Entré a la fiesta y era alucinante, había humo por todas partes y colgaban candelabros antiguos con velas colgando del techo. Había varios hombres que pasaban con charolas en las manos, algunos llevaban bebidas de colores, y otros bocadillos, la música salía de unas bocinas parecidas a calabazas y absolutamente todos llevaban una máscara.
Me concentré en buscar a Hanna, pero con toda la gente usando un antifaz y humo por todos lados era difícil ubicar a una persona, solo logre ver a lo lejos a Aaron pero cuando llegue a él Hanna no estaba y cuando voltee a ver a los lados el ya se había esfumado.
Estuve un rato buscándolos y tomé mientras tanto una bebida que en el fondo era morado y de manera que ascendía se volvía verde. Cuando la probé sabía bien, pero después de unos cuantos sorbos me empalagó demasiado, así que la deje en una mesita que encontré por ahí. Después decidí pasar al los baños a comprobar si mi peinado seguía bien, cuando entré por suerte no tenía humo y la luz iluminaba bastante bien, me retoqué el labial, y cuando me disponía a salir Hanna entra riendo y en cuanto me vío sonrío.
-¿dónde estabas? Te hemos estado buscandooooo.-sonríe, me toma del brazo y salimos hacia la fiesta.
Estuvimos como una hora bailando y paseando por ahí cuando le dije a Hanna que saldría un rato a tomar aire. Decidí salir porque pensé que Hanna y Aaron no querrían que yo estuviera ahí haciendo un mal tercio, a la vez fue buena idea salir porque el humo me estaba mareando.
En el jardín del club había una pequeña área a lo lejos con unas bancas bastante descuidadas, así que las sacudí y me senté.
Unos minutos después llegó un chico con smoking y se sentó a mi lado, sacó una botella de vodka y se puso a beberla, unos minutos después se dio cuenta de que estaba ahí y empezó a gritarme.
-...¡no tienes derecho a decir nada! Eres fea y tu vestido es un asco, llamaré a al policía si sigues viéndome así, tengo un futuro ¿si?
Inmediatamente me levanté y empecé a retroceder cuando choqué con algo, cuando me giré vi a otro chico detrás mío.
-¿estás bien?- por un momento creí reconocer su voz pero un segundo después el hombre que se quedo ebrio en la banca dejó caer su botella, se acomodó en la banca y se quedó tranquilamente dormido.
-será mejor que nos vayamos- el chico tomó mi mano y me llevo adentro, se acerco a mi oreja y gritó -¿quieres bailar?
Apenas lo pude escuchar por el volumen de la música, pero acepte y fuimos al centro de la pista.
Pasaron unas cuatro canciones cuando pusieron una más lenta, inmediatamente se formaron varias parejas. No tenía ganas de bailar tan cerca de un extraño, pero pensé que sería grosero irme, así que coloqué mis brazos al rededor de su cuello y el posó sus manos en mi cintura.
A mitad de la canción, no quisiera admitirlo, pero lo estaba disfrutando, se paro de repente la música y la voz de una mujer sonó a través de las bocinas.
-bueno, creo que es hora de quitarnos la máscara y descubrir quién está frente a nosotros ¿listos?
Todos estaban en silencio cuando la voz femenina que provenía de las bocinas empezó a contar.
-3...
Y justo cuando la voz pronunció el número dos, el chico con el que estaba bailando hacía unos segundos pasó una mano por detrás de mi cabello y deshizo el nudo de mi antifaz mientras que con la otra lo sujetaba del frente.
Después de eso, exactamente en el número tres yo desprendí la suya.
