Capitulo 30

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El sol entra por las cortinas de una ventana que para mí es totalmente desconocida.  Con solo el abrir de un ojo, mi cabeza sufre un dolor terrible, se oye movimiento del otro lado, y cada paso se oye como si marcharán 500 soldados a la vez.

Una borrachera es increíble en todo sentido, hasta que llega la resaca, una de las peores sensaciones del mundo, es como si todo siguiera girando y no puedes escuchar ruido no ver la luz porque entonces sufres uno de esos terrible dolores de cabeza como el que yo estoy sufriendo en este momento.

No recuerdo nada de lo que sucedió ayer, lo ultimo que recuerdo es que todos nosotros entramos al Green House ... y de eso nada, todo está borroso, bueno, no olvide totalmente todo, eso nunca pasa, pero recuerdo muy pocos fragmentos y lo demás ... solo son huecos en mi memoria.

Escucho que la puerta de aquella habitación desconocida se abre y posteriormente se cierra, y después de eso ya no escucho nada más que silencio.

No me quiero levantar pero sé que debo hacerlo, así que me recargo en la cabecera de la cama y abro lentamente los ojos, cuando mis ojos por fin se adaptan a la luz, veo que es una habitación muy diferente de las demás.
En vez de tener tres camas, como son normalmente, está solo cuenta con una. Es muy oscuro a pesar de que la luz se cuela por las ventanas y es más pequeña que las demás.

En ese momento la puerta vuelve a abrirse y alcanzó a ver a Diego entrando en el cuarto con un café en la mano.

Al verme despierta el sonríe y dirige su mano junto con el café hacia mi.

- aquí tienes borrachilla

Inmediatamente mis mejillas ganas color, sabrá Dios que cosas habré hecho para terminar en esta situación. Nota mental: no más borracheras.

- Gracias - dije en apenas un murmullo mientras extendía mi mano y tomaba el café que me daba, le doy un sorbo y sé que está delicioso, al parecer esto me hace ganar confianza ya que nada más abro la boca, y un vomito verbal sale de mi - en realidad, lo lamento, no sé qué cosas habrán pasado anoche ni que he hecho ni la razón del porque me he puesto a tope con los tragos, y hablo en serio, no recuerdo absolutamente nada...

Todo eso sale de mi con una velocidad increíble hasta que pierdo el aire y entonces tengo que respirar y suspirar.

- Tranquila, que yo sepa no has hecho nada malo, y además, todo el mundo se ha puesto así alguna vez.

El termina la frase ahí bajando la voz y por una extraña razón se extiende un silencio sepulcral y el momento se torna incómodo. Así que me levanto de la cama decidida a irme.

- Bien, pues gracias,  por cuidarme y atenderme... ammm tengo que irme.

- Ammm claro - dijo mientras se rascaba la nuca- hasta luego Itzel.

- hasta luego - dije mientras cerraba la puerta detrás de mi.

Estaba decidida a comenzar a andar hacia el pabellón de las chicas, ya que si alguien me encontraba aquí, estaría en serios problemas,  usando sentí que un par de ojos me miraban atentamente, levante la mirada y vi los hermosos ojos de Jorge mirándome desde una corta distancia, podía ver reflejada la furia en sus ojos, aún que era más allá, en sus ojos no se veía más que rabia.

- que bien Itzel, puedo ver que ahora es Diego quien te ... satisface- al pronunciar esa palabra la soltó con tanto desprecio que prácticamente me sentí insultada

- ¿se te olvida acaso que fuiste tú quien me quería solamente para jugar un rato y luego botarme a la basura ?  No me vengas con que ahora te importa demasiado lo que haga de mi vida.

- es estupido Itzel que quieras olvidarme solo con el - dijo muy muy enojado - pero más estupida eres tú - bien, auch- por pensar que ese idiota te dará lo que yo puedo darte además de que no está bien que te andes regalando a cualquiera ...

Eso en serio dolió, pero más que nada me hizo enojar, y mucho ...

- no, basta, el estupido eres tú, por creer que sigues importándome, seamos sinceros Jorge, ni tú ni yo sentimos nada, sólo fue un juego - y aún que sabía muy bien que no tenía nada de cierto esas palabras, se sintió muy bien decirlas - y solo para decirte que a ti te importa un pepino lo que yo haga con mi vida porque yo si quiero hago de mi culo un jardín.

Y entonces salí de ahí, muy molesta pero a la vez con una sonrisa porque sabía que había ganado esta victoria, pero más que nada no pude evitar sentir una gran alegría dentro de mi, al saber que Jorge estaba celoso de Diego, porque eso solo quería decir una cosa.

Jorge SI me quería.

Itzel still loving...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora