Jorge
Parte 2
Comencé a adentrarme en el incendio, todo era un caos. Me quite la chaqueta y la puse en mi cara de modo que cubriera mi nariz.
Camine unos cuantos metros hasta que vi la figura de una chica resbalando por el suelo, me acerqué rápidamente a ella. Era Abby. La tome en mis brazos y la cubrí con mi chamarra, tenía quemaduras por toda la cara y los brazos. Intenté salir de ahí pero una de las vigas que sostienen la pared se desplazó y me impidió el paso. Intenté buscar otra forma de salir, pero el humo me estaba sofocando, la cabeza me daba vueltas y no veía con claridad.
Volteé hacia la derecha y vi cómo uno de los cuadros que colgaban de la pared caía al suelo, inmediatamente otros le siguieron. Los cristales de estos salían volando por los aires, me puse de espaldas a ellos para que no le cayera ninguno a Abby. Segundos después sentí como un pedazo se enterraba en mi espalda, justo debajo me mi hombro.
El dolor me estaba haciendo perder la conciencia, sentía como salía y salía sangre de mi espalda, pero no podía sacar el cristal, estaba enterrado...
Empecé a escuchar el sonido de varias personas y la típica alarma de los bomberos. Grité hasta que ya no me salía la voz, tosía y gritaba. Finalmente vi a una persona acercarse, detrás de esta aparecieron unos diez hombres y con algunas cosas lograron sostener la viga el tiempo suficiente para que yo pudiera pasar con Abby.
Después de eso todo es borroso... Recuerdo haber salido del edificio con Abby entre mis brazos, las ambulancias llegaron y se la llevaron, intenté ir con ella pero al final me sedaron para que dejara de luchar.
Desperté unas horas después en un hospital. Tenía vendado el hombro y una enfermera me informó que había recibido puntos en la espalda donde se clavó el cristal, había dado en una vena y había perdido mucha sangre.
Al día siguiente dejaron pasar a mis padres. No les dije acerca de la broma, aunque sabía que pronto se enterarían. Les dije que estaba bien y al cabo de un rato se marcharon.
Unas horas después llegaron Diego y Erick. Se les veía preocupados, pero no caería en su juego, lo habían echado todo a perder y por su culpa había gente herida.
-Te ves horrible- dijo Erick intentando romper el silencio. Yo solo lo fulmine con la mirada.
-Mira hermano...-Empezó Diego, pero lo interrumpí
-¿Dónde está Alex?- pregunté cortante
Diego y Erick se miraron, finalmente Erick contestó:
-Estuvo en el hospital todo el día, se fracturó un brazo mientras sacaba a Meghan y a...- Erick volteó a ver a Diego y esté bajó la vista- pero ahora está mejor, solo que... Ya no estudiará más en "la élite" y... Es probable que nosotros tampoco. Es cuestión de tiempo para que unan clavos y se den cuenta de que ayudamos.
A la mañana siguiente el doctor me dio varios informes acerca de mi estado, aunque en realidad no le presté atención. Me dijeron que podría salir esa tarde.
Antes de salir del hospital pasé a la habitación donde se encontraba Abby. Sus padres estaban afuera y su madre no paraba de sollozar. Cuando entré al cuarto comprendí por qué.
Abby estaba en una camilla al centro de la habitación, tenía tubos conectados por los brazos y su cara... Estaba completamente desecha, quemada...
Estaba furioso, golpeé la pared, esto ah sido nuestra culpa. Si no fuera por nuestra estupida idea Abby no estaría así.
Y ese maldito cabron... Sabía que era parte importante del plan. Y lo había hachado todo abajo.
En ese momento no pude evitar pensar que Abby era ella... Sentí una lagrima asomar por mis ojos pero la quité y salí de ahí aún más enojado.
