Me acuesto nuevamente en mi cama que se siente deliciosa, como si me dijera que vuelva a dormir, pero ya no puedo, ese es mi problema cuando me despiertan, ya no logro conciliar el sueño, por lo que me levanto, voy al baño me lavo los dientes y la cara, me pongo mi ropa de ejercicios, bajo para coger una botella de agua y salgo de mi casa.
Llevo corriendo veinte minutos cuando siento esa sensación de que alguien te sigue, por lo que me vuelvo y veo para atrás pero no hay nadie, me encojo de hombros, me vuelvo y ¡BAM!, no sé qué me pasó, lo único que sé es que estoy en el suelo tirada, trato de buscar con qué acabo de chocar y veo delante de mí unas tenis, unas piernas bonitas, una pantaloneta gris, un abdomen perfecto, un tatuaje en su pectoral izquierdo, ese tatuaje lo reconozco, bueno sé que es el ojo de Horus y ... ¿Qué mierda hace este tipo aquí? ¡No puedo creer mi mala suerte! ¡Stephan!-¡Se te está haciendo costumbre chocar conmigo! Me dice el idiota con media sonrisa.
-¿Qué haces aquí? Le pregunto, se da cuenta que estoy enojada y genial sigo en el suelo.
-¡Te ayudo! Me dice aún con esa sonrisa de superioridad en su cara.
-¡No, gracias, yo puedo sola! Le estoy gritando en estos momentos ¡No soporto a este tipo!-¡No seas terca! Me dice dándome su mano para ayudarme, se la tomo porque en realidad me gusta sentir esa electricidad cuando nos tocamos y aparte necesito ayuda para ponerme de pie. ¡Hey, él es apuesto, no es mi culpa!
-¡Voy a creer que me estas siguiendo! Me dice mientras me ayuda a ponerme de pie, yo sólo me quedo en shock por lo que acabo de escuchar.
-¡Tú eres la persona más insoportable del planeta! Le grito ahora más enojada y con unos cuantos tonos más altos.-¡Yo sólo vine a correr al parque y no tenía ni idea de que estarías tú aquí! -¡Ja, ja, ja! Ahora se ríe de mí, el cretino.
-¡Ve a reírte de tu...! No puedo terminar la frase porque él me da la espalda y comienza a correr, yo sólo me le quedo viendo y tiene más tatuajes en los hombros, un tribal que va de un hombro al otro y tiene un dragón en su costilla. ¡La vista no es tan mala! Pienso mientras lo veo, no puedo creer que este tipo tenga semejante cuerpo y...-¿Te gusta lo que ves? Escucho al cretino y me doy cuenta que sabe que lo estoy viendo, pero ¿Cómo lo sabe? No se ha vuelto para verme.
-¡No te creas tan guapo! Le digo y le paso a la par y continúo con mi carrera.
Él me alcanza y escucho que se va riendo por lo que le dije, vamos hombro a hombro y no se ve cansado, no sé cuánto lleva él corriendo, pero yo ya me siento cansada, por no decir agotada, me le quedo viendo y él se ve como si acabara de empezar a correr, no se ve cansado, mientras que yo ya no puedo más, a él el sudor se le ve muy bien, veo como bajan las gotas de sudor por su cuello, cómo él se pasa la mano por la frente para quitarse el sudor y por último veo como una gota de sudor pasa por sus labios para perderse en su cuello.
-¿Quieres beber algo? Escucho que me pregunta pero, sin verme o detenerse.
-¡No gracias, traigo mi botella de agua! Le contesto, porque él me confunde, primero es bueno conmigo y de un momento a otro es todo un patán.
-¡Lo siento Stephanie!
-¿Qué? Me detengo por lo que me acaba de decir.
-¡Lo siento! Me vuelve a decir deteniéndose esta vez y buscando mi mirada.
-¿Por qué te disculpas? Este hombre está loco.
-¡Por cómo te traté la vez pasada en la casa de mi papá, lo siento, no tuve un buen día y me desquité contigo! Me dice sin apartar su mirada de la mía.
-¡Ya veo, eres de los que se desquitan con las demás personas cuando tienen un mal día como si fuera la culpa de los demás!
-¡No soy así, pero ese día, no sé qué me pasó!
-¡Ya, está bien, no hay problema igual, no tienes por qué sentirte mal, no me conoces! Le digo encogiéndome de hombros.-Bueno entonces ¿Aceptas mi invitación de ir a aquel restaurante y comprar algo de beber?
-¡No, ya te dije que no, pero gracias! Le digo esto y me doy vuelta para irme a mi casa, cuando él me agarra de la mano, fuerte pero sin hacerme daño, lo vuelvo a ver y tiene los ojos de un color más oscuro.
-¡Vamos, yo te invito, por favor! Lo miro y no sé qué es esto que provoca en mí, siempre que lo veo a los ojos, es tan despreciable, pero en estos momentos no le puedo negar nada, aparte me gustaría conocerlo mejor. -¡De acuerdo! Le digo, pero él aún no suelta mi mano, más bien la aprieta un poco más sin causarme daño y a la vez buscando mi mirada, que yo sin darme cuenta la he apartado.-¿Segura? Me pregunta con un tono de voz que lo he escuchado muy pocas veces.
-¡Sí! Pero en cuanto le respondo, él me jala hacia él y me pega a su cuerpo, dándole la espalda a algo y siento cómo a él lo empujan hacia mí, no le doy importancia al ruido, sólo sé que él se golpeó por mí.
-¿Estás bien? Me pregunta Stephan con voz de preocupación.
-¡Si, estoy bien!
-Y ¿Tú? No sé por qué razón o motivo lo tuteo, antes no lo había hecho, sólo que ahora se siente diferente.
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Atracción Perfecta.
Vampire¿Qué harías si la persona que amas, por la que darías tu vida, no te ha dicho toda la verdad sobre él, y te das cuenta que lo que pensabas que no existe, si es real y lo peor que tu novio es uno de ellos?