»Cuatro«

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Mis ojos viajaron por toda la habitación, en búsqueda de una respuesta concreta a lo que mi mente se preguntaba. ¿Quién es Justin Bieber? ¿Cómo pudo conseguirme en tal aplicación? Aprieto mis puños conteniendo un suspiro; odio no poder tener información acerca de tal aplicación, si, subí una foto pero es lo de menos. Katy me enseñó lo básico, más no lo demás. Miro la hora y aún no es tan tarde ¿y si le envió un mensaje a Katy? No, de seguro duerme. Está al caer la noche queda rendida en los brazos de Morfeo y ni un terremoto puede levantarla, tiene el sueño demasiado pesado.

Mordí mi labio inferior pensando en qué hacer ¿es normal que un extraño comente tu foto? ¿o te siga? ¡O le dé me gusta! Uh, creo que me ahogo en un vaso de agua y le estoy dando mucha importancia a tal desconocido. Coloco mi teléfono en la mesita de noche y camino directamente al armario, saco mi pijama empezando a desvestirme y a colocar tal ropa de estampado de ositos sobre mi cuerpo. Recojo mi cabello en una coleta alta y vuelvo a mi cama.

Dirijo mi mirada al teléfono y varias preguntas empiezan a inundar mi cabeza. ¿Será que le respondo el halago? Mmh, podría ser. No, no no y no, qué pena, aparte ¿qué le respondería? Ash, es esto tan difícil. Mejor haré algo, dormiré (si es que puedo hacerlo) y mañana veo que hago. Mi consciencia asiente a lo que propongo y sonrío apagando la luz, no pensare más sobre aquello. Oigo voces en el corredor y luego unos suaves toques me hacen encender la luz.

— ¿Quién? — pregunto incorporándome en la cama mirando la puerta.

— Soy yo, hija — la voz de mi padre me hace sonreír y lo invito a que pase, éste se adentra a la habitación mirándome sonriente. Quita su chaqueta colocándola en su brazo izquierdo y se sienta en el borde de la cama acariciando mi melena castaña.— ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en la preparatoria?

— Muy bien, papá — me acuesto en su pecho y entrelazo nuestros dedos.— Todo bien, aunque... — miro la hora y luego miro mi mochila entre abriendo mis labios.— Ups.

— ¿Ups? — me mira extrañado.

— Se me olvido hacer la tarea, oh Dios mío — me aparto de él y tomo mi mochila sacando los libros.

— ¿Qué andabas haciendo que no te dio tiempo?

— La olvide por completo, es decir — lo miro y luego coloco mis libros sobre el escritorio.— Fui a casa de Katy y llegue un poco tarde a la casa — suspiro.— Luego vino Nathan para acá y se quedó a cenar. Hablamos un rato con mi madre y de ahí, se fue. Subí, me cambie y luego me acosté. Eso fue todo — tomó asiento tomando mi lápiz empezando a ver qué tenía pendiente.

— Para la próxima, debes estar pendiente primeramente de tus deberes — escucho el quejido de la cama indicándome que se levanto, siento unos pasos atrás de mi y sus manos aprietan levemente mis hombros.— ¿De qué es?

— Álgebra e historia — lo miro y este asiente.

— Le diré a tu madre que me quedaré contigo por unas horas — se acerca a la puerta y me dedica una mirada.— Ve adelantando historia, yo haré álgebra.

Asiento mirándolo ir y luego empiezo hacer dicha tarea. Me apena mucho con mi papá ya que el llega cansando de trabajar y luego decida ayudarme a realizar mis deberes. Lo malo es que no puedo decirle que no, se altera un poco y lo toma muy enserio. Una vez me quede hasta tarde realizando una maqueta y él junto a mi madre me ayudaron a terminarla. He ahí el porque nace un cariño enorme hacia mis padres, son magníficos y cada uno me entiende a su manera.

Voy respondiendo las preguntas de historia guiándome de un libro mientras espero a mi padre. Algunos minutos después entra con un pantalón de pijama y una simple camisa, se sienta a mi lado tomando la libreta y toma un lápiz de mi bolso.

Shots  ➸ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora