Estoy furiosa, no puede ser que haya hecho esto, y podría apostar a que fue Jorge.
Le podría llamar a Hanna para que me trajera algo de ropa pero deje mi teléfono en la habitación y no puedo salir en ropa interior porque justo ahora es cuando todas las chicas llegan a sus respectivas habitaciones.
No puedo sacar las batas porque lo toman como robo y me suspenderían, no puedo dejar que hagan eso el primer día de clases.
Tomo lo único que tengo y me lo pongo, es increíble, no puede ser que pase esto.
Me asomo por la puerta que da al pabellón de las mujeres y efectivamente, veo como 30 chicas paseando por los pasillos.
No tengo otra opción, le pido a una de las chicas que está más cerca si me puede prestar algo de ropa, pero lo único que hace es torcer lo ojos y darse la vuelta.
Salgo por la derecha como indicaron en la nota, por suerte no hay nadie, observó y veo el pasaje que da a las duchas de los hombres, antes de entrar alcanzó a ver que hay dos chicos entablando una conversación, pronto uno de ellos se va.
Seguramente él es Jorge, así que abro lentamente la puerta y me aproximo rápidamente a donde ellos tienen toallas, justo en el momento en el que estoy tomando una alguien llama mi nombre.
-Vaya Itzel, no pensé que cuando te volviera a ver sería así- instintivamente me cubro con la toalla que tome y veo a Diego sonriendo con unos shorts y una playera blanca mientras se secaba el cabello con una toalla.
Mi cara debe parecer un tomate, y debo verme demasiado ridícula, miro hacia los lados esperando ver mi pijama pero no está.
-lo siento... Alguien se ah llevado mi ropa y...-
-Haha vale, todos nos han gastado una broma alguna vez- en ese momento se quitó la playera blanca y me la ofreció- Toma, póntela mientras te regresan tu ropa, me la puedes regresar mañana, te ayudaría a buscar, pero el subdirector quiere hablar conmigo.
-gracias, no tenías... Gracias-
-Nos vemos mañana
Y salió dirigiéndose hacia el pabellón de los hombres, me metí a un vestidor de los hombres y me puse su playera, en mi parecía un vestido. Salí del vestidor, deje la toalla en su lugar y empecé a buscar si había alguien más.
Después de un rato de que nadie apareciera en esa sección decidí abrir la puerta que daba hacia las regaderas, había una ocupada así que espere ahí hasta que quien estuviera ahí saliera.
Unos segundos después se abrió la puerta y salió un muchacho fornido con una toalla colgando de la cintura.
-hola Itzel
-dame mis cosas Jorge- repuse extendiendo mi mano.
-excelente, finalmente te acuerdas de mí, y dime, ¿cómo llegaste a eso?
Me estaba poniendo muy molesta así que no conteste y solo lo mire fijamente.
-vamos Itzel solo era una broma de bienvenida- sacó mi pijama de una maleta que llevaba y me la entregó.
-Gracias... Idiota- y salí hacia el pabellón de los chicos, pues no me importaba que me vieran, solo quería salir de ahí.
Me arrepentí de haber hecho eso, todos los chicos se me quedaron viendo al ver que salía de ahí casi desnuda y que pocos minutos después hubiera salido Jorge.
A la mañana siguiente ni siquiera quería salir de la habitación, pero no podía ocultarme ahí para siempre así que me vestí y me fui a desayunar junto con Hanna.
Al entrar al comedor todos voltearon a vernos y se quedaron en silencio, algunos susurrando o riendo.
Esto no puede estar pasando. Hanna tomó mi brazo y me obligó a seguir caminando, tome mi desayuno y nos fuimos a sentar a una de las mesas más alejadas, poco después Aaron se unió a nosotras, estuve un rato con ellos, pero me sentía bastante rara, era como si sobrara ahí, así que acabe mi desayuno lo más rápido que pude y le dije a Hanna que la vería después.
Al salir del comedor me topé con Eric.
-bueno Itzel, si te gustaba Jorge solo tenías que decirlo.
-es que no me gusta ¿Qué no lo entienden? ¡No ha pasado nada entre nosotros!
-Bueno, entonces supongo que nos vemos el sábado- me guiñó un ojo y se alejó.