Capítulo 32

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Había terminado de acomodarme en la habitación, no me apetecía dormir, ya que como le dije a Nicholas, mi viaje fue placentero y poco cansado así que si dormía ahora, por la noche no podría conciliar el sueño.

Guardé solo algunos vestidos en el closet y acomodé las cosas que más usaría para no tener que guardarlas y sacarlas en la maleta cada vez que quiera usarlas, pero también sería una tontería sacar todo sabiendo que no me quedaría durante mucho tiempo, ni un mes estaré en Escocia.

Nicholas había preparado algo modesto pero delicioso, estábamos solos en su enorme comedor y con sólo unas cuantas velas en la habitación aún dejando partes oscuras. Estábamos en la sobremesa hablando de cosas triviales hasta que recordé la cajita musical.

-Nicholas, el alajero que has dejado en el tocador es muy bonito, pero creo que deberías guardarlo en un lugar más privado.

Nicholas me miró, al principio no comprendió porque tenía su ceño fruncido, pero después se le aclaró la cara en una sonrisa.

-¿De verdad crees que es muy bonito? -Me preguntó.

-Sí, y por sus acabados, ha de ser muy costoso, por eso insisto en que lo guardes en otro lugar.

Nicholas río.

-Pero que cosas dices Aly, ¿Cómo quieres que yo lo guarde si es tuyo?

-¿Mío?

-¡Sí! Es una pequeña sorpresa, no creas que se me olvidó tu cumpleaños. No organicé nada porque sería algo triste que sólo haya habido pocas personas en tu celebración, así que opté por dejarte esa sorpresa cuando decoré tu habitación.

Unas cuantas lágrimas anunciaron el llanto que se avecinaba, era algo que no podía contener.

-Nicholas, yo... -Apenas y podía pronunciar palabra por palabra -No sé que decir, la caja es preciosa y hace que mi regalo se vea como una cosa insignificante, no cabe duda que siempre que pienso en ti no lo hago de una manera correcta, pero te prometo que eso va a cambiar, seré más cuidadosa contigo y... y...

Mi drama se ha de ver horrible y mimado, pero tenía muchos sentimiento encontrados, nadie, absolutamente nadie me ha tratado como Nicholas, además de mi tío no tengo familia y mi abuelo falleció ya hace tanto tiempo, me da pena mi propio caso, no saber cómo demostrar emociones y sentimientos, no saber lo qué en verdad las personas que me rodean necesitan de mí y por ese maldito problema mío, alejé a Haesen y soy tan cobarde como para decirle a Sebastián todo lo que tengo guardado. Me siento cómoda con Evan porque al menos sé lo que la gente espera ver en nosotros, sé cómo debo comportarme, pero no lo siento, no siento más que el cariño de un conocido casi amigo que se ha portado bien y amable conmigo. Evan me ha regalado un vestido, el cual tenía una respuesta de gratitud porque era algo usual y común que agradecer, pero no sé ni siquiera qué palabras usar para agradecerle a Nicholas todas las cosas maravillosas que ha hecho por mí.

-Hey, hey, para Aly, -Nicholas sostuvo mis manos temblorosas y limpió cada una de mis lágrimas con el pañuelo que sacó de su saco. Olía a la fragancia que Nicholas siempre usa -No tienes que agradecerme si así lo quieres, es más, podrías llevarte todo lo que quisieses de mí sin pedir permiso y yo estaría bien, podrías llevarte todo lo mío Aly, mis pensamientos, mis mejores recuerdos, mis suspiros, incluso mis latidos y yo estaría bien, estoy bien siempre que estás cerca, estoy bien cuando tienes algo mío y eso, eso es lo que verdaderamente importa Aly. -Mis lamentos se callaron tan de golpe, sólo algunas lágrimas rebeldes salían una de mis ojos al mirar a Nicholas y su mirada castaña rojiza -Pero no voy a estar bien si te casas con Evan Harford.

Mis labios se separaron para expulsar el aire acumulado en mi pecho.

-Nicholas... yo no tengo modo de revertir esto y ...

Eternos: Memorias RotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora