Es de día y la señal de vida inteligente (o zombificada) sigue sin aparecer. Hablo con los demás sobre mi idea de reunir provisiones y todos aceptan con la condición de no usar el ''separémonos''. Y tienen razón, eso nunca lleva a algo bueno. Todos juntos revisamos desde el primer departamento del primer piso. Así en adelante, subimos para encontrar cualquier cosa útil. Hasta ahora, hemos encontrado 3 pistolas, varios cuchillos y mucha comida enlatada. Algunos otros alimentos les hacen falta refrigeración y otros están por caducar, así que decidimos alimentarnos primero con eso para guardar lo enlatado que dura más.

La comida que nos encontramos en los primeros 4 pisos duraría semanas. Al parecer se llevaron mucha comida cuando salieron de sus casas, pero no podían llevarse todo. Dejaron algo para nosotros al menos: Sopa. Atún. Agua. Leche en polvo. Cereales. Arroz. Pan integral. Varios chocolates y otros caramelos. Guardo todo en la alacena. Y al ver que está llena, me viene a la mente ese sueño que tuve. Veo exactamente la misma escena. La alacena está llena.

Entonces me pongo a recordar qué fue lo demás. Un cuchillo ensangrentado. La sangre era de Zombi. Estaba negra. Esas imágenes pasan por mi cabeza sin que yo pensara en ellas. Como si alguien las proyectara en mí. Poco después escucho gritos de personas corriendo por las calles. Vemos por la ventana y observo a lo lejos un joven tratando de cargar a uno más viejo que él, que está herido de pierna. Dos mujeres, una mujer de casi cuarenta años y otra de edad mayor. Debe ser una familia corriendo en dirección contraria a lo que los persigue. Zombis. Al parecer, no habían eliminado a todos durante la evacuación. Salgo corriendo, bajando las escaleras para llegar a donde ellos están. Esas cosas son demasiado rápidas, pero una de la chica se detiene a golpearlo con un bat de baseball de metal. Ni siguiera había notado que lo tenía.

Yo en eso salgo a ayudar. Tomo una de las pistolas que encontré hace poco y disparo. Los demás se quedan en la puerta sin salir. Hay un total de 7 zombis. La chica asesinó a uno y yo a otro. La pistola que llevo sólo tiene 3 balas. Los cartuchos no estaban del todo llenos. ''Maldición'' pienso. ''Me acabo las balas''

La última bala sale disparada cuando me tropiezo. No tengo nada, salvo el cuchillo que había guardado. Uno largo. Lo apunto hacia el pecho del zombi que se inclina hacia mí. La sangre me salpica en la camisa. ''Dios, esto es asqueroso'' Son una mano, sujeto el cuchillo y con la otra, mantengo la cabeza fuera de mi alcance. Pero es tan condenadamente fuerte, que no lo soportaré.

-¡Hey! –Grita la chica del bat. –Empuja la cabeza hacia arriba.

Hago la cabeza hacia arriba y ella la golpea, destrozándola. ''Menos mal que quité la mano a tiempo'' Pienso. Al levantarme, observo que ya no quedan zombis. Alguien se encargó de ellos. O era la chica del bat, o Newit, quién tiene la mano extendida, como si hubiera lanzado una de sus dagas. Observo a los zombis en el suelo y dos de ellos tienen dagas clavadas en el cráneo. Uno en un ojo y el otro en la sien.

Observo mi mano y mi camisa. La misma imagen de mis sueños. ''Esto está dando miedo'' pienso. Suelto el cuchillo y me limpio las manos. Me quito la camisa manchada de sangre y la aviento lejos.

-¿Por qué siguen aquí? –Pregunta la chica del bat. –Creí que habían evacuado el lugar.

-Así fue, al parecer, pero no nos encontrábamos en casa para cuando pasó. Debió ser muy rápida.

