Capitulo 19.

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Es viernes, por fin.
Finalmente hoy nos libramos de los exámenes.
Hoy tengo examen de español, no está tan mal porque me va bien en esta materia así que no tengo que esforzarme demasiado en estudiar.

Toda la semana evité a Diego...
Con Jorge... Bueno, está en mi clase de educación física así que no hay mucho que hacer.

Todavía ronda por mi mente lo que pasó el otro día. Aún no puedo creerlo. Diego me besó, y me reveló que le gustaba. Si, lo admito a mí también me gusta, pero no puedo, no estoy en este internado para enamorarme.

Después de que Diego me dijera que le gustaba y llegó Jorge los dos se saludaron. Pero... Había cierto distanciamiento en ellos, no parecían ser los amigos que Hanna me había dicho... En fin, fue vergonzoso. Hubieron unos segundo en que los dos se me quedaron viendo. ¿Qué? ¿Qué tanto tengo de interesante? Fueron eternos esos segundo hasta que Diego recibió un mensaje y se despidió brevemente retirándose, dejándonos a Jorge y a mí solos. Lo único que recordaba en esos instantes era como me había quitado el antifaz, y por unos minutos no fue el chico arrogante e idiota de siempre. Pero rápidamente se arruino eso.

-Que bien te vez hoy Itzel.

-Nunca me dijiste a donde fuiste a mitad de la fiesta de Halloween.-resoplé algo molesta.

-¿y... Acaso tenía que decírtelo?

-¿Qué siempre tienes que actuar como un idiota?

-Mira Itzel, te diré una cosa. Antes era un chico de por ahí, luego me cure.. Y ahora... Soy perfecto.

No respondi nada. ¿Tan tonto es? ¿Qué diablos pasa por la cabeza de este hombre? Oh comprendo, lo que pasa es que la tiene completamente hueca.

Al parecer Jorge lo hizo a propósito porque empezó a reír de la expresión que hice.

-tranquila Itzel, solo estoy jugando.- dicho eso me dio unas palmadas en el hombro y se alejó.

~ • ~ • ~

Suena la campana. Genial. Hora de examen. Llegué al salón y la profesora nos entregó dos hojas de papel con bastantes preguntas. Afortunadamente sabía la mayoría de ellas así que lo conteste y salí del salón.

Unos minutos después me encontré con Hanna en el patio. Al parecer se había saltado la clase de educación física.

-¿Qué tal te fue chica?

-¿perfecto y a ti?- pregunté con una gran sonrisa

-bueno, definitivamente esto es mejor que clase de educación física. Pero oye, cambiando de tema hoy es último día de clases y...- en ese momento se calló. Tomó sus cosas y me dijo- te veo en el descanso, suerte con lo que viene.

Y se retiró antes de que pudiera decir algo, así que la iba a seguir pero una mano tomo mi brazo. Me giré y vi que tenía a Diego delante.

-Hola...- dije al ver sus ojos azules que buscaban los míos.

-Ah... Hola que tal?- dijo y rascó su cuello. Qué lindo es cuando hace eso... No, no, Itzel tú no pensaste eso.

-Em... Bien gracias.-y no dije nada más.

-Haha vaya, no pensé que estaría tan nervioso al venir a hablar contigo.- no sé qué responder a eso, así que solo río ligeramente y le sonrió.- eh... De hecho venía a preguntarte algo.

-claro dime.

-Bueno, se vienen vacaciones y... El cumpleaños de mi hermana es el 21 de diciembre, voy a ir con mi familia a pasar la Navidad, pero ese no es el caso. Lo que pasa es que generalmente nunca hacemos mucho porque su cumpleaños está muy cerca de Navidad, y este año ella me ah ayudado mucho con... Algunas cosas y quería llevarle algo, pero no se que, y como tú eres una chica pensé que podrías ayudarme.

No esperaba eso, que lindo es... No Itzel, basta. Bueno en fin, yo pensaba que iba a querer hablar del beso, pero no es así.

-Claro-declare animada y con una gran sonrisa.

-Gracias Itzel. Eh, ¿te parece si nos vemos aquí mañana temprano?

-claro, aquí estaré.

~•~•~•~•

Me levante y me duché, desayune algo ligero junto con Hanna y después me despedí para ir con Diego. Llevaba una bolsa con mi celular y algo de dinero, pues pensé que tampoco estaría mal llevarle algo a mi familia.

-Hey.- anuncié. Diego estaba sentado en una banca dibujando algo. En cuanto me escuchó cerró su cuaderno y me sonrío.

-bien... ¿Nos vamos?- preguntó y yo asentí.

Diego aparcó en un estacionamiento que estaba enfrente de la plaza.

Bajamos y cruzamos hasta ahí, vimos algunas tiendas, pero ¿Cómo podría ayudarlo a elegir algo para su hermana si no conocía sus gustos?

-dime, ¿Cómo es tu hermana o que le gusta?- pregunté mientras yo veía unos collares dorados y el paseaba por la tienda que estaba prácticamente vacía.
Esos collares me recordaban uno que había comprado hace poco, pero no recuerdo para que.

-eh... Pues tiene quince años, físicamente tiene el mismo cabello que yo , solo que sus ojos son grises y respecto a gustos... Le gusta todo lo que tenga que ver con comida.-sonrío y yo lo voltee a verlo alzando una ceja.-Lo digo enserio. Su habitación está lleno de comida, su pared tiene una gran sandia y todos sus calcetines tienes pizza o hamburguesas. La mochila que usa para ir a la escuela es de una piña.

Yo asiento con la cabeza y río.

Al final salí comprando un collar delicado con una cadena dorada y una piedra hasta el fina para mí madre.

-Diego... Esto es perfecto.-digo después de entrar a otra tienda. El se acerca a mí por detrás y susurra en mi oreja.

-creo que fue una buena idea venir contigo.- sé que lo que dijo no tiene nada de especial pero al sentir su aliento y sus labios rozar mi oreja me sonroje tanto que voltee a ver otra cosa que había a lado.

Al final Diego compró eso para su hermana, le va a encantar. Es perfecto!
Salimos de la tienda con nuestras compras ya que yo aproveché y le compre unos calcetines a mi hermano y a mi padre. No es mucho pero...

Nos sentamos fuera de un café, él tenía un café negro frente a él y yo como siempre un Frappé de vainilla.

En la tarde regresamos al instituto. El ambiente de las vacaciones se sentía. Todos partirán a sus casas a partir de el lunes e irán a pasar su vacaciones con sus respectivas familias.

-Por cierto ¿Dónde irás a pasar tus vacaciones?- me preguntó Diego mientras caminábamos por la entrada del instituto.

-iré a Filadelfia ¿y tú?

-eh..  En una pequeñita ciudad de Texas.-susurró, al parecer no se sentía muy cómodo hablando de eso y no se porque, así que pensé en cambiar de tema y justo en eso recordé.

-oh no... Mañana es el cumpleaños de Hanna y no eh hecho nada.- y en ese momento recordé aquel collar que había comprado para ella.

-tranquila, veamos qué podemos hacer.- y me miró con sus ojos azules haciéndome sonrojar y perder el sentido común por unos segundos.

Itzel still loving...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora