Capítulo 15

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Los tres estábamos quietos, de alguna manera expectantes a cada movimiento de los otros dos.

—Dejame a mí —Azu me quitó sutilmente de mi lugar y del paño. —¿Qué tiene?

Me preguntó como si fuera yo la causante del mal estar de Haesen.
—Tuvo un dolor de cabeza y ahora le estaba controlando la fiebre.

—Te dije que estaba indispuesto —Me reclamó.

—Basta Azu —Haesen intervino —Yo quería tomar las clases.

Salí de la habitación sin decir ni una sola palabra, me sentía culpable y me dirigía a buscar a Nicholas. Mi mala costumbre es hacer de Nicholas mi bálsamo preferido.

Encontré la cocina de Antares con mucho alboroto y ajetreo ocasionado por Nicholas y Clarissa siguiendo sus ordenes.

De nuevo ocurrió ese instinto natural humano. Nicholas estaba sin saco, con su camisa arremangada, a la medida para que sus pectorales se le notasen marcadamente y su chaleco para impedir ver la parte de su torso, combinado con su atractivo rostro y mandíbula cincelada.

No podía dejar de mirarlo en acción en la cocina, estaba flameando algo en una sartén mientras que Clarissa se hacía cargo de la ensalada.

—Que bien huele —Comenté.

Nicholas me miró de inmediato y me sonrió al instante.

—Hoy desperté con muchas ganas de cocinar, no creas que es porque Clarissa me dijo que estabas aquí —Nicholas comentó risueño. Lo miré para conocer ese lado bromista de Nicholas. —Es una broma Aly —Después dijo asustado por mi ausencia de risa —Evidentemente cocino para tí.

Le Sonreí agradecida.

—Además es mi manera de asegurarme que te quedes un poquito más —Agregó.

—Gracias Nicholas.

Ya en el comendor nadie comentaba nada, yo no tenía nada que decir ni con quien hablar, Julian no estaba, ni Haesen.

Azu platicaba con Lyrio y Nicholas, Clarissa y Alexy sostenían una charla muy animosa sobre algo que no entendía. Al poco rato entró Haesen, seguía pálido y con una mirada cansada.

—Haesen —Azu exclamó —¿Pero que haces aquí?

—En realidad estoy aquí por la señorita Alicia —Haesen respondió con simpleza dejando a Azu boquiabierta —No iba a cometer la grosería de no acompañarlos en la comida, cuando ella ha sido tan amable de venir a darme clases. Y tampoco ser grosero con Nicholas si él ha cocinado para todos.

Azul apretó los labios no muy contenta.

Pasados algunos minutos y Haesen volvió a abrir la boca.

—Me gustaría saber, Nicholas, cuál es la clave para preparar tan buena comida —Haesen elogió.

Nicholas lo miró atentamente con una media sonrisa, después me miró a mí.

—La señorita Alicia es la clave de mi inspiración.

Pude sentir las mejillas enrojecidas y tibias, incluso traté de retraerme lo más que pude, pero era imposible no ser notada con todas las miradas juguetonas sobre mí.

—Me pregunto para que otras cosas usted será el brote de inspiración señorita Alicia —Haesen dijo mirándome a los ojos con seriedad absoluta.

—Yo me pregunto para qué cosas Inspiras a tu prometido Alicia —Azu dijo claramente celosa.

—Tendrías que preguntarle Azu —Guardé la calma — Sonaría muy pretencioso de mi parte si le preguntara yo misma.

Después de ese rato intenso de miradas sobre mí, todo se relajó y pudimos terminar con calma.
Clarissa comenzó a levantar con ayuda de Lyrio, iba a empezar a ayudar recogiendo los cubiertos cuando Nicholas me detuvo tomando mi muñeca.

Eternos: Memorias RotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora