CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE

997 108 8
                                    

●◇●◇●◇●◇●◇●

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

●◇●◇●◇●◇●◇●

HAUNTED CAPÍTULO DIECISÉIS; PARTE UNO

—¿A qué han venido esos gritos? — preguntó Mia cuando Savannah atravesó la puerta de la habitación, acercándose a ella y hablando en voz baja para no despertar a Charlotte que parecía haberse quedado dormida en cuanto había tocado la cama.

James se unió a ellas, ambos cruzándose de brazos, curiosos por lo que les tuviera que decir.

—Le hemos hecho enfadar— explicó la castaña.

—¿Por qué no me extraña? — inquirió Mia, haciéndola sonreír.

—Ya me conoces, no puedo evitar abrir la boca— bromeó. La morena miró por encima de su hombro en dirección a su hija y les hizo un gesto a ella y a su marido para salir de la habitación.

—¿Hay algún sitio donde podamos hablar? — preguntó una vez fuera del cuarto, escuchando la voz de Chuck en la habitación que estaba junto a la suya, cantando a grito pelado. Ninguno se sorprendió al darse cuenta de que lo hacia realmente bien.

—En la cocina— respondió Savannah echando a andar—. Dean está en el hall con el ordenador, y Sam se ha metido también en su cuarto, así que no creo que nos molesten.

En pocos minutos atravesaron el búnker, llegando a la cocina y sentándose en la mesa que había en el interior. Savannah se sentó en un lado y James y su hermana se situaron en frente de ella.

—¿Qué ha ocurrido? — está vez fue James el que habló primero.

Él no era desconocedor de lo que Savannah hacía. Antes de casarse con Mia, esta había decidido contarle a lo que se había dedicado, y aquello implicaba contar que el resto de su familia había hecho lo mismo que ella. James no se lo había tomado a mal, pero prefería saber lo mínimo posible de toda aquella parte de la realidad, como si desconocerla pudiera hacer que fuera menos cierto o pudiera apartarle del peligro. La castaña tomó aire antes de empezar a hablar.

—Esa cosa que... cubrió el cielo el día en que estaba en vuestra casa— dijo mirando a Mia, que era con la que al fin y al cabo se había encontrado en aquellos momentos—. Era lo que se llama la Oscuridad, también conocida como Amara.

—O como la hermana de Dios— comentó la morena.

—O como la hermana de Dios— afirmó Savannah, repitiendo las palabras de su hermana.

—¿Cómo? — inquirió su cuñado—. Me refiero a por qué ahora, ¿cómo consiguió salir la hermana de Dios de dónde fuera que estuviera?

Mia frunció los labios, ella ya sabía la respuesta y Savannah ni siquiera había tenido que decírselo, pero probablemente, para James, los Winchester no eran tan conocidos ni tan nombrados como para su hermana.

HAUNTED ▸ SUPERNATURAL #FANDOMAWARDS2K17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora