Me pierdo en el incendio
debajo de tu vestido.
Torpe, pero no tonto,
te encuentro entre tanta gente llena de nada,
sin ganas de llenarse de todo.
Te siento al filo de mis venas,
en aquellas tardes sin sol,
y el miedo que me parte el pecho,
al pensar, que jamás habrá dos,
el mismo, que vuelve a alejarme de ti.
De pronto, me encuentro de rodillas en el huracán que se cuela por tus costillas cuando sonríes
y dices "NO".
Te sueltas el cabello,
y hacer el amor se convierte
en aquella charla de medianoche.
En todo aquello que nunca dijimos
por miedo amarnos tanto. Por miedo.
Te vas lenta,
y de pronto,
de golpe.
Y me quedo solo, mirando tus pecas:
esa linea delgada que divide mis emociones,
y las ganas de follarte.
Y el alcohol amarillento que escondía el miedo que tenía al mundo sin ti, me lo he bebido a golpes, a través de tus besos de verso,
entre tanto humo que inhala tu cuerpo.
