»Cuarenta y ocho«

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Remoje mis labios por enésima vez y miro mi reflejo en el espejo. Tenía ya varios minutos mirándome en ropa interior, ya que no sabía que ponerme, aunque tenga mucho de que elegir, no sabía cuál era la perfecta para la ocasión. Se supone que iré a la feria con Justin, algo casual pero bonito y que claramente a él le guste.

¿Desde cuando me había importado tanto la opinión de un hombre?

Es decir, técnicamente he estado con Nathan y nunca me importó lucir bien estando con el. Quizás al principio fue así, sin embargo lo descarte cuando teníamos unos cuantos meses, ya que me daba igual.

Suelto un suspiro y repaso en mi mente lo que podría usar. Sonrío dándome una idea de algo sumamente cómodo y por supuesto hermoso. Hago un leve puchero no si antes levantarme y camino a mi armario.

Estaría en una feria y obviamente sudare, eso es ya algo obvio. Así que trataré de vestirme lo más sencillo posible. Tomo un short de mezclilla, conjunto a una camisa corta negra y una camisa que me queda un poco grande a cuadros (negra con rojo) y por supuesto unas vans negras. Algo juvenil pero cómodo, eso sí. Aparte no soy taaan vieja.

Tomo dichas prendas y empiezo a colocármelas, al concluir me siento en el borde de la cama empezando a chasquear mi lengua de manera divertida

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Tomo dichas prendas y empiezo a colocármelas, al concluir me siento en el borde de la cama empezando a chasquear mi lengua de manera divertida. Coloco mis calcetines conjunto a las vans y luego me levanto al estar ya lista, veo de reojo la hora y trago saliva al ver que faltaban quince minutos para las cuatro. Empiezo a cepillar mi cabello y decido atarlo, hacia un calor de mil demonios.

Tomo algo de maquillaje (lo básico) y lo esparzo por toda mi cara, quedando sencilla. Echo brillo labial en mis labios y por ultimo algo de perfume. Ya estaba lista, ahora a buscar algunas cosas como mi móvil, goma de mascar y otros implementos para así, meterlos en el bolsito que llevare guindado en mi hombro derecho, como siempre.

Miro la hora por última vez y decido salir de la habitación en silencio. Bajo las escaleras a un paso apresurado tratando de evitar el contacto físico con mi madre, ya que esta, empezará con sus típicas preguntas. Al no ver a nadie sonrío por mis adentros dirigiéndome a la puerta, abro esta misma y salgo. La mayoría de las chicas ricas son tan superficiales, visten cosas tan extravagantes que lo único que me hacen sentir es asco. Por ejemplo, a mí me gusta vestir sencillo, tanto así, que hasta Katy viste mejor que yo y en realidad no me importa. No necesito llevar siempre un vestido o faldas ¡hasta tacones! Solo con algo simple, me siento bien y eso es lo mejor que hay, sentirse bien consigo mismo.

La bocina del Audi negro me hace sobresaltar en mis pensamientos y miro al frente el auto de Justin. Suelto una risa bajando algunos escalones mirando a mi alrededor ¿y los empleados de esta casa? Ruedo los ojos al saber que estaban de descanso (solo algunos) y abro la puerta del auto. Entro cerrando la puerta y abrocho mi cinturón, el auto arranca y es donde me dedico a mirarlo. Una camisa cuello V negra junto a unos jeans y unos deportivos Adidas blancos. Unos lentes negro cubrían sus ojos haciéndome definirlo en una sola palabra.

Shots  ➸ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora