Apocalipsis Mutante

16

-Aguarda. –Dice Alex. -¿Guardianas?

-Así es. –Responde Robert. -Ya no tendremos que gastar en balas tanto como antes ahora que tenemos poderes de nuestro lado. Ellas se encargarán de proteger los alrededores y cada vez que salgan a hacer una búsqueda de suministros, una de ellas irá.

-Yo estoy bien con eso, pero me ha de tocar más comida, ¿No? –Dice Bianca. -¿Al menos un baño caliente?

-Seguro que sí. Pero no te aproveches, porque todos tenemos necesidades. –Le responde Robert. -¿Ustedes qué opinan? –Dice, sonriendo a Valeria y Nayeli.

-Yo apenas descubrí mi poder. –Comienza Nayeli. -Sólo puedo golpear cosas, no tengo habilidades como lanzar energía o moverme muy rápido.

-Entonces entrena con nosotros. –Le digo. –Eres una buena enfermera, pero tenemos que estar todos listos. En especial tú que tienes una habilidad sobrehumana como yo.

Nayeli hace una pausa para contestar y luego acepta.

A la mañana siguiente, comenzamos el entrenamiento de nuevo. En ese momento, Valeria y Bianca nos acompañan.

-No creo que tú necesites entrenamiento, Bianca. –Le digo. –Eres buena para moverte afuera.

-Ya me prometieron mis duchas calientes, ¿Qué más da?

Nayeli debe practicar el combate cuerpo a cuerpo, pero nadie desea acompañarla, porque aún no controla del todo la activación de su poder. Podría encenderlo en el momento en que golpee a alguien y destrozarle el cráneo por error.

Por lo tanto, yo entro a luchar con ella.

Al principio, noto su temor a que me pueda hacer daño, pero yo no temo. Ella me lanza distintos golpes a distintas partes del cuerpo con sus puños, pero los evito. La sujeto del brazo mejorado, pero ella no activa su poder. Ella pisa mi pie y me golpea en el costado con el codo, aún sin activar su poder.

-Muy bien. –Le digo. Me estiro un poco y continúo. Le lanzo un golpe al estómago, pero lo evita. Se está volviendo rápida. Aprendió demasiado rápido en las primeras horas que llevamos entrenando en el día.

Surge entonces una idea en mi cabeza. Cuando comienza el descanso, ella se va al baño. Yo entonces decido tomar un cuchillo de la mesa de armas.

Pasan los minutos y volvemos a entrenar. Un golpe. Dos golpes. Tres golpes. Ninguno me da. Entonces tomo el cuchillo y me acerco a ella con él rápidamente. Ella sabe lo que intento, entonces pone su brazo para detener el cuchillo.

Sólo se escucha un metal doblándose.

Ambos nos detenemos. El cuchillo cae al suelo. Tomo su brazo y analizo el punto que el cuchillo tocó. Nada. Ni un rasguño. Es increíble. Pero al tocar el brazo, una visión llega a mí. Un hombre envuelto en llamas apuntando hacia nosotros y zombis corriendo en todas direcciones. Un agujero enorme en el suelo y un cuerpo de mujer tirado en el suelo detrás de mí. Vuelvo a la normalidad en ese instante y caigo al suelo de rodillas. Esa visión... significa que hay aún más mutantes afuera.

Pero... ¿Dónde?

,: