RECUERDO DE MI INFANCIA:
Se ha ido y sentía que no podía. Como que todo estaba en mi contra. Nada me salía bien. Sabía que hiciera lo que hiciera siempre estaría mal si venía de mí. A veces cuando pierdes a alguien, sea la pérdida que sea, notas que no eres tan fuerte como creías. Parece que todo te recuerda a esa persona ¿No te ha pasado nunca? Cuando más quieres olvidar, más la recuerdas, y no porque quieras sino porque parece que el mundo es un poco hijo de puta cuando le apetece.*A mis 10 años (marcada de forma dolorosa)
Para aquel entonces, me vine abajo. Y es que ya no me quedan fuerzas para soportar lo que me estaba pasando a esa edad.
*13 años (se presenta la depresión)
Y sí. Pasan los años y nunca aprendo. Parece que prefiero torturarme guardandome todo para mí hasta que llega el día en el que el vaso está demasiado lleno y el agua se desborda. Y sabes que? Eso no puede ser bueno. Porque por cada gota que cae del vaso, una gota que sueltas tú por todo lo que te has callado. Me entienden no? Nunca te has venido abajo sintiendo que no hay nada que te levante? Y es que para mí ya se habían acabado los días buenos en mi vida, las buenas rachas. Ya no había nada que valiese la pena.
*Presente
Intenté ver lo bueno de la vida, lo intenté. Siempre lo intento, pero no sé. No sé como explicarles el tipo de vacío que sientes cuando te enamoras, y más cuando parece que a esa persona no le importa. Un tipo de vacío que nada llena. Ni cualquiera. Que estoy harta, que digan que sí, que hay finales felices, no lo niego. Pueden haber miles. Pero parece que esos finales no son compatibles conmigo. Y por eso me alejo de la gente.
Parece que todo el mundo que llega a mi vida, se va. Llegan y no deshacen las maletas. Total. ¿Para que? Si en par de meses se van y me dejan como una estúpida preguntándome ¿Porque se van? ¿Porque me dejan? ¿Porque a mí? Y a la larga me he dado cuenta que el único problema tengo que ser yo y lo entiendo. Todo lo que viene de mí acaba siendo malo. Supongo que al final he aprendido a vivir con ello.
Al final he aprendido que lo que no me ha matado hasta ahora me ha hecho más fuerte. Pero sabes que? Hay veces en las que he pensado que preferiría que me matara, que acabara conmigo. Porque yo ya estoy cansada de ser fuerte.