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CAPÍTULO VEINTIUNO

"¡HOSTIA, QUE HEAVY!" Eso es lo que he dicho cuando me he releído esta parte. De verdad que quería experimentar escribiendo esto de forma diferente después de Becoming a Hunter, pero me da muchísima vergüenza este tipo de cosas a la hora de escribirlas. Por eso pongo la P.D. al principio, aun a riesgo de hacer spoilers. Lo siento si no os gusta esta parte o si pensais que sobra, pero aunque me da vergüenza, también es algo que me parece "divertido" (¿?¿?¿?¿?) escribir. ¡Espero que os guste!

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RETURN TO THE BEGINNING CAPÍTULO SIETE; PARTE TRES

Se giró incómoda sobre la cama, buscando el pequeño cojín que se había agenciado para poder abrazarlo por la noche. En cambió se encontró con un bloque a su lado, un bloque que respiraba profundamente esperando a que ella hablase. Se giró, quedando de espaldas a él mientras recordaba todo lo ocurrido durante aquella tarde.

—Has sufrido un ataque de ansiedad— explicó Castiel junto a ella. Abrió los ojos viendo la luz de la mesilla reflejada en la pared de enfrente—. Savannah...— le llamó esperando alguna respuesta por su parte.

Espero durante un par de minutos a que la chica dijese algo, y después se introdujo en su mente. Necesitaba saber que pensaba, necesitaba saber que sentía. En aquel momento volvía a ser un torbellino de emociones que se sentía incapaz de identificar si no la leía.

"Debería estar totalmente arrepentida de haberme quedado con ellos. Es más que eso, ni siquiera soy capaz de echarle de la habitación. Me he admitido a mí misma, delante de mi hermano y delante de él, que le elegiría por encima de Liam. Le elegiría por encima de mi propia familia. Elegiría a alguien que ha matado a Mia por encima de la poca familia que me queda. ¿Qué clase de persona soy?"

El ángel sintió como su pecho se hinchaba con algo que no había sentido nunca antes. Era como todo lo que había tenido con Savannah durante aquellos días pero aumentado de forma devastadora, como si estuviese a punto de destruirle por dentro. Y se sintió totalmente culpable de que le gustase tanto aquella sensación como Savannah al haber admitido todo lo demás. Trató de devanarse los sesos en cómo expresarle que él sentía lo mismo sin decirla que la había leído, probablemente se enfadaría más de lo que ya estaba.

—¿Recuerdas cuando me has preguntado esta tarde cuál era mi criatura favorita de la creación?— Inquirió, esperando unos instantes, no sólo por si ella decía un "Sí" o cualquier otra palabra, sino para sopesar si realmente quería decir lo que venía a continuación.

Cerró los ojos con fuerza y los abrió completamente, cogiendo aire antes de hablar.

— Tú— sentenció, escuchando como la chica dejaba de respirar a su lado—. Tú, Savannah. Eres la criatura más hermosa con la que me he cruzado en toda mi existencia. Eres el ser humano con más luz, bondad, con más desinterés... La mayor parte del tiempo me siento incapaz de entender si quiera cómo eres capaz de sentir nada por mí... por nosotros— se corrigió, frunciendo el ceño al darse cuenta de su error—. Podría pasarme el día enumerando tus cualidades y no acabaría jamás...

—Me has leído la mente— afirmó la chica, volviendo a respirar a su lado.

Se giró para encontrarse con Castiel observando el techo. Parecía que estuviese mordiéndose la lengua, intentando no meter más la pata. Se había quitado la gabardina y el nudo de la corbata volvía a estar semidesecho sobre su pecho. "Dios, como le odio." Castiel giró su rostro al "escuchar" aquello, haciéndola mirarle de mala manera.

—Lo siento— dijo, esperando que entendiese que no se refería sólo a meterse en su cabeza, sino a lo ocurrido con su hermano.

Al fin y al cabo, si él no hubiese mandado el mensaje a Liam, aquello no habría pasado.