Lo vi alejarse por el pabellón de los chicos, hasta desaparecer después yo di media vuelta y entre a mi habitación, Hanna estaba sentada en el escritorio haciendo quién sabe qué cosa. Al escucharme dio vuelta con la silla giratorio y me sonrió, llevaba sus lentes de pasta negra cinco ves es más grandes que sus ojos:
- ¿ como te ha ido en tu cita guapa ? - dijo levantando las cejas de forma picara - ese chico ... Eric, ¿es divertido ?
Bien, era momento de decirle a Hanna lo que había sucedido en verdad:
- pues, veras, en realidad Eric nunca llegó, me dejó plantada
- ¿ es en serio ? - dijo de forma indignada como si fuera ella a quien le hubieran hecho pasar esa vergüenza
- Sip- dije exagerando el sonido de la "p"
- Entonces... ¿donde has estado todo este tiempo ?
- Pues ... Diego estaba cerca y me ha invitado a salir con el, hemos ido al Puente de Brooklyn
Hanna frunció el ceño y asintió dándose la vuelta de nuevo, dejando de lado el tema.
Me quité mi ropa y me puse la pijama, trence mi cabello y me quite el maquillaje, hecho eso me acosté y caí profundamente dormida, había sido un día bastante largo.
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Despierto muy temprano ya que estoy acostumbrada, en la granja ya estarían todos levantados. Veo la hora en el despertador y me doy cuenta que apenas son las seis de la mañana, como e domingo lo más seguro es que no haya mucha gente despierta.
Me pongo unos shorts de licra, una playera y mis zapatillas de correr, deshago la trenza y me hago uns coleta alta, pongo algunas cosas en mi maleta y me dirigo al gimnasio para correr un poco. Al salir me doy cuenta que Hanna se ha quedado dormida en el escritorio.
Tomo las escaleras, ya que casi siempre que tomo el ascensor me encuentro a alguien, y no estoy de mucho humor para tener que soportar a alguien como Jorge. No era por nadie, solamente es mi humor normal de los domingos.
Aún que de cierta forma, alguien si tenía la culpa, y era Diego, con sus labios en mi mejilla y la forma en que dijo esas palabras, no se, estaba empezando a sentir algo, y no quería eso.
Al llegar al gimnasio, tomo la primera caminadora, estaba complacen vacío, ni un alma , ¿acaso nadie era madrugador aqui ?
Corro por un rato, absorta en mis pensamientos hasta que me di cuenta de que es suficiente por hoy. Me bajo y me dirijo a las regaderas, pero al pasar por el salón de Peso, escucho risas y no puedo evitar ver de quién se trata, me llevó ya gran sorpresa:
Diego y Jorge platican muy animadamente como si fueran amigos .
Qué raro. Muy raro.
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Cuando llegó ya completamente vestida a la puerta del cuarto, escucho que alguien me llama, volteo y veo que es Eric de quién se trata:
- hola - digo con una sonrisa - ¿ porque no has ido anoche ?
- Pues - dice de forma traviesa- no te ofendas pero ... no eres mi tipo, en cambio si el de Diego
- ¿ que ? - sigo riéndome aún que mis mejilla se en estar ardiendo
- Pues yo sabía que Diego va a ese lugar los sábados por la tarde y, fue todo parte del plan.
- Oh bueno, está bien
- Si y lo siento mucho
Dicho eso se marcha. Después inserto la llave en la cerradura de la puerta y abro, Hanna se ha movido ya a su cama y está viendo su celular:
- buenos días - digo de forma cantarina
- buenas días madrugadora, ¿ a donde has ido ?
- he ido a correr un poco
- oh ya, seguro eras la única ¿no ?- dice bajando su celular
- pues no tanto- digo- he escuchado a Jorge y Diego ... hablando... uno con el otro
Ella frunce el ceño nuevamente de la misma forma que lo ha hecho ayer... la conozco ya un poco y sé que sabe algo
- habla - digo - ahora
- ammm no es nada
- dilo - digo esta vez en un tono más amenazante
- es solo que ... el día que sucedió el incidente de la ropa, el estaba justo antes y te salvó y ayer estaba justamente cerca del árbol, es como si ya supiera todo lo que va sucederte ¿ no crees que es muy raro ?
Si, si lo era
