-¿Lo recuerdas? –Le pregunto a Valeria.
-Sí. Lo primero que recordé fue cuando éramos niños. Yo estaba llorando porque se me cayó una rebanada de pastel de vainilla. Entonces tú de la nada te tiraste el pastel a la cara y me hiciste reír. Mamá gritó, pero papá también lo hizo. Todos reímos entonces. Mamá se resistió y luego se rió con nosotros. Recordé cuando llegó la navidad y nuestros tíos llegaron de visita. El tío Freddy me trajo unas tazas de Spider-Man y a ti te trajo la esfera del dragón de cuatro estrellas. A los 8 años, me caí de la bicicleta y me raspé con el pavimento y tú intentaste cargarme. Entonces cuanto por fin me levantaste, ambos nos caímos. Luego papá nos llevó a dentro y después de curar mi raspadura, nos dio una paleta. A los 13, nos peleamos por el control remoto y mamá hizo que estuviéramos pegados a la pared. Ya estábamos bastante grandes para eso. Recuerdo cuando jugábamos Injustice todas las tardes durante el verano hace unos cuantos años. Recuerdo todo... Menos el día en que conseguí mis poderes.
Valeria pudo recordar todo. Al principio, se veía nerviosa y desanimada, pero ahora se ha tranquilizado. Pongo un termo en sus manos con algo de café y ella lo bebe. Entonces sonríe. –Recuerdo el café. –Dice. Entonces los dos reímos.
-Cuéntame qué pasó allá hace unas horas. –Le digo.
-No podría explicarlo. Repentinamente sentí un dolor de cabeza tremendo y de hecho, escuché que era Luis quien disparó cuando Frida gritó. El dolor se intensificó y también disparé, pero la energía del lugar fue absorbida por mí. Entonces... -Dice, luego se queda tiesa. Está pensando. -No sé. Todo se vio blanco. Entonces pude ver todo, pero... no estaba controlando mi cuerpo. Miraba como mis brazos se elevaban para dirigir los rayos hacia los zombis. Pero no controlaba mi cuerpo. Pero entonces ya podía recordarlo todo. Mi nombre. Mi vida. A ti. Todo. –Responde. Entonces le da otro sorbo al café.
-Descansa. –Le digo, tocando su hombro. –Y pasó todo. Será mejor que duermas un poco.
-Creo que sí. Gracias, hermanito. –Responde ella.
-Me alegro que hayas vuelto. –Le digo, sujetándola en mis brazos. –Duerme. –Susurro. –Salgo de su habitación y me dirijo a la enfermería. Veo fuera de la ventana y ahí está Steve, sentado en la camilla, aún con su cara pálida, pero se ve tan normal. No parece estar enfermo ni sufriendo los síntomas de un zombi normal. Quizá se deba a su mutación, pero aún no sabemos nada. Abro la puerta y lo veo mientras mantengo mi distancia.
-¿Cómo va todo? –Le digo.
-Bueno, con esta apariencia, espanto a cualquiera, pero me siento estupendo en realidad. Incluso siento mejor la materia que me rodea.
-Aún así, usted es un portador. –Dice la doctora Munroe.
-¿A qué se refiere? –Pregunto.
-Hay enfermedades que no sacan sus síntomas, pero el virus se encuentra dentro de ellos. Él podría infectar a alguien si lo rasguña o lo muerde. –Responde el doctor Daniel.
-Cosa que no pienso hacer, a menos que tenga sal, limón y quizá cátsup. –Dice Steve, carcajeando.
-Los síntomas aparecen en segundos o minutos. Usted lo ha evitado. Así que está bien. Podrá irse una vez que hablemos con Robert de ello y que se lo comunique a la gente para que siga con su trabajo.
-Eso suena estupendo.
-Es bueno saber que estás bien. Enserio creí que habías muerto. –Digo.
-Bueno, creo que sí morí, pero el virus revive a los muertos. Me revivió, pero no me convirtió en uno de ellos. –Responde él.
-En efecto. –Dice Munroe. –Ahora recuéstese. Necesita descansar. Mientras, iré a informarle a Robert de su estado actual. –Dice ella y Steve responde con un pulgar arriba y una sonrisa. –Con permiso. –Dice, pasando a lado mío.
-Propio. –Respondo.
Volteo a ver la camilla donde está Bryan, el hombre que se enfrento al tipo envuelto en llamas, quien está dormido, aún reponiéndose por la quemadura grave que recibió. Pero lo peor fue el golpe. Lo ha dejado paralizado de la cintura para abajo. El dolor para él ha sido intenso y no ha querido hablar con nadie desde que despertó por recibir tal noticia. Que no caminaría otra vez porque los doctores no tienen lo necesario para tratarlo.
El sol está a punto de salir y salgo para ver cómo sigue todo. Los zombis ya fueron eliminados, pero aún falta la limpieza. Un trabajo entre todos. Pero nadie sabe aún donde está Luis. Algunos creen que escapó porque pudo matar a todos. Otros que la explosión que salió de sus ojos fue tan intensa que explotó y se deshizo. Espero que nada grave haya sucedido.
~f r+:y
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Apocalipsis Mutante
ActionUna caja de pistolas. Una chica encapuchada. Mis cuchillos. Un destello rosado. Y Ellos. Siempre están ellos en mis sueños. Los muertos. Quiero darte la bienvenida a mi nuevo mundo. Hemos pasado 5 meses, 12 días y 15 horas aquí. Encerrados en una pr...