23. Choques

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Mantuve mi mirada hacia el frente hasta que sali de mi pequeño trance asi que tome un par de servilletas de la meseta para comenzar a limpiar la pared pero solo logre mancharla más asi que me di la vuelta y comencé a caminar a mi habitación al lle...

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Mantuve mi mirada hacia el frente hasta que sali de mi pequeño trance asi que tome un par de servilletas de la meseta para comenzar a limpiar la pared pero solo logre mancharla más asi que me di la vuelta y comencé a caminar a mi habitación al llegar fui al baño y me deshice de mi ropa para poder bañarme y aun sorprendida de lo que había sucedió comencé a lavarme el cabello con la mira clavada en la pared.

–¡Alaska!–escuche a Andre gritar mi nombre pero no respondí–!¡Alaska!–grito de nuevo escuchándose cada vez más cerca–Alaska–llamó a mis espaldas.

–Lárgate, Andre–le pedí sin siquiera mirarlo.

–¿Estas bien?.

–¡Lárgate!–grite. Lo escuche maldecir pero no tuvo mas remedio que irse.

Al salir del baño actúe como si nada hubiera sucedido no quería que esto arruinara mi noche así que comencé a reglarme para al final colocarme ese hermoso vestido azul con decorados blancos que había elegido

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Al salir del baño actúe como si nada hubiera sucedido no quería que esto arruinara mi noche así que comencé a reglarme para al final colocarme ese hermoso vestido azul con decorados blancos que había elegido.

Al salir del baño actúe como si nada hubiera sucedido no quería que esto arruinara mi noche así que comencé a reglarme para al final colocarme ese hermoso vestido azul con decorados blancos que había elegido

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Me coloque los zapatos y me mire por ultima vez al espejo.

Faltaban cinco minutos para que Luke llegara así que dibuje un sonrisa en mi rostro y baje para encontrarme a Andre sentado en la sala, esperando.

–Lo siento ¿Si? Debí de haberte creído–dijo mientras se ponía de pie, debía admitir que sus palabras me sorprendieron bastante.

–Si, debiste hacerlo–dije.

–¿Por qué no olvidamos toda esta estupidez, corazón?–me pidió haciéndome sonreír irónica.

–Porque no es tan sencillo como tú, quizás ambos estemos bien así–le dije y no era tan cierto pero su estupidez me enojaba mucho.

–Alaska...

–No hables escúchame. No me creíste y no te culpo pero ya no quiero estar contigo ¿Cómo crees que me sentí al ver a Alice aquí?, me sentí como la estúpida que permite que su esposo se acueste con medio Seattle así que esto se termino, sin contar que dijiste que no me querías–solté furiosa.

–¿Así de fácil??

–Si, te amo pero ya no quiero hacerlo.

–Esto es una tontería

–No claro que no lo es. Esto se acabo pero no te pediré el divorcio porque no quiero perder mi dinero–le dije y claro que eso no era cierto no me importaba el dinero solo quería estar lejos de él pero no eso no era lo correcto. Lo mire al igual que él a mi y segundos después el sonido del timbre nos saco de nuestros pensamientos así que me di la vuelta y camine hacia la puerta.

–Si sales por esa maldita puerta Alaska todo se termina, no hay vuelta atrás–me advirtió. ¿Realmente era esto lo que quería? Mis piernas no se detuvieron deduzco que sí.

–Adiós, Andre, creó que ya ambos nos cansamos de niñerías–dije antes de abrir la puerta y salir para cerrarla tras de mi.

–Te vez hermosa–soltó Luke así que lo mire y sonreí.

–Gracias.

–¿Te sientes bien?–pregunto por lo que asentí con una pequeña sonrisa.

Luke entrelazó nuestros brazos para caminar hacía el coche y ponernos en marcha.

El camino se me hacia eterno, podía ver los labios de Luke moverse pero no escuchaba nada solo podía pensar en Andre

–Tengo que decirte esto porque que si no fingiré que te escucho todo la noche–solté impaciente, él no respondió solo me escuchaba con completa atención mientras miraba hacia la carretera–Estoy casada–dije por lo que él me volteo a ver por un segundo y después regreso la mirada hacia el frente. Pero de pronto un fuerte golpee rompió toda la tensión y todo se volvió cámara lenta.
Un fuerte golpee a mi cabeza y todo se comenzó a oscurecer. Los vidrios cortaron mi piel y mi cuerpo se había golpeado una y otra vez. El impacto había sido grande me sorprende que siguiera consiente, el auto estaba volcado. Podía sentir la sangre comenzar a caer por mi cabeza y ahora lo único en lo que podía pensar era en mi bebé.

Y aquella gran sensación de cerrar los ojos se hizo presente.

A N D R E

"Tarde o temprano uno pierde lo que más quiere"

–Valak

–Naomi

Matrimonio por contrato|NO EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora