ve i n t i o c h o • (y)

1.8K 303 81
                                    

Romance; AU; 950w

Yate
Buque o embarcación de recreo.
Sus proporciones pueden ser a motor o vela.

A pesar del mareo que le produce el vaivén de las olas en esa máquina de metal, del frío que le retuerce los huesos, de que ese lugar no era el apropiado para celebrar un cumpleaños, menos en un enero donde el gélido se convierte en vaho saliendo como alientos, Kyungsoo no puede negar la sinceridad del acto, de lo bonito que ve todo, del sentimiento que emerge desde adentro hacia afuera. No puede negar enamorarse como la primera vez, no puede negar que las manos que le cercan la cintura, que el aliento que le quema el cuello, que esas palabras que van desde tonos bajos hasta altos porque va más allá, son su todo especial, son su razón de ser justo en ese momento.

—Sé que estás aguantando mandarme por la borda porque me amas —escucha que dice esa voz, un poco parsimoniosa, un tanto pícara, y un tanto enamorada. Bueno, muy enamorada.

Es la voz de Kim Jongin. El dueño del Yate en donde viaja Kyungsoo, el acaudalado hombre mayor que Kyungsoo nunca esperó conocer, el adinerado y divorciado que conoció de la forma más tonta posible.

—Quiero arrojarte, pero no será en esta ocasión —responde Kyungsoo, esnifando y emitiendo un torrente de sonidos porque su nariz está tupida hasta el máximo. Puede que sea un poco sensible a los climas bajos—. Voy a aprovechar este regalo bonito, así como me aprovecho, siempreeeee.

—Soo...

—Sí ya sé, ya me vas a regañar —alude, y mueve las manos restándole importancia. Pero sólo para que Jongin no se ensañe con él.

La verdad es que el problema no es el Yate en sí, sino las formas de Jongin; Kyungsoo está acostumbrado a ganarse las cosas a pulso, a trabajar por ellas desde temprana edad, a sudar por sus placeres; Jongin es de un mundo diferente y totalmente paralelo, es excesos y lujos, tiene un casa en cada puerto que pisa, y tiene dinero a montón, pero a Kyungsoo sólo le importa Jongin, la persona y no el empresario millonario.

Se enamoró en un día casual, Jongin iba en shorts y ropa sudada bañado del sol de un caliente verano, entró a comprar una bebida fría en la cafetería en la que Kyungsoo trabaja todavía, no hubo lujos que pudieron más que la inminente atracción y fuerte flechazo que una cita atrevida más tarde consolidó.

Kyungsoo no vive de Jongin, nunca ha aceptado su dinero, sigue siendo el estudiante que goza de su trabajo, de compartir la renta de su apartamento con su primo Sehun, el chico que es un as en clases, y demasiado entregado a lo que hace. Kyungsoo quiere a Jongin por su corazón, por los sentimientos que reserva sólo para él, y por nada más.

Pero la gente no habla de ello, no dice que Kyungsoo es independiente, sino un vividor que pretende separar a Jongin de sus hijos y de la comunión que aún guarda con su ex esposa, que quiere despilfarrar su dinero, y luego matarlo para quedarse con toda su fortuna o algo así. Para el mundo Kyungsoo es una puta más, viviendo de un hombre que resuelve sus problemas en un dos por tres, pero a solas ellos son solo un par de hombres que se aman por encima de los prejuicios, de los clichés, y de lo que el mundo pueda decir de ellos. El mundo no ama a Jongin como lo hace Kyungsoo; ese amor que siente hacía Kim Jongin es lo único que importa...

Aunque a veces Jongin no ayuda. Como ahora, celebrando el cumpleaños de Kyungsoo a solas, yendo hacia ningún lugar en un Yate valorado en más que todo lo que Kyungsoo ha consumido a lo largo de su vida.

—No quiero regañarte, no entiendo por qué siempre le encuentras peros a mis cariños —espeta Jongin, pretendiendo sonar molesto pero luciendo adorable para su propia contrariedad.

—Pudimos pasar este día acurrucados en mi habitación en el apartamento.

—¿El que está al lado del cuarto de Sehun? —pregunta, asombrado—. Ese niñato me da miedo, prefiero pasarlo aquí. Tomar fresco un rato, mirar como chocan las olas unas con otras, entrar a donde está la cena lista, comer, y luego hacerte el amor hasta tu próximo cumpleaños.

Kyungsoo cierra los ojos y sonríe dejando que Jongin le adormezca los sentidos mientras su lengua húmeda recorre su albino cuello, permite que sus manos de hombre varonil se escabullan hasta estar tan dentro de él que entumece de placer. Kyungsoo tiene su espalda pegada al pecho de Jongin; ama esa posición, sentir que su hombre es capaz de sujetarle si cae es todo lo que necesita para ser feliz. Lo ama de esta forma y no lo cambiaría por nada.

Los hijos de Jongin dicen odiarlo, son dos pequeños gemelos que ya han sido condicionados por su madre, pero a Kyungsoo no termina de importarle porque a veces a ellos se les olvida ese hecho y juegan en el salón de juegos que Jongin hizo para ellos, juegan hasta quedarse dormidos sobre el trampolín. La familia entera de Jongin le llama "Aprovechado" pero a Kyungsoo realmente no le interesa las habladurías de quienes no son Jongin, de quien no le hace el amor al morir la noche, a veces sobre las sábanas de seda, o sobre la tierra debajo del manto lunar. Y justo ahora es Jongin, es ese Yate, abrazándole las inseguridades, prometiendo, amándole.

Ni siquiera importa que Jongin tenga cuarenta años.

—Feliz cumpleaños, mi amor. Te amo como nadie en este mundo —sisea después de un fogoso beso; y arrastra a Kyungsoo hasta el calor de las sábanas en la inmensa cama para hacerlo suyo como tantas veces, ahí, debajo de las luces de ese Yate.

Y ni siquiera importa que Kyungsoo esté cumpliendo dieciocho años.

🚢🚢🚢

¿Khe? 😂😂

ABC; 30 Universos  → KaiSoo/Top!SooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora