Oscuridad. Es todo lo que veo. Hay polvo en el aire y es difícil respirar y toso al inhalar. –Nahe... Na- La voz se me quiebra en cuanto intento hablar. Toso. Intento levantarme, pero mis rodillas se doblan y caigo al suelo. Sólo escucho a la gente, lamentando por todas partes, algunos exclamando por ayuda. Otros corriendo para proveerla. Entonces, se escuchan los rugidos y luego los disparos. ¿Es posible? ¿Los zombis entraron al área? Maldición. Me recargo en un escritorio, me apoyo para poder levantarme. Nayeli aún está en la camilla y checo su pulso. Dios, permite que reaccione.
-Despierta, Nayeli, por favor. –Observo sus brazos y noto que los tatuajes en sus brazos en forma de escamas desaparecieron. Tomo su pulso y está normal. Simplemente está inconsciente. El dolor intenso debió hacerla desmayar. Al igual que a mí. ¿Qué fue toda esa mierda? -¡Maldición!
Observo bien a mí alrededor y veo a la doctora Munroe levantándose del suelo. -¿James? ¿Qué sucedió?
-¿Qué le hace pensar que yo lo sé? –Digo, mientras la ayudo a levantarse por lo difícil que podría ser para ella. –Es como si algo nos causara dolor a todos los mutantes al mismo tiempo. No podría explicarlo. –En ese momento, Nayeli despierta de un grito, inhalando y exhalando con rapidez. Corro hacia ella y la sujeto. -¿Estás bien?
-Sí... Eso creo. ¿Qué pasó? –Dice, mientras intenta ver lo que hay afuera.
-No lo sé, pero creo que las cosas empeoran. –Le digo. –Quédate aquí, saldré a revisar. Doctora Munroe, vea que esté bien, algo le pasó a su mutación.
-No puedes salir, también tuviste una especie de ataque. –Dice, mientras sujeta mi brazo para no dejarme salir.
-¡Suélteme! –Exclamo. Entonces con fuerza y rapidez salgo del lugar y veo como todos tienen sus armas, listas para disparar cuando sea necesario. Está oscuro. La energía de reserva parece haberse agotado. Sólo hay antorchas encendidas. No sabía que tenían de esas. Apenas se logra ver a lo lejos.
Distingo varios cuerpos corriendo hacia nosotros, pero algunos caen cuando las balas atraviesan sus cráneos. Es entonces cuando más se amontonan y algunos logran acercarse demasiado. Yo me dirijo hacia la armería para tomar alguna y apoyar. Entonces veo que una parte de la cerca se cae. Una apertura. Los zombis comienzan a entrar por ahí.
-¡Han entrado! –Grito- ¡Han entrado! ¡Síganme! Entonces comienzo a disparar. Los zombis no son muy visibles. Entonces el arma se atora. -¡Puta...! –Exclamo, y dos de ellos me escuchan y corren hacia mí. Uno se lanza encima de mí, pero detengo su mordida con el arma. Entonces Frida llega y destroza su cabeza con su bat de base ball y luego le da al segundo.
-¿Una mano? –Dice, ayudándome a levantarme.
-Gracias.
-No me agradezcas aún. –Me dice, mientras apunta a la apertura de la reja, que deja entrar a los zombis.
-Deberías tomar un arma.
-Creo que tienes razón ¡Pero no hay tiempo! –Dice, destrozando la cabeza de un tercer zombi acercándose a nosotros. Entonces Oscar se une a la pelea y le dispara a 3 de ellos corriendo hacia nosotros.
-Ponme al tanto. –Le digo.
-Luis y Valeria se volvieron locos. –Dice, mientras hace varios disparos, intentando atinarle al cráneo de cada zombi. Es difícil con la poca luz que tenemos.
-¿A qué te refieres?
-Es verdad. –Dice Frida. –No sé qué tenía Luis, pero comenzó a doler su cabeza y luego disparó a todos lados su visión de calor.
-Y Valeria creó algún campo electromagnético que apagó la energía que quedaba. –Continuó Oscar. Eso explica la oscuridad total.
-Uno de los disparos fue hacia la reja. Empezó a desmoronarse y llamó la atención de los zombis. –Continuó Frida.
-Mierda. –Fue lo único que pude decir. Continué disparando, pero cada vez, aumentaba la cantidad. Algunos tomaban otros caminos y se dirigieron a los refugiados. -¡No! -Exclamó Oscar. Entonces corrió hacia donde estaban. -¡Alex! Se dirigen a donde están los refugiados. –Dice. Entonces Alex corre mientras clava su cuchillo en cada cráneo de zombi que sobrepasa.
Llegan cada vez más zombis, pero Newit y Viviana se nos unen. Viviana usa un equipo de arquería y Newit tiene dos pistolas y un cinturón con balas extra y unos cuchillos. Cada que el número de zombis disminuye, aumenta. ¿De dónde carajo vienen tanto zombis?
-Son demasiados. Debemos retirarnos. –Dice Frida. Y tiene razón. Debemos ir a un lugar seguro en el tercer piso del edificio principal. Nayeli y Peter también se unen. Tomaron armas y se pusieron a disparar, aunque no sea lo suyo. Me pregunto entonces ¿Dónde estarán Valeria y Luis? ¿A dónde se los llevaron? Entonces, en un segundo, los zombis comienzan a... hundirse en el cemento. Intentan salir de ella, pero se hunden cada vez más y entonces, los disparos cesan y los rugidos terminan. El suelo vuelve a su estado normal y todos quedan impactados por lo sucedido.
-¡De nada! –Exclama alguien a lo... Oh, mierda... ¡Es Steve!
bidi-foz�:(��
ESTÁS LEYENDO
Apocalipsis Mutante
ActionUna caja de pistolas. Una chica encapuchada. Mis cuchillos. Un destello rosado. Y Ellos. Siempre están ellos en mis sueños. Los muertos. Quiero darte la bienvenida a mi nuevo mundo. Hemos pasado 5 meses, 12 días y 15 horas aquí. Encerrados en una pr...