Prólogo (Laura Estrada)

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El ser joven implica estar inmerso en la profundidad de la vida; en ocasiones favorable en otras no tanto. Una etapa complicada, en donde se está dispuesto a descubrir realmente quién eres y qué harás de tu vida, sin duda alguna una tarea nada sencilla. Sin embargo, es lo que permite reconstruir tu historia y a partir de ello, poder escribirla con toda la complejidad que involucra.

Por ello es fascinante cuando los jóvenes descubren su pasión, y empiezan a centrar todo su esfuerzo y dedicación por cumplir sus anhelados sueños. Defendiendo siempre sus posturas, pero de igual manera tratando de comprender la sociedad en la que está inmerso. Apostando por sus ideales y su efímera libertad de expresión.

Así que cuando los jóvenes deciden aventurarse al enriquecedor, desafiante y seductor mundo de la poesía nos permite soñar, imaginar, pero al mismo tiempo ubicarnos en nuestra realidad.

Una realidad que permite obtener lo mejor de nosotros, utilizando la inteligencia, creatividad y voluntad, para desarrollarnos como personas capaces de aprender y reaprender a lo largo de la vida.

Y todo este desafío fue tomado por el autor de este libro: Álex Hernández. Un compromiso que se reconoce por dar significado a las palabras, por poder expresar el sentir de una juventud inmersa en el amor, con todas sus variaciones que éste implica.

Por lo tanto, no dejo de creer que los jóvenes son nuestro presente que nos incitan a evolucionar día con día. Gracias Álex por aportar tan inigualable contenido que sin duda alguna es un parteaguas para los jóvenes.

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De nuevo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora