Es solo un mes más. Un mes más de clases y saldremos de vacaciones navideñas. Iré a la granja con mis padres ya que mis abuelos irán a visitarnos.
Me repito aquella frase unos cientos de veces hasta que la clase termina, y entonces por fin puedo volver a la habitación a dormir como un oso ya que Hanna saldrá con su novio un rato.
Cuando subo el elevador va lleno por lo que decido tomar las escaleras, cuando escucho mi nombre:- Itzel ... espera un segundo- doy media vuelta y veo que es Diego - entonces ... ¿recibiste mi mensaje?
Mis mejillas se llenan de color automáticamente, no me agrada mucho la idea de tener que hablar sobre ese día.
- pues ... si
- aaa y ¿ me dirás porque te escondías ?
- pues ... me dio vergüenza
- vergüenza - dice resoplando- cómo podría una chica tan linda como tú sentir vergüenza-Mis mejillas ganan aún más color - no te sonrojes Itzel, seguro te lo dicen a diario.
- la verdad es que no - digo cabizbaja
- pues entonces todo el mundo debe estar muy ciego.El baja la mirada a mis labios mientras dice eso de forma lenta, el se acerca lentamente mientras entreabre sus labios, unos labios que se ven muy lindos, nuestras narices se tocan y nuestros labios se rozan y entonces ...
"Todos los alumnos al auditorio"
Suena por todos los pasillos, Diego y yo nos alejamos velozmente, desviando nuestras cabezas a lados opuestos nos, volteamos a ver una vez más antes de tomar cada uno su camino hacia el auditorio; por supuesto, tomamos caminos diferentes.
Me dirijo el auditorio con mi mente pensando en aquel momento que acababa de vivir; jamás había sentido esa electrizante corriente que corrió por mi cuerpo; la intensa adrenalina que sentí al rozar sus labios con los míos metido en todo eso me di cuenta de algo, me estaba empezando a gustar Diego.
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Después de unos veinte minutos ya todos los alumnos estaban sentados alrededor del escenario que formaba el auditorio, en el centro se encontraba una mesa donde estaban sentados el director, el subdirector y un señor alto con el cabello blanco y traje negro a quien yo no conocía; platicaban mientras Susie les llevaba botellas de agua o repartía algunos papeles. Finalmente el director se levantó de su silla y comenzó hablar:
- queridos estudiantes de este prestigioso colegio; queremos informarles que gracias al señor Willson, quién es un importante donador para esta institución, hemos decidido hacer un cambio en el programa de materias estudiantiles, agregando algunas materias, las clases se comenzarán a impartir una vez que tengamos el material e instalaciones necesarias. Las materias nuevas serán gastronomía, música, artes marciales, alemán y por último Turismo. Los horario se les harán comunicar después, ahora pido un fuerte aplauso para el señor Willson...
Mientras todos aplaudían y le daban las gracias, yo no podía dejar de pensar que ese señor no me inspiraba ninguna confianza, menos mal que no tendría que ver nada con el.
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Al salir del auditorio, fui a mi habitación hasta que Diego volvió a aparecer.
- Itzel, ¿podríamos hablar de lo que sucedió antes...?- dijo mientras se frotaba la nuca, me había dado cuenta que era la expresión que hacían los chicos cuando estaban nerviosos, y me agradaba que él estuviera nervioso.
- Diego... lo de hace un rato fue algo lindo, pero no quiero sentir algo que no debo.
- pero... tú me gustas
Estaba a punto de responderle con algo exactamente igual, hasta que escuche una voz que me devolvió de golpe a la realidad.
- Hey Itzel, no te he visto desde la fiesta de halloween.
Jorge se acercaba de una forma gloriosa por el pasillo, y me recordó todo, cuando éramos niños y jugábamos a las escondidas o al avióncito, la forma en que jugábamos, y como yo lo veía, de la forma en que él nunca me vio.
Me gustaba Diego, pero por poco olvido que eran los mismos sentimientos hacia el que hacía Jorge