Shots ➸ j.b

»Treinta y cinco«

— Mmh, mamá cinco minutos más — susurro adormilada recibiendo regaños inaudibles por su parte. Tenía mucho sueño y la cama no ayudaba mucho, lleve mis manos a la parte superior de esta y me sostuve, por si acaso quería jalar de mi, lo a echo varias ocaciones y terminó con medio cuerpo fuera de la cama.

— ¡Juliett llegarás tarde!

— No quiero ir, déjame dormir — murmuro colocando una almohada sobre mí y sigo durmiendo. Su voz seso y de cierta forma me alegra. Escucho pasos, dándome a entender que se había ido, sonrío interiormente para continuar durmiendo.

— Para a tu hija, parece muerta — dice mi madre y escucho la risa de mi padre.

— Si ella quiere dormir, déjala, está cansada — responde. Apoyo mucho a mi papá.

— ¡¿De qué?! Si no hace nada, de broma estudiar — se queja y reprimo una risa, mi madre debe estar echando humos por las orejas.

— Hay mujer, déjala. Aparte, hoy es viernes.

— ¿Y? Es un día común, puede ir y venir facilitó — dice y siento leves golpes en el colchón.

— Juliett, párate porque tú madre le dará un infarto aquí — ríe mi papá y río levantandome un poco, los miro y mi mamá tiene su ceño fruncido mientras mi papá la tiene aguantada de la cintura, dejándole besos en todo su rostro, a los segundos mi madre tiene una sonrisa y niega. Sonrío al verlos y me coloco de pie arreglando mi pijama.

— Ya estoy, relájense — tomo una toalla.— Tomare un baño ¿me permiten? — enarcó una ceja mirándolos y recibo de su parte leves risas, salen tomados de la mano y camino al baño para darme una refrescante ducha.

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— ¡Adiós mamá! ¡Adiós papá! ¡Los amo! — grito saliendo de casa con un pequeño durazno en mi mano y corro al carro de don José, subo y este rápidamente parte hasta la preparatoria. Sabía perfectamente que iba más de treinta minutos tarde, pero no me importa mucho. No soy tan mala en álgebra y de cierta forma el profesor me tiene cierto cariño (¿será porque soy la única que presta atención?)

— ¿Cómo amanece? — pregunta don José y le dedico una sonrisa, llevo un mechón de mi cabello atrás de mi oreja antes de responder.

— Muy bien, dormí bastante a decir verdad — río.— Tenía mucho sueño y pues, cuando venga quizás trate de dormir hasta el domingo.

Este ríe y sigue manejando:— En mi opinión se deben por las clases, esa en su último año y quizás sea por eso que anda agotada.

— Puede ser — murmuro.— ¿Y usted? ¿Cómo amaneció? ¿Cómo está con Rosa?

— Amanecí bien, gracias a dios — sonríe leve.— Y con mi amada esposa, estoy bien, cada día somos felices y envejecemos juntos.

— Eso es muy adorable.

— La conozco desde pequeños y sabía perfectamente que iba a ser la mujer de mi vida — sonríe.

— Lo felicitó — este asiente.— Pero, le preguntare algo y espero que no se lo tome a mal.

— Suéltelo niña Juliett.

— Mm, bueno ¿a usted y a su esposa le gusta su trabajo? — lo miro esperando una respuesta, mordiendo el interior de mi mejilla.

— Claro que si, de mi parte es así y por parte de mi esposa, también — asiente.— Sus padres nos pagan bien y el día en que nos retiremos, tendremos una linda casa donde ir porque poco a poco vamos reuniendo para comprar muchas cosas — sonríe.— Aparte ¿qué podemos aspirar nosotros sí somos simples emigrantes de México?

— Pues, son seres humanos, comunes y corrientes como cualquiera — relamo mis labios.— Merecen muchas cosas y no porque tienen distinta nacionalidad, lo deben tratar diferente.

— Bienvenida a Estados Unidos — ríe este y yo trato de sonreír de lado.— Y para continuar respondiendo su pregunta, me hace sentir cómodo ser chofer de la familia y a mi esposa, la jefa de la cocina y ama de llaves — escucho su voz y apartó la mirada fijándome en la carretera, al ver que estábamos cerca lo vuelvo a mirar.— No son trabajos malos, son trabajos dignos y humildes.

— Me gusta su punto de vista, don José.

— Muchas gracias señorita Juliett — estaciona frente a la preparatoria y le agradezco, bajo y empiezo a caminar hasta la entrada. Minutos después estaba caminando por los pasillos buscando el salón de álgebra, al ver que quedaban pocos minutos para la salida, decido no entrar y pedirle a algún compañero de la hora asignada, la clase vista. Afirmó en mi hombro mi mochila y camino directamente a él campo de fútbol el cual estaba solo. Últimamente los chicos no están entrenando, por causa de que suspendieron las nacionales y por ende, lo dejaron para un mes más antes de salir. Es por eso que no he tenido algún tipo de practica con las porristas, ya que como me ven, soy la capitana.

Aparte que me da mucha flojera hacer audiciones, buscar los uniformes, tener planeada las coreografías y por ende, no tratar de discutir con Grace, una de las chicas más insoportable que he pedido conocer. Ella siempre me a tenido envidia, siempre a querido ser la número uno del salón, la capitana de las porristas y tener la posición que tengo. Siempre quise ser su amiga cuando llegue nueva acá, pero desde el primer día ella me hizo la cruz y me hizo la vida añicos. No entiendo su patética actitud de chica fresa si al caso vamos, las chicas fresas tienen dinero y ella no lo posee, quisiera bajarla de esa nube para que pise la realidad.

Suelto un suspiro y me siento en una de las gradas sacando mi móvil, en toda la mañana no lo había revisado y al no hacer nada, supongo que es lo único que me queda. Relamo mis labios viendo varias notificaciones y entre ellas (la que más destacaba) era la de Shots. Había recibido varios likes de amigos, entre ellos Katy, luego estaba un me gusta de Justin y del tal "Ryan", que ahora, me sigue. Ruedo los ojos al ver una respuesta de su parte y trato de responderle de la misma manera, agregándole una cara divertida por mi parte.

@RyanButler: @JuliettE Vaya, señorita Edwards qué pequeño es el mundo ¿no? 🌚

@JuliettE: @RyanButler no sé a qué se refiere, pero no me importa 😹👋🏼

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N/A; Mmm, no falta mucho para darle una finalización a esta novela. Aunque bueno, después se me mete la loquera 😂 y termino escribiendo más de 50 capítulos.

Agradezco mucho a las pocas personas que leen mis producciones 💜 se les quiere muchísimo 🙊✨

Orianna.