Capítulo XXXVI-Saionji Akari "No apartes la mirada"

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<<Me enamoré de Akashi Seijuro por su amabilidad>> Fue la razón que dio mi hermano para justificar su profundo enamoramiento hacia el capitán de la Generación de Milagros y de mi actual equipo de baloncesto en la preparatoria Rakuzan

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<<Me enamoré de Akashi Seijuro por su amabilidad>> Fue la razón que dio mi hermano para justificar su profundo enamoramiento hacia el capitán de la Generación de Milagros y de mi actual equipo de baloncesto en la preparatoria Rakuzan. Ese motivo suyo me pareció de lo más absurdo posible, por eso mismo, apenas terminó de explicarme de dónde provino ese sentimiento hacia el pequeñín soberbio, estallé a carcajadas, sin terminar de comprender que la supuesta amabilidad de Akashi fuera la responsable de que mi hermano se sintiera de esa manera con él. << ¿La amabilidad de Akashi Seijuro existe?>> me pregunté a mí misma días más tarde de la declaración de Seijuro. Yo no conocía a Akashi como lo hacía mi hermano, juzgaba su persona siguiendo el odioso carácter que él mostraba en diversas entrevistas de la Generación de Milagros, por otro lado, mi hermano hablaba de cómo era Akashi apoyándose en la actitud del pelirrojo con el que conversaba frecuentemente en la tienda de zapatos deportivos de Kioto, enseñándome una faceta agradable de Akashi inimaginable para mí. Entonces el saber si el capitán del antiguo club de basket de Teiko guardaba una pequeña ración de amabilidad en algún hueco de su cuerpo, era un misterio que me daba vueltas por la cabeza sin parar, a pesar de siempre haber asegurado que su personalidad era la de un joven despreciable, tal vez, porque, en parte, me molestó que fuera él (un chico cuya engreída forma de ser, mostrada durante todas sus entrevistas, me causaba repulsión) quien convirtiera a Seijuro, un chico tan arisco, en alguien cándido y alegre.

La felicidad envolvió a mi hermano poco después de él haber encontrado al amor; gracias a esto empecé a pensar que si yo no conocía formalmente a Akashi, sinceramente no tenía idea de cómo era, y por lo tanto, mis reproches hacia él no tenían razón ni validez. Me propuse, pues, intentar, cada día, verle a Akashi su "otra cara" más gentil, para conseguir, por fin, hallarle esa amabilidad que mi hermano afirmaba encontrarse en el pelirrojo. Pese a que las demás personas no notaban un cambio en mi odio, o en mí, yo cada día criticaba menos a la Generación Milagrosa y no hacía notar mi desagrado hacia ellos tan rotundamente, esto porque yo ya no sólo estaba viendo a Akashi con otros ojos, sino también a los demás integrantes del asombroso grupo, pero todo ese avance que había tenido yo en cuanto a mi opinión sobre los cinco prodigios se desmoronó por completo cuando Akashi, al terminar su partido contra Rakuzan, insultó y ridiculizó a mi hermano con absoluta doblez. Ese momento generó en mí una frustración tremenda, me irritaba tanto que el capitán, representante de sus demás compañeros de equipo, fuera quien se hubiera burlado de forma tan cruel de mi hermano, e hiciera que, como es el reflejo de los demás miembros de su grupo, detestara a todos estos por igual. ¡No me han decepcionado tanto en la vida como lo hizo Akashi Seijuro!

Mi aborrecimiento hacia la "Generación Arcoíris" desencadenó a un cambio destacable en mi forma de ser. Con esta cicatriz tan grande que el más bajito del clan me dejó, esperaba que una vez dentro de la preparatoria, alejada ya de mi hermano y, en consecuencia, de los ases juveniles del baloncesto, me olvidara del pasado y renunciara a rememorar cualquier cosa que tuviera relación con los "cinco milagros de Japón" y por supuesto, a borrar de mi mapa mental, para siempre, a Akashi Seijuro. Desafortunadamente, la desgraciada casualidad de que el capitán de la Generación ingresara a mi misma preparatoria fue la primera responsable para yo no lograr mis objetivos; después de esta, una sucesión de adversidades marcaron mi comienzo en Rakuzan y también interfirieron en mi camino para conseguir mis metas. Continuando con mi mala suerte, el club de voleibol donde estaba inscrita cerró, y ansiosa por jugar a algún deporte (con la condición puesta por mi padre de que fuera en el centro "Kanpekina Tsubasa", o en la escuela), me vi en la obliga de entrar al equipo de baloncesto del instituto (único deporte disponible en la institución), y como si el mal karma me persiguiera, el capitán de este resultó ser "el chico de ojos bicolor tan odiado por mí" y los titulares no fueron ni más ni menos que tres de los Reyes sin Corona, chicos a quienes no les tenía tampoco mucho aprecio por su estrecha relación con la Generación Milagrosa; además, el amor de mi vida me rechazó, y por si fuera poco, nada de esto consiguió que mi odio se incrementara, sino que yo empezara a sentir afecto por los Reyes Descoronados de Rakuzan y cayera enamorada de Akashi Seijuro.

Emperor Red &quot;Heterocromía&quot;- Akashi Seijuro (KUROKO NO BASUKE-KUROKO NO BASKET)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora