Corro hacia la enfermería, pero uno de los soldaros, Richard, me detiene. –No puedes pasar. –Me dice.
-¡Es mi novia. Debo saber qué le pasa! –Exclamo.
-La mujer está pasando por una extraña transformación. No es similar a la de los zombis. Sus brazos... se tornaron azules. Salieron escamas de ellos. –Me dice el hombre. Me tallo los ojos y sujeto mi cabello hacia atrás de la desesperación. Poco después, la doctora Munroe sale del lugar y me manda a llamar.
-¿Qué sucedió? –Le pregunto.
-Se ha desmayado del dolor. Está descansando por el momento. Estará bien, aunque sus brazos siguen en una condición inexplicable.
-Una mutación. –Le digo.
-Precisamente. Sus brazos se volvieron azules. Luego de eso, salieron escamas. Sus uñas también crecieron un poco y se volvieron de un tono azul oscuro. No sabemos por qué, pero tememos que pueda convertirse.
-Cuando obtuve mis habilidades, me pasó algo similar. Sé que no se transformará. Pero... En caso de que sí... por favor, permítanme encargarme de ella...
-Seguro que sí. –Me responde.
No deseo que ocurra. Ni una mierda. Sé que no pasará. Tendría que hablar con Bianca para confirmar que ella pasó por la misma transformación. Valeria seguro que no recuerda nada de eso.
Ellos aún no hablan con Alex, ni les han hecho las pruebas, así que tengo que advertirles que también son mutantes para que no les hagan algo similar a lo que nos hicieron a nosotros. Me dirijo a Bianca, quien está hablando con Iván. –Hola chicos, me disculpo por interrumpir.
-Tranqui. ¿Todo bien con tu novia? –Pregunta Iván.
-Supongo que sí. Bianca, ¿Puedo preguntarte algo?
-Acabas de soltar la primera pregunta. –Dice, soltando una carcajada y luego hace una pausa. –Lo siento. Procede.
-¿Cómo fue que te transformaste en mutante? ¿Pasaste también por un doloroso cambio?
-La verdad, sí. Mi estómago estaba retorciéndose. Mi cabeza daba vueltas y luego me desmayé. Desperté quién sabe cuándo ni quién sabe dónde. Me había alejado de mis amigos. Quizá me abandonaron creyendo que había muerto. Menos mal que no me dispararon en la cabeza. Putos. –Termina en voz baja.
-Nayeli y yo pasamos por algo similar. –Le respondo. –Yo me desmayé, y luego tuve unas visiones del futuro. Se cumplieron en unos minutos, horas y días. Al parecer, Nayeli se retorcía, sujetándose los brazos del dolor.
-¿Crees entonces que haya una conexión? –Me pregunta Iván.
-Eso parece. Aquí, a cada quien le hacen pruebas de sangre y ambos salimos infectados. Es probable que tú y Valeria salgan igual. Le diré a Alex para que no se alarmen.
-Uff. Cuando vean lo que hacemos, nos volverán las líderes del campo.
-No cuentes con ello. Permiso.
Sólo quedaría hablar con Valeria, pero no creo que lo recuerde. Me encuentro con ella en la camioneta. Se toca el cabello y al verme, se lo hecha hacia atrás.
-Hola.
-Hola. –Responde ella.
-¿Cómoda?
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Apocalipsis Mutante
ActionUna caja de pistolas. Una chica encapuchada. Mis cuchillos. Un destello rosado. Y Ellos. Siempre están ellos en mis sueños. Los muertos. Quiero darte la bienvenida a mi nuevo mundo. Hemos pasado 5 meses, 12 días y 15 horas aquí. Encerrados en una pr...