»Veintiséis«

60 6 0
                                    

Una vez más me miro en el espejo. Vestimenta, bien. Maquillaje, bien. Cabello, bien. Okey, todo estaba en su sitio. Apago la luz de la habitación tomando mi bolso de mano, camino por los pasillos y bajo las escaleras de forma silenciosa. Escucho unos murmuros en la sala y me adentro a esta, miro a mis padres hablando sobre algún tema y al entrar, me miran.

— ¿Saldrás? — frunce el ceño mi padre.— ¿Y así?

— Iré a comer con Nathan — miento y buscó ayuda con la mirada a mi madre.

— Paul, déjala que vaya — sonríe mi madre acariciando los nudillos de la mano de mi padre.— Deja que comparta tiempo con su novio.

— Mm, con una condición — murmura levantándose.

— ¿Cuál? — murmuro.

— Que llegues temprano, si vas a comer con el, solo es eso, a comer y platicar un rato — me mira seriamente.— Antes de las Díez te quiero ver aquí Juliett, ni un minuto menos ni un minuto más. Yo también conocía esas salidas, también las vivi — ríe.— Así que ¿aceptas? — suspiro y al final asentí.— Esa es mi hija, ahora ve y diviértete — se acerca y besa mi mejilla.— Par la próxima, usa algo más largo.

— Papá — chillo rodando los ojos y este ríe alejándose, mi madre me sonríe y levanta sus dos pulgares, dándome a entender que le gustaba cómo iba. Les dedico una sonrisa nuevamente y salgo de la sala, para caminar directo a la puerta. La abro y siento el viento soplar, suelto un suspiro al pensar que no traje un abrigo y ruego, que a donde me lleve Justin, sea un cálido lugar.

Miro la hora y relamo mis labios, levantó la mirada y veo un auto entrar. Sonrío por dentro al saber de a quién se trataba y mis piernas tiemblan de la nada. Ese Audi negro ¿quién no lo conocería?

Estaciona frente a mí y me acercó lentamente a él, miro a mis espaldas a ver si alguien me veía y al ver que no, subo directamente al auto. Miro a Justin aún lado de mi mirarme con una sonrisa, le dedico otra más, cerrando la puerta y depositando a la vez un beso en su mejilla, el cual fue rodado por uno corto en los labios. Me sonrojo abrochando mi cinturón y este coloca el auto en marcha.

— Estas muy hermosa — murmura y sonrío. Esa era la impresión que quería causar en el, que me viera linda, sexy, solo para llamar un poco más su atención. Me le quedo mirando observando su vestimenta, una camisa blanca de manga larga apegada de sus músculos, mientras que una corbata gris, estaba colgando de su cuello. El saco de dicho traje, estaba en la parte superior del asiento de piloto. Al parecer estaba trabajando o haciendo algún tipo de negocios. El traje se parecía a uno que le vi el primer día en que nos vimos.

— Gracias — comente al sentir un leve silencio y miro adelante. Siento una de sus manos reposar en mi rodilla y sonrío de lado.

— ¿Cómo estás? — empieza acariciar mi pierna, haciéndome tensar.

— Bien — lo miro y luego miro la calle.— ¿Y tú?

— Excelente — murmura haciéndome sonreír. Miro que no despeja la mirada de la carretera mientras empieza presionar botones del carro, hasta colocar una música agradable.

— Me gusta esa canción — mencionó con una sonrisa tarareando dicha canción.

"Ibiza
To show Avicii I was cool
And when I finally got sober, felt 10 years older
But fuck it, it was something to do
I'm living out in LA
I drive a sports car just to prove
I'm a real big baller 'cause I made a million dollars
And I spend it on girls and shoes"

— Creo que es una de mis favoritas — alzo una ceja mirándolo ante lo que dijo y río.— ¿Qué? Tener 25 años y escuchar este tipo de música, no es nada malo, pequeña.

Shots  ➸ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora