»Diecisiete«

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Abri mis ojos lentamente mientras me despertaba, rodé un poco sobre la cama y mire el despertador. Eran casi las ocho de la noche y yo aún en cama. Pero es comprensible ¿no? Tenía demasiado sueño y luego de una 'clase' de cocina con Rosa de más de una hora añadida con la comida (que por cierto me quedo bien) decidí irme a dormir.

Me coloque de pie restregando mis ojos y me levanto sin importar que estoy en pijama. Relamo mis labios tomando mi teléfono (no la había visto en todo el día) y tomó asiento en el borde de la cama para revisar las notificaciones que tenía. Mi corazón empieza a bombear al ver varios mensajes de Justin. Entro en la aplicación de Shots por simple curiosidad y me voy a la parte de mensajes.

Justin: Buenos días pequeña ¿cómo estás? Lamento cortarte la llamada ayer, mi pequeño sobrino se levanto buscando a su papá y solo lo cuido ya que... Sus padres estaban en una cita. Espero que entiendas. — 08:03 am.

Justin: Espero que pases un maravilloso día. — 08:10 am.

Justin: De seguro estás en clases. Mmh cuídate, espero leer un mensaje de ti pronto. — 10:32 am.

Justin: Ya es de noche así que... ¿buenas noches? Espero que estés bien, quizás estás ocupada y yo molestándote, lo siento. — 07:15 pm.

Justin: Ya casi es hora de dormir para las princesas como tú, así que si lees esto, espero que tengas una increíble noche. Sabes lo que pienso de ti, eres hermosa. Y no me gusta que tengas ese trastorno, de todas formas, sabes que nunca te abandonaré y siempre estaré para que lo necesites. Y si tengo que decirte lo hermosa que eres (porque en verdad es así) a cada hora, lo haré. Vales mucho Juliett, espero que algún día lo entiendas pequeña conejita. — 08:30 pm.

Sus mensajes me hicieron dudar y a la vez sentirme de manera especial. Por una parte él decía que era su sobrino, pero ¿cómo es su sobrino si dijo que sus hermanos viven en otro país? Y que su 'padre' los cuidaba. ¿Cuántos años tenían entonces? Luego releí el último mensaje y me sentí especial. Sentí que cada palabra era sincera y me llegaba en lo más profundo de mi corazón. Nunca nadie me había dicho algo tan bonito, ni Nathan lo había echo y supongo que eso era lo mejor. Deje el teléfono aún lado procesando cada palabra.

Por una parte de mi corazón y cerebro quería creerle y por otra parte decía que todo era una simple mentira, para que yo creyera eso. No soy tonta, pero si lo colocamos en un porcentaje, pienso que el 85% es mentira y el resto 15% era verdad. Juego con mis dedos respirando hondo, esto no me debería estar pasando a mí. No sé si agradecer o aborrecer a Shots, mi mente está en una nueve que sube y sube y que no va a bajar por un simple "lo siento".

Tenía que darle quizás un merecido a Justin y tal vez, hablaría con el luego. Salgo de la habitación caminando por los pasillos sin escuchar un mínimo ruido. Acaricio mi cintura pasando mis brazos por ella al sentir un leve escalofrío, bajo los escalones en silencio recordando que usaba un short de pijama rosa y una blusa de tirante con un conejo en el centro. Era adorable de cierta forma y lo que más amaba era las pantuflas, era de un regordete conejo rosa. Mi cabellera estaba atada, así que técnicamente me sentía ligera y eso me agrada. Entro a la sala y no veo a nadie, frunzo el ceño y camino al comedor ¡tampoco hay nadie! Suspiro cruzándome de brazos y entro a la cocina, mirando a Rosa limpiar una mesa, cuando ya acabó su cena.

— Hola Rosa — murmuro captando su mirada y me acerco a ella con cautela, no sabía dónde estaba la gente de esta casa y me preocupaba. Llevo uno de mis mechones atrás de mi oreja, dedicándole una mirada a la blanca cocina.

— Hola señorita ¿qué sucede? ¿Se le ofrece algo? — deja el pañuelo aún lado sin despejar su mirada de mi.

— ¿Haz visto a mis padres? Es decir ¿sabes dónde están?

— Oh si — sonríe asintiendo.— Su padre salió con su madre a comer con unos amigos, vuelven un poco tarde por lo que tengo entendido.

— ¿No sabes porque no me avisaron? — hago puchero sentándome en el banquillo, me aburría estar sola.

— Usted estaba dormida y no querían molestarla — acomoda algunas cosas alejándose de mi.— Pero vendrán más tarde, descuide.

— Gracias...

— ¿Le gustaría comer?

— Ve a descansar, yo veo que me preparo — le sonrío un poco.

— ¿Esta segura? — quita su delantal y yo asiento.— Entonces, buenas noches — me dedica una pequeña sonrisa y se retira a su habitación. Suelto un suspiro aferrándome al mesón mirando a la nada.

Mordisqueo mi labio por unos momentos y camino a la nevera, saco la leche y luego me muevo hasta la despensa a buscar la caja de los cereales, tomo un tazón creando un rico cereal y al terminar guardo todo. Me siento en unos de los taburetes que está en la mesa de la cocina a comer tranquilamente mi cereal.

Últimamente no he sabido nada de Nathan, no me llama, no me busca y mucho menos recibo mensajes por parte de él. En la preparatoria lo he visto de lejos, pero nunca se digna a buscarme y yo mucho menos a él. Estamos distanciados, desde que conocí a Justin lo estamos. No sé si Justin sea una buena influencia en mi vida. Pero cada mensaje que me envía desde que lo conocí, me hace sentir un aprecio hacia él o quizás una atracción muy grande por lo que él hace.

Si tomamos en cuenta su físico, es hermoso prácticamente. Y su personalidad me encanta en todos los sentidos. Quizás le haga un mal a Nathan, pero él en estos momentos me importa en lo más mínimo. Y puede sonar muy patético que aún siga "interesada" en Justin, donde él es un completo mentiroso y que yo sepa Nathan no lo a echo. Si me coloco a comparar a ambos nunca terminare, aunque sería fácil que de ambos ganara Justin.

Justin es un hombre, maduro, piensa con claridad y es directo, no le da vueltas al asunto y eso es lo que más me gusta.

Nathan, aveces se comporta como un niño y aveces actúa de una manera infantil que muy pocas veces me agrada. No demuestra mucho interés en mí al menos de que se trate de un examen o una tarea por hacer. Sinceramente esto me agobia, me agobia en el sentido de no saber qué hacer, de si terminar la relación con Nathan o de creerle a Justin.

Vuelvo a meter una cuchara de cereal en mi boca reprimiendo un sollozo, me duele esto, me duele saber que no puedo tomar una decisión propia sin tener algún tipo de ayuda por parte de mis padres o quizás Katy. Soy tan insegura e indecisa, que no sé qué hacer. Quizás me arrepienta algún día de las decisiones que pueda tomar en el futuro, pero de los errores se aprende ¿no? Y tratare de que el error que cometa, no se vuelva a repetir y aprenda ser feliz.

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N/A: En unos cuantos capítulos más, saldrá el que todas quieren ver 🌚

Orianna.

Shots  ➸ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora