No me voy a olvidar de ti. No me voy a olvidar de ti, porque he querido más a esos ojos que a mis propias manos, y eso que con ellas amortiguo cada caída. No me puedo olvidar de ti, porque voy a echar de menos cada mísero momento que he pasado riendo contigo. Porque cuando eres testigo del asesinato, nunca más puedes llegar a olvidar la cara de la víctima.
No me olvidaré de ti. Porque he jurado demasiadas veces que eres el amor de mi vida. Porque he llorado más tu vida, que lo que voy a llorar jamás por alguien. No olvidaré que he puesto nombre a tus brazos y que los he llamado libertad. Porque he sentido estrellas en los dedos cada vez que entrelazabamos las manos, porque no he necesitado jamás planos para construir mi vida junto a ti.
No me puedo olvidar de ti. Porque te he querido a sangre y a fuego. Porque me has curado las llagas de tanto moderme las entrañas. Porque las hojas secas de tanta vida durmiendo se me cayeron el mismo día que tu me dijiste "Te Quiero". No me voy a olvidar de ti. Porque he navegado en muchos mares, me he ahogado en demasiados bares, y ninguno ha conseguido que no acabe pronunciando tu nombre.
Los cañones de este navío nos han explotado en las manos. Y ahora miro a los lados y sólo veo la polvareda que ha levantado este vendaval de miedo. Ya no sé mantenerme de pie en ese punto estratégico que decías que había en los huracanes, en donde no te afectaba su fuerza, ni nada te arrastraba a la muerte. No me olvidar de ti porque no quiero. Porque me pesa más el diez a la espalda, que esta espada que me atraviesa cuando se abre la puerta y la vida me arrastra al paso del tiempo.
Este latido no perdona, y este Te Quiero que te digo ya no llega a su destinatario, pero si permanece en la memoria, y si eso es lo único que queda, es lo único que voy a cuidar. Para siempre.