-¿Tienen vendas que nos puedan regalar? Mi Padre está herido. –Ahora lo puedo notar. Son una familia de dos hijos o quizá sea su novio el chico que ayudaba a su padre a caminar) y su madre. Por como ella ve la herida del hombre.

-¿Fue una mordida? –Le pregunto

-No sé, no tuvimos tiempo de revisarla. Por favor, tienen que ayudarlo.

Me acerco al hombre en el suelo y levanto el pantalón para revisarlo. Era lo que temía. Una mordida. Una que lo convertiría en zombi, seguramente. Es lo más lógico. – ¡Fue una mordida! –Exclamo y me alejo rápidamente de herido. –Se va a convertir. –Les advierto.

-No.... –La chica suelta el bat y se dirige a su padre.

- ¡No! –Le grito. -Se convertirá. Tienen que dejarlo, no hay otra... -Fue en ese momento cuando el hombre suelta sangre negra y se golpea la cabeza contra el suelo. Luego comienzan las convulsiones. Empieza a retorcerse en el suelo. Observo que sus ojos han cambiado, tal como lo hicieron los ojos de aquellas personas en el evento. De la nada, una daga atraviesa su ojo derecho. Es de Newit. El hombre infectado no muere, pero tampoco se levanta. Sigue retorciéndose. La daga se cae de su ojo y de repente, se regenera. No había entrado lo suficientemente profundo para atravesar el cerebro. Yo tomo el cuchillo y le rebano la oreja, pues es muy rápido y no alcanzo a darle

Tomo con fuerza el cuchillo y esta vez, lo entierro profundamente, mientras escucho los gritos de la chica y la mujer. El joven que le ayudaba a caminar se mantuvo paralizado. –Deben entender que una mordida infecta a la persona y lo convierte en lo que acaban de ver. Él ya había muerto.

El yanto de las mujeres poco a poco desapareció, mientras limpiaban sus lágrimas. La chica se puso de pie y se dirigió a su padre, mirándolo en el suelo, como si fuera a pronunciar algunas palabras, como hacen en los funerales. Pero no dice nada. Abre la boca, pero palabras no salen. Sólo un suspiro. Sujeta su brazo izquierdo con el derecho con pena y me voltea a ver. –Gracias. Ninguno de nosotros se habría atrevido, si se tratase de él. Quizá habríamos muerto.

-Es lo que se debe hacer ahora. No hay opción. –Ella regresa con su madre, abrazándola. Tratando de dar consuelo. –Si necesitan comida, hay suficiente aquí. Tomen lo que necesiten si se tienen que ir.

-No tenemos a donde ir. –Dice la madre de la chica- Nuestra casa quedó infestada por esas cosas. Llegamos hasta aquí en auto, pero la gasolina se acabó y quedamos varados.

-Pues hay suficiente espacio en el edificio. Es en momentos como este en los que tenemos que ayudarnos mutuamente.

-Después de cómo asesinaste... -Comienza a decir la señora, pero Nayeli la interrumpe de repente.

-No había opción. La infección tiene que ser erradicada. Entre más sobrevivientes haya, menos zombis tendremos que matar. Y su esposo ya no contaba como sobreviviente. Créame. Era lo mejor. Incluso si no lo acepta, incluso si nadie en este momento lo acepta, es lo que debe hacerse. –No conocía ese lado de ella. La forma en que me defendió hizo que la mujer callara. Mordió su labio inferior y se talló los ojos después.

-Les agradecemos la oferta. –Dice el chico. –Soy Phil. Ella es mi hermana gemela, Frida. –Pude imaginar que eran parientes. Tenían un parentesco muy grande. –Ella es mi madre, Johanna.

Yo los invito a entrar al edificio. Me ofrezco para llevar cargando el cuerpo del padre hacia el callejón. Newit, en ese momento, me ayuda con los pies. Ambos llevamos al cuerpo y lo dejamos recargado, detrás de un contenedor de basura que ya estaba lleno.

Luego volvemos a casa.

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Apocalipsis MutanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora