Capítulo XXXVII "Seijuro"

1.1K 91 64
                                    

Raramente la soledad me acompaña, pero esta semana ha estado muy cerca de mí y presiento que en el futuro seguirá estando a mi lado, para así convertirse en la amiga que, como hoy, camina conmigo de vuelta a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Raramente la soledad me acompaña, pero esta semana ha estado muy cerca de mí y presiento que en el futuro seguirá estando a mi lado, para así convertirse en la amiga que, como hoy, camina conmigo de vuelta a casa. Mas, aunque poco a poco me estoy acostumbrando a su particular presencia, no puedo negar que la soledad me incomoda; junto con ella me siento encerrada en una caja de la que no puedo salir hasta encontrar la manera de escapar, sin ser antes consumida por el vacío generado de experimentar, por primera vez, qué significa no tener a nadie.

            El conflicto entre Hayama y Mibuchi sumado al descubrimiento de Nebuya sobre mi ambigua relación con Akashi, hizo que el trato amistoso que los Reyes sin Corona de Rakuzan y yo manteníamos perdiera fuerza, y a pesar de estar feliz por haberme liberado, al fin, de esos molestos muchachos, dejarlos no me ha sentado del todo bien. Ellos, después de haber roto mis lazos de amistad con Hana y Nozomi, eran los únicos amigos que me quedaban.

            De todas formas, supongo que pronto me adaptaré a seguir mi camino sin la compañía de nadie.

            —Saionji Akari sabe valerse por sí sola—dije entre dientes, mientras abría la puerta principal de mi casa.

            El calor hogareño me recibía con los brazos abiertos y junto con el dulce aroma del ambientador alegró mi día de inmediato. Nada me hacía mejor que quedarme unos minutos en la entrada de mi casa y sentir la tranquilidad de esta, que me anunciaba el final de una ardua jornada escolar.

            Decidida para subir a mi habitación y descansar allí de todo el trabajo del instituto, me quité el abrigo; lo colgué en el perchero, situado al lado de la enorme zapatera, la cual abrí para dejar allí mis mocasines y calzarme con las zapatillas de andar por casa. Justo antes de pararme y llevar a cabo mi plan de relajación del viernes por la tarde, Io, mi sirvienta, habló, dirigiéndose a mi persona.

            —Señorita Akari, bienvenida—hizo una reverencia—.Tiene una visita esperándola arriba, en su dormitorio.

            Me giré a verla, extrañada, y lentamente me fui levantando. 

            — ¿Cómo? —Pregunté soltando una risa—Mi madre no me avisó al respecto.

            —El visitante no programó ninguna cita previa; su aparición ha sido inesperada, no sólo para mí o para usted, sino también para la señora Megumi. Por este motivo su madre fue incapaz de comunicarle la llegada de esta persona—aclaró.

            — ¡Inaceptable! Los días viernes no admito visitas—reproché—.Lo sabes, Io. No debiste dejarle pasar. ¡Te pido que vayas y le digas que no estoy para recibir a nadie!

            —Eso hice apenas llegó el muchacho, señorita Akari, pero es un joven muy insistente, además de encantador... Él afirma que siempre consigue todo lo que se propone. Si bien conoce al invitado sorpresa, como afirma él, suba usted y así  podrá asegurarse de mis palabras.

Emperor Red "Heterocromía"- Akashi Seijuro (KUROKO NO BASUKE-KUROKO NO BASKET)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora