26.La muerte espera

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La mañana siguiente había amanecido algo fría y oscura tan macabra como placentera

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La mañana siguiente había amanecido algo fría y oscura tan macabra como placentera.
—¿Entonces volviste con él?–pregunto Luke quien estaba sentado a mi lado en la sala.

—Si pero Luke no te quiero perder porque eres una gran persona—confesé.

—Y no me perderás cuentas conmigo para lo que sea—me dijo con una pequeña sonrisa.

—Gracias—dije mientras me acercaba a él y le daba un abrazo.

—Me tengo que ir—dijo así que asenti—Cuídate—dijo mientras se ponía de pie y yo tras él.

—Igual tu—dije para después besar su mejilla.

—Adiós—fue lo último que dijo antes de salir.

Comencé a caminar a mi habitación pero unos pasos detrás mío me alertaron y sabía que no podía ser Andre porque él estaba trabajando así que voltee y ahí estaba el acosador por lo que sonreí.

—Tan pronto has vuelto—dije.

—Quiero que el juego acabe—dijo esa maldita voz tan odiosa y sabía que ella no era el acosador.

—Anette—dije así que ella se quitó esa cosa que cubría su rostro.

—Tienes razón soy superficial pero también son vengativa—dijo mientras se quitaba los guantes.

—El juego acaba cuando alguno muera pero yo lo quiero a él no a ti—dije mientras me acercaba a paso lento hacia ella.

—Es su juego y consiste en niveles, él se encuentra en el supremo—dijo así que comencé a reír.

—Maldito—susurre con una sonrisa.

Anette comenzó a correr hacia mi así que no me moví. Me empujo contra la pared y comenzó a lanzar golpes por lo que yo me defendí. Tenía que admitir que ella era más fuerte de lo que pensaba. Esta no era una estúpida pelea de colegialas o tal vez si.

—¡Detente!—grito mientras jalaba fuertemente su cabello.

—Quiero que el juego acabe de una maldita vez—dije mientras golpeaba su espalda contra el vidrio de la pared.

—Alaska, detente—dijo cuando el vidrio comenzó a crujir pero yo no le hice caso por lo que ella contraataco dándome un fuerte golpe en el rostro y sin darme cuenta era ahora mi cuerpo el que estaba pegado al vidrio.

—Yo muero, tu mueres—dije por lo que ella me miro con los ojos abiertos.

—Espera—dijo pero antes de poder seguir escuchando puse nuestro pesó contra el vidrio haciendo que este se rompiera así que me sujete fuertemente de ella y ambas caímos.


Besos

—Naomi

Matrimonio por contrato|NO EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora