Mírame, observa mi rostro y mis ojos.
Verás un mar de amor y pasión,
un deseo ardiente, una mirada de emociones y sentimientos.
Encontrarás en mi mirada un
nombre ..... Tu nombre "
El matrimonio no siempre es por amor✖️
Los primeros 5.Capítulos son...
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Saque la cabeza hacia la superficie y comence a respirar agitadamente. Al caer de la ventana ambas caimos en la piscina. Maldije por haber tenido suerte esto pudo haber acabado.
Comencé nadar hacia la orilla pero mis pies fueron jalados y de pronto mi cabeza sumergida.
—Solo tu mueres—escuche decir a Anette asi que la golpee en el rostro haciendo que me soltara y comence a hundir su cabeza y al estar ella abajo comencé a nadar hacia la orilla. Estaba apunto de pararme cuando Anette jalo mis pies haciendo que mi rostro se diera un fuerte golpe contra el pisó.
—Maldición—susurre mientras me tocaba la nariz en la que ahora caia un pequeño hilo de sangre.
Anette se puso sobre mi y comenzó a golpearme asi que de un hábil moviendo yo me puse sobre ella y comence a golpearla.
—Hoy no muero—dije mientras tomaba su cabeza y le daba fuertes golpes contra el piso, pequeñas gotas de sangre salpicaban mi rostro. Ella intento defenderse clavandome sus uñas en el rostro, hasta que estas solo cayeron—dulces sueños, perra—dije mientras daba dos ultimos golpees a su cabeza. La mire y me quite de encima suyo y mierda ¿Qué había hecho? Aunque debo decir que no me arrepentía de nada.—¡Yo gane quiero que la hagas desaparecer!—grite al aire—¡solo hazla desaparecer!—grite de nuevo y después comencé a caminar hacia dentro. Comencé a subir las escaleras cuando el sonido del timbre me detuvo no abrí así que lo comenzaron a tocar desesperadamente pero aún así comencé a caminar hacia mi habitación, al llegar cerré la puerta y comencé a quitarme los zapatos al igual que la ropa para luego entrar a la ducha.
Comencé a lavarme el rostro seguido del cabello.
Envolví mi cuerpo en un toalla y me mire al espejo. Pequeñas facciones de mi rostro comenzaban a quedar rojas así que me las toque estás dolían, rayos, Alaska. En un suspiró comencé a caminar hacia mi closet comencé a vestirme y al terminar me senté en la cama y comencé a peinar mi cabello.
—¿Que hiciste?—me pregunte a mi misma—todo estará bien, nadie lo sabrá—me dije de nuevo.
El tiempo fue pasando y no había señal de nada así que me puse de pie y camine hacia aquel pasillo.
Me pare frente aquel vidrio ahora roto y tal como sospechaba el cuerpo ya no estaba.
Me quede parada unos minutos ahí hasta que escuche la puerta cerrarse
—Alaska—escuche a Andre llamarme pero no respondí por lo que sus pasos tentativamente se iban acercando—¿Qué hiciste?—pregunto a mis espaldas.
—Estaba furiosa y lance el jarrón contra la ventana y el vidrio se rompió—explique sin mirarlo.
—Aléjate de la orilla—me dijo asi que voltee a verlo y asentí.
—Estoy bien—dije y mire de nuevo al frente.
—Lo se pero aléjate.
—Estoy bien ya lo he dicho —dije mientras me alejaba y volteaba a verlo.
—¿Qué te sucedio en el rostro?.
—Me golpee contra la puerta.
—¿Estas bien?—pregunto intentando acercarse a mi pero yo solo me aleje.
—Perfectamente—respondí con la mirada clavada en él.
—¿Quieres decirme algo?
—Llama a alguien para que arregle esto estaré en mi recámara —dije así que él asintió y después simplemente comencé a caminar a mi habitación. Cerré la puerta y comencé a caminar en círculos completamente nerviosa.
La noche cayó y yo estaba algo desesperada así que decidí que salir seria bueno necesitaba un poco más de espacio. Comencé a bajar las escaleras y me encontré a Andre sentado en la sala con unos papeles en la mano.
—¿A dónde vas?—pregunto preocupado.
—A caminar —dije obvia.
—¿Quieres que te acompañe?—
—No—dije y sin esperar repuesta de él salí de casa y comencé a caminar sin sentido alguno.
—¡Alaska!—escuche a alguien llamarme así que voltee.
—Sierra—susurre cuando ella ya estaba más cerca de mi.
—Hoy fui a tu casa pero no te encontre —dijo.
—Si es que salí–mentí.
—Si, bueno quería preguntarte como te sentias y todo eso—dijo restándole importancia.
—Bien—dije seca.
—¿Sabes? Kai me conto lo que sucedio entre ustedes—dijo así que puse los ojos en blanco.
—No sucedio nada entre nosotros—dije molesta.
—A mi un beso me parece mucho.
—No te metas en mi vida—le advertí.
—Me meto porque Andre es mi hermano y no quiero que sufra —dijo ahora ya molesta.
—Eso no te incumbe y fue hace meses ten por seguro que nosotros ya lo superamos—dije agitando las manos.
—No quiero que caiga a manos de una perra como tu —dijo mientras me apuntaba.
—No te metas conmigo, Sierra, no me conoces asi que no me juzgues—le dije furiosa.
—Te conozco lo suficiente.
—No te metas conmigo.
—Lo mismo digo, Alaska, nadie es lo que parece yo se que tu no eres lo que pareces.
—Solo no te metas.
—Tu no me provoques —me dijo mirandome fijamente a los ojos, después se dio la vuelta y comenzo a caminar.