Cincuenta y tres

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Nota: Subí el prólogo de una nueva novela ¿les gustaría pasarse? Es de Justin y está en mi perfil, se llama "WhatsApp", muchas gracias

— No se tu, pero me gusto esa película — dice Justin a mi lado y sonrío. Parecía todo un adolescente.

— Te la pasaste durmiendo ¿cómo te iba a gustar?

— Fácil — sonríe.— Escuchaba tus risas, de vez en cuando tú pequeña sonrisa y al final un pequeño sollozo. No sé porque las chicas lloran por las películas de amor. Sin embargo, al verte feliz, es lo más apreciado que pueda tener.

Mis mejillas fácilmente tomaron un color carmesí y niego levemente sonrojándome. Una vez más, Justin Bieber enamorándome cada día más.

— Gracias por el helado — sigo comiendo del enorme recipiente y este sonríe.

— No agradezcas mi niña — dice entrelazando nuestros dedos y caminamos hasta el auto. Abre mi puerta como todo un caballero y me adentro al asiento una vez bese su mejilla, pasó el cinturón por mi cintura y cierro la puerta observando que este rodeaba el auto para luego montarse.— Te llevaré a casa, es un poco tarde y yo debo continuar trabajando, espero que no te moleste.

— Por supuesto que no, te agradezco por todo lo que haz echo por mi — sonrío.— La comida en el restaurante, la película, tus mimos cada vez que estaba concentrada en la película, sencillamente me encantaron.

Este emboza una sonrisa empezando a conducir, sus dedos se dirigen hasta el reproductor de música y coloca una cualquiera, la escucho atentamente y luego sonrió. Pasó mi brazo por atrás de su cuello acariciando su nuca, este muerde su labio mientras sigue manejando.

— Que rico — comenta haciéndome reír, sé cómo se sentía aquella sensación pero por una extraña razón a los hombres les gustaba.

— Hey — mencionó y este levanta una de sus cejas, luego emite un sonido con su garganta y prosigo.— Te quiero.

— Te quiero más — dice y toma mi mano que estaba atrás de su nuca, le brinda un beso y luego la deja en la posición anterior.— Me encantas.

••••

Bajó del auto de Justin una vez que este me deja frente a mi casa y camino un largo trayecto hasta la entrada como tal, miro el jardinero regar las plantas y a don José pulir el auto. Todo estaba en orden o eso creía. Frunzo el ceño al ver un auto negro y miro a don José el cual tarareaba una canción.

— Buenas tardes — digo y este me mira, sonríe leve parando lo que hacía.

— Hola señorita ¿cómo está?

— Bien — relamo mis labios.— ¿y ese auto? — mencionó señalando al mismo y él se encoge de hombros.

— A cabo de llegar señorita... Mi mujer me mando por unas cosas a la tienda y cuando llegue ya ese auto estaba.

— Oh, bueno, quizás es de un amigo de mi madre — digo insegura, ese auto me recordaba mucho a dos personas. El de Justin (pero él no porque me acaba de dejar) y el de Nathan...

Joder.

Corro hasta la entrada y abro la puerta, entro en silencio y escucho unas voces en la sala, me armo de valor y entro captando la mirada de mi madre conjunto la de Nathan.

— ¿Dónde estabas? — dice una vez por todas mi madre y me encojo de hombros.

— ¿Qué haces aquí? — miro a Nathan y este suspira.

— Te hice una pregunta Juliett — interrumpe mi madre y la veo, estaba molesta.

— Con Katy — mencionó en un pequeño susurro.

Shots  ➸ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora