Capitulo 17

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El no dice nada, solo me mira con su sonrisa... Pero hay algo... Esta vez... En este instante... no parece el chico arrogante que vi cuando llegué aquí, si no que veo al Jorge que conocí, el Jorge del que me enamoré hace mucho tiempo.

Unos segundos después de la conmoción se vuelve a poner la música y todos vuelven a bailar.

Yo no sabía qué hacer, pero en ese momento Jorge se acercó y tomó mi mano, me llevó hasta la puerta de entrada al club. Me miró a los ojos y me preguntó

-¿quieres caminar?

Yo asentí con la cabeza y nos alejamos del club tomados de la mano.

Al principio nadie dijo nada pero al cabo de un rato se rompió el silencio.

-lindo vestido-pronunció Jorge, y lo único que salió de mis labios fue un "gracias"

Transcurrieron unos minutos mientras me esmeraba en pensar que podría decir.

-Nunca fuiste a despedirte- me dice Jorge. Como ve mi cara de confusión aclara.- me retrasé todo lo que pude mientras empacaba y subía mis cosas al auto que nos llevaría al aeropuerto, tenía la esperanza de que llegaras ahí, pero nunca lo hiciste. Y cuando el avión despegó... Bueno, sabía que ya no llegarías.

No esperaba que dijera eso, por un segundo me quedé desconcertada procesando todo lo que acababa de decir, solté su mano y gire mi cabeza para verlo, pero él no volteó, siguió mirando al frente.

-Yo... En verdad lo siento- susurré

-Fue una sorpresa verte aquí. Cuando entraste al pabellón de los hombres y fuiste hacia mi estancia no sabía qué hacer, al principio creí que solo eras una chica tonta, pero después de pensarlo un poco no me extrañó que estuvieras ahí, eras muy brillante desde pequeña...

Habíamos llegado al final de la calle. Estaba todo vacío y solo brillaba la luz de los semáforos

- - -

Al día siguiente me levante temprano, pues aunque me haya dormido hasta muy tarde no pude conciliar el sueño mucho más. Fui a las regaderas y tome un baño.

Al regresar Hanna seguía dormida así que le deje una nota

Voy a salir. Regresó más tarde.

Tome mi bolso con un poco de dinero, mi celular y salí de la habitación.

Hacia un día soleado y casi no había nubes así que decidí ir a un mall que había cerca a comprar cosas como un cepillo de dientes o un regalo para el cumpleaños de Hanna que sería pronto

Me perdí unas tres veces antes de dar exactamente con el mall. Compre las cosas que iba a necesitar, y después visite unas cuantas tiendas hasta que elegí un lindo collar dorado que al finar tiene una piedra, que según el vendedor es Caliza.

Pasé a Starbucks por un frappé de vainilla y cuando iba saliendo del lugar con mi café en una mano y las bolsas con mis cosas en la otra vi a Diego caminar hacia acá, así que me escondí rápidamente detrás de un pequeño arbusto que había en la plaza.

Me disponía a irme lo más rápido posible de ahí, pero una de las bolsas de plástico se rasgó con las ramas del arbusto y todo se calló. Por suerte cuando Diego volteó logré agacharme, y aunque se quedó unos segundos revisando el área se dio la vuelta y siguió caminando hacia el café.

Mientras empezaba a recoger todo lo que se había caído de la bolsa escuché alguien que gritaba.

-Hey! Diego ¿qué al te va Ahora en la mira del subdirector después de nuestro pequeño incidente?

Me paré en seco y levanté un poco la cabeza. Diego abrazaba amistosamente a un chico alto, bastante musculoso y de cabello negro azabache.

-Vaya Alex. No volvimos a oír desde...

Tomé rápido mis cosas, las traté de meter en otra bolsa, me paré y me aparté  lo más rápido que pude.

Pase el resto de la tarde en el jardín paseando por ahí y conversando con Hanna, estábamos en unas bancas cuando mi teléfono vibró.

Bueno Itzel, la verdad es que... Esconderte de la gente no es lo tuyo.
Atte: Diego

Increíble.

Itzel still loving...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora