Hemos estado entrenando duro estos últimos días. Resistencia, sentadillas, golpes, pelea cuerpo a cuerpo, puntería con armas de tiro y arquería al igual que con hachas, machetes, cuchillos, navajas, entre otros objetos con filo para quienes no tienen la habilidad necesaria para disparar. Aún así, entrenan duro para no fallar, pues son sagradas las balas en estos días.
La arquería le ha sentado muy bien a Viviana. Newit ha demostrado que es bueno para la carrera de obstáculos. Es veloz y salta muy alto. También es bueno en la puntería usando navajas. Eso lo demostró la primera vez que nos vimos, cuando me salvó de ser devorado por u zombi.
Ha sido duro. Nos hemos cansado mucho y hemos pasado días sin querer movernos, pero se acostumbra uno y se vuelve repetitivo. Me he puesto a entrenar con machetes, porque es mucho más sencillo. Sin balas. También llegamos a conocer a los nuevos. Son 4. Ángel, de 34 años, es bueno para el uso de armas de fuego. Tiene muy buena puntería. Solía ser mecánico. Ha tenido la oportunidad de reparar algunos de los coches que se usan para salir a buscar cosas. Gabriela, de 21 años, ha entrenado con una katana (un tipo de espada oriental). Es también muy rápida. Solía ser enfermera. Ha estado ayudando a la doctora Munroe cuando alguno se enferma o se lastima. Al igual que Daniel, de 29 años. Él era el jefe de Gabriela. Un médico. Es bueno para pelar y disparar. Luego está Peter de 31 años, entrenó con un martillo. Eso le ayudó a sobrevivir afuera hasta ahora. Es muy obvio deducir que él era constructor de casas. Dimos en el blanco cuando nos lo confesó.
Después de todo, Oscar y yo hicimos las paces cuando aceptó que yo no era el causante de las visiones. A Newit y a Frida ya les asignaron salidas para ir a buscar sobrevivientes, aunque no han encontrado a nadie aún. Hoy me toca a mí, junto con Leonard y Oscar. Qué conveniente, diría yo. Los primeros en reclutarme, ahora serán mis ''Mentores''.
-¿Listo para tu primer día? –Me pregunta Leonard al entrar a la camioneta.
-Creo que sí. –Respondo, tronándome los dedos.
-Pues sube.
Antes de subir, Nayeli llega conmigo. –Oye, no mueras, ¿De acuerdo?
-Yo también te amo. –Le digo, dándole un abrazo y un beso en la frente.
-¡Vámonos, Romeo! –Me grita Oscar.
Subimos a la camioneta y nos vamos del lugar. En el camino largo, vemos a 3 zombis devorando dos cuerpos en el suelo. Leonard se detiene para encargarse.
-Entre menos, mejor. –Dice Leonard. Cuando se dan cuenta, se levantan y corren hacia Leonard. Entonces él presume su buena puntería y mata a dos de un tiro y al otro con el segundo disparo. –Qué bueno que vine con ustedes. –Dice, guiñando el ojo.
-Presumido. –Dice Oscar. –Vámonos.
Al ir avanzando, pasamos por varias calles. No conozco aún los alrededores, por eso me parece extraño... Un momento... Cuando entramos, el pavimento y los árboles en la acera me son familiares. Es la calle de mi visión.
-Chicos, esta calle estaba en mi visión. –Les digo.
-¿Ah sí? –Dice Oscar. -¿Cómo estás tan seguro?
-¿Olvidas cuando describí mis nuevas visiones?
-...Hey, es verdad. De hecho, estamos aquí en la casa blanca que mencionaste. ¿No es así?
En eso, nos detenemos en la casa blanca con una puerta de vidrio.
-¿Crees que aquí esté esa caja de armas que mencionaste en tus visiones? –Pregunta Leonard.
-No estoy seguro, pero si lo vi, debería ser por algo.
Nos acercamos y revisamos por fuera que no haya zombis, pero por dentro, hay 5.
-Bien, Jimmy, ésta es tu oportunidad de lucirte. Rompe esa ventana con reja y atráelos a ti. Dales en el ojo para que entre profundo y con facilidad.
-Sí, ya sé cómo enfrentarme a ellos.
-Bien. A darle.
Hago exactamente lo que me ordenan y rompo la ventana usando el machete con fuerza. Los 5 zombis se acercan a mí por el otro lado de la ventana y la rompen. Pero una reja los detiene y no les deja salir. Incrusto el machete en cada uno y luego mueren. Leonard y Oscar entran por la puerta y se ponen a buscar.
Yo subo a uno de los cuartos, pareciendo ser de un niño. Muchos juguetes de star wars y pósters de los vengadores. Tomo algo de la ropa del closet para llevarla a los niños. Algunos juguetes para que tengan con qué distraerse y divertirse. Hay una foto en el escritorio del chico y de su familia. Dos padres y su hermana pequeña. –Valeria... Mamá... –Digo en voz baja. –Espero que estén vivas.
-Eh, Jimmy. ¿Encontraste algo? –Pregunta Oscar.
-Pues pienso que algo de ropa y juguetes para los niños pueda ser útil.
-No hemos llevado juguetes últimamente. Pero está bien. Aunque tú no pareces estarlo.
-Estaba viendo la foto en el escritorio. Quien viviera aquí me recordó a mi familia. Mi padre murió y no sé nada de mi madre ni de mi hermana.
-No sabía que tenías familia. Yo perdí a la mía.
-¿Cómo?
-Mi padre y mi hermano menor murieron en accidente automovilístico. Mi madre había muerto cuando dio a luz a mi hermano menor. Fue hace diez años.
-Lo lamento. Cuando esto inició, contacté a mi madre y me dijo que mi padre había sido infectado, pero ella estaba a salvo en un cuarto de pánico. Aunque no sabía nada de mi hermana.
-¿Y si vamos a buscarlas? ¿Crees que tu madre siga en su casa?
-Viven en Washington. Es muy lejos como para ir buscarlas.
-Bueno, espero que estén bien.
-Gracias. Ahora hay que subir esto a la camioneta. –Le digo. Bajamos las escaleras y le avisamos a Leonard lo que encontramos, entonces el me muestra 3 armas y una caja grande de balas.
-¿Esto fue lo que viste? -Pregunta Leonard.
-No, en mi visión, había muchas. Era una caja grande.
-Bueno, es mejor que nada. No hay comida tampoco. ¿Qué encontraron ustedes?
-Decidí llevar algo de ropa y juguetes para los niños.
-Bueno, hay más casas que revisar. Llevemos eso a la camioneta.
En eso, cuando Oscar y yo salimos de la casa, se escucha un arma cargada cerca de mi oído. Exclamo, pero la veo con detenimiento. Es ella. La chica encapuchada. Me apunta con el arma, mientras que tiene colocada una espada en la nuca de Oscar como amenaza.
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Apocalipsis Mutante
ActionUna caja de pistolas. Una chica encapuchada. Mis cuchillos. Un destello rosado. Y Ellos. Siempre están ellos en mis sueños. Los muertos. Quiero darte la bienvenida a mi nuevo mundo. Hemos pasado 5 meses, 12 días y 15 horas aquí. Encerrados en una pr...