todos los integrantes de la Generación de Milagros no son más que fenómenos sobre valorados.
Lástima para ella estar...
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Un truco muy bueno cuando algo malo te va a ocurrir y eres consciente de ello, es levantarse muy temprano a la mañana y así poder disfrutar antes de que llegue tu sufrimiento. Ese es mi caso; el caso de Saionji Akari de hoy, un sábado en el que tendré que reunirme con cuatro chicos insoportables y si Dios me da una segunda oportunidad, un quinto vendrá y me salvará.
Aunque claro, todas mis esperanzas se pierden apenas abrir la aplicación de Oha-Asa donde se anuncia el signo con peor suerte del día de hoy: Capricornio. Mi pregunta es, ¿Quién fue el genio que aseguró que la esperanza es lo último que se pierde? O el que dijo: "Hacer buenas acciones atrae a un buen Karma" Sinceramente, yo no sé si seguir creyéndole al mundo las tonterías que inventa, porque conmigo no funcionan ninguno de sus consejos.
Yo debería felicitarme a mí misma. He podido aguantar despierta desde las siete de la mañana hasta las doce del mediodía sin querer volver a la cama ni si quiera una vez. Pero, si me pongo a pensar mejor la situación, puede que mi falta de sueño signifique dos cosas: uno, que esté demasiado emocionada por ir a casa de Akashi; o dos, que esté demasiado asustada por ir a casa de Akashi y sea esa la razón de mi falta de ganas de dormir.
¡Así es! Mi reunión con los cuatro (o tal vez cinco) chicos insoportables será en casa de Akashi. Es la ansiada reunión del sábado por la tarde que lleva comentando desde mis comienzos en el club de baloncesto de Rakuzan, es la reunión en la que por fin analizaremos contra qué equipos jugaremos (o mejor dicho, jugarán. Recordemos que es casi imposible la falta de Mayuzumi en la cancha para yo poder participar) y centrarnos en aquellos con más oportunidad de ganar y derrotarnos. Aun así estoy segura que para Akashi la derrota es imposible.
También estoy segura de uno de los equipos más fuertes de este año: Seirin. Sólo conozco a dos integrantes, Kuroko y Kagami, pero son lo suficientemente buenos para tenerles miedo e incluso el resto del equipo puede tener su mismo nivel...Eso los hace unos de los equipos más temidos, por lo menos por mí.
—Akari.
La puerta se abre y mi madre asoma la cabeza. Me busca por toda la habitación.
— ¿Akari? —repite.
Le hago señas con los brazos encima de mi cama.
—Aquí estoy—digo con una sonrisa.
— ¡Vaya, no te veía! Y eso que estás enfrente de la puerta...—ríe—Recuerda decirnos cuándo llegas a casa. Llama a Ai, tu padre y yo puede que estemos trabajando. —cierra la puerta y oigo cómo baja los escalones.
Me he dado cuenta que me parezco cada vez más a Kuroko y que mi falta de presencia es incluso más fuerte a comparación con la suya. Ya nos parecíamos desde el principio, pero a medida que nos fuimos conociendo mejor, el parecido entre ambos aumentó; no en el físico pero sí en personalidad y por supuesto, en lo que a llamar la atención se refiere.
