1.Acepto

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¿Alguna vez has querido gritar hasta que la garganta se te desgarre?

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¿Alguna vez has querido gritar hasta que la garganta se te desgarre?.

Dicen que el dolor es parte de la vida y que gracias a el estamos inmersos en una realidad pero ¿con qué buen fin llega el dolor a nuestras vidas?.

Impotencia era lo sentía en estos momentos porque estaba a punto de hacer algo que yo no quería pero no era cualquier cosa; caminar de blanco hacía el altar para casarme con el hombre de mi vida era mi sueño desde pequeña pero las condiciones en las que estaba ahora eran diferentes a las que había imaginado, si tenía mi anhelado vestido blanco pero eso solo buscaba recompensar el que tuviera que casarme con alguien que yo no conocía y mucho menos quería.
Se supone que debía sentir enojo pero solo sentía un neutro dolor porque inimaginablemente este día marcaría mi vida.

—Alza el rostro, sonríe y por favor para hasta que el rostro se te canse y las mejillas se te tornen rojizas–me pidió de una manera muy fría mi madre mientras acomodaba la pequeña coronilla de mi cabello. A duras penas asentí y sonreí, fingir felicidad siempre había sido lo mío—Recuerda, no hay causa sin fin.

—Me compadezco del pobre diablo que acepto ayudarlos a cambio de casarse conmigo; una chica corriente y para muchos poco atractiva.–escupí por lo que ella sonrió con malicia. Se inclinó hacia mí oído luego me miró fijamente a través del espejo y dijo:

—Cariño, para los hombres la carne es carne y mientras tu sacies su sed de lujuria vivirás en un trono.

—Pues este pobre diablo se ha llevado la lotería con esta carne tan podrida. –respondí y sonreí, mamá recobró la postura y con su palma dio pequeños golpes a mi mejilla sin lastimarme.

—¿Qué sucede? Se supone que la novia debía estar hace diez minutos en la ceremonia— papá entro a la habitación como rayo echando chispas, ambas lo volteamos a ver y él al ver a mi madre rodeó los ojos. –Julia ya habíamos dicho que no te entrometerías, mientras más rápido inicie más rápido terminaremos.

–¿Entrometerme? Si lo que más deseó es que la ceremonia se realice–podía taparme los oídos y aún así escucharía toda su falsedad.

—Joven, virgen y hasta hace poco millonaria, este hombre jugó bien sus cartas...ah y claro no olvidemos con ratas en la familia. –brome con cinismo.

–Cállate, levanta el culo y muévete. –me ordenó Julia furiosa por mis palabras anteriores.

Con una cínica sonrisa me levante del tocador y tome la parte baja de mi vestido mientras comenzaba a caminar hacia el patio trasero de la casa ya que luego de muchas opiniones excepto la mía se decidió que mi hogar sería mi lugar de penitencia.
Julia mandó arreglar hasta el culo el lugar, ya que según ella tenía que ser la boda del siglo.

Camine porque cada uno de los pasillos de la casa hasta llegar a la cocina. Podía estar a lo lejos pero escuchaba perfectamente los sonidos así que pasmada me detuve frente a la enorme puerta de cristal que me llevaría a mi calvario.
Respire profundamente y justo cuando estaba decidida a salir papá me detuvo sobresaltándome un poco ya que no había notado su presencia.

Matrimonio por contrato|NO EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora