"Los odio. Siempre odiaré a la Generación de Milagros" Dice siempre aquella chica de cabello negro cruzándose de brazos. Para ella, todos los integrantes de la Generación de Milagros no son más que fenómenos sobre valorados.
Lástima para ella estar...
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–Me gustan tus ojos azules.
–Son grises, Hayama–le corregí jalando mi párpado inferior y superior con dos de mis dedos.
El entrenador nos había reunido a todos haciendo un círculo alrededor de él. Tenía la mirada fija en sus papeles (como de costumbre), y nosotros solo esperábamos impacientes la noticia que tenía que darnos. –Me está jalando...– Frunzo el ceño aguantando al molesto de Hayama tocándome el cabello.
–Como sabrán, todos los clubes tienen el próximo sábado para planear sus actividades antes de que acabe el segundo trimestre–habla el entrenador en voz alta, haciendo que el resto se calle– Por lo tanto, es mejor que ese día no tengan nada que hacer, porque no nos quedamos fuera. Así que, los que pertenezcan a otros clubes, tendrán que terminar lo más rápido posible, porque el entrenamiento va a ser duro.
–Eh, esto...–levanté la mano. El entrenador me logró encontrar después de un minuto sin ver a la única chica en la sala– Los del comité estudiantil lo tienen muy difícil...
–Hablé con Akashi al respecto–contestó–Tratará de ganar tiempo para que lleguen justos.
Suspiré. Otra de las cosas que no soporto de Rakuzan, es ser la vicepresidenta del Consejo Estudiantil. Cuando llegué a esta escuela, solo era un miembro más del club, nunca hablaba en las reuniones y tenía que escuchar a Akashi Seijuro darnos las indicaciones para que nada saliera mal; pero ahora, subí de cargo drásticamente y Akashi y yo tenemos que trabajar el doble de tiempo juntos.
No sólo es el capitán del equipo de baloncesto, sino que también es el presidente del consejo estudiantil.
–Además, Akari–siguió diciendo– Como eres la mánager tendrás que tener a mano los informes recientes del club. Ese día no entrenarás con los demás.
–Excelente– Pensé decaída. Puede que el baloncesto no sea el mejor deporte de todos, pero estoy aquí para jugar, no para quedarme quieta analizando a todos mis compañeros.
–Pueden seguir en sus cosas. Lamento tenerlos que llamar un viernes, pero era algo urgente que tenía que decirles–se dio la media vuelta– Así que el entrenamiento del martes durará un poco menos.
Se fue a sentar y continuó escribiendo en su infinidad de papeles. Noté que Hayama aún seguía "peinándome" y le cachetee la mano para que me dejara en paz. Al girarme, me di cuenta que era Mibuchi.
–...
–Vaya que eres idiota–se sobo su mano yéndose.
–Qué desagradable–le dije dando como resultado que me gritara por primera vez "Bakari".
No me basta solo tenerlos en la escuela y en el equipo, sino que ahora tengo que desperdiciar mi día de descanso para pasarlo con las peores personas del mundo. Además tengo la mala suerte de pasar todo ese día con Akashi... ¿¡Por qué Mayuzumi no se pudo unir a un club!? Así me daría la oportunidad de renunciar a mi cargo y pasármela todo el día con él...Sería algo maravilloso.
