Capítulo Tres: Estás en mis pensamientos.

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Estoy muy cansada, me duele mucho el pie, pero no se lo puedo decir a mi mamá porque uno: me regañaría y dos: nos falta el dinero y ella no me dejaría ir al trabajo.
Me estoy cambiando de ropa, voy busco lo que me pondré para dormir, cuando veo en el reflejo de mi cuarto a alguien, me vuelvo rápido con el corazón a mil por hora, que hasta creo que se me va a salir del pecho, pero no hay nadie, yo lo vi, ahí había alguien. ¡Estás loca Stephanie! Me digo en voz alta pero aún estoy impresionada, yo hubiera jurado que vi a alguien, pero bueno seguro es que estoy muy cansada, si eso es.

Me acuesto en mi cama y me quedo dormida, no sé cuánto tiempo me dormí, me despierto porque mi mamá está a mi lado hablándome y moviéndome para que despierte.
-¡Stephanie, te he traído leche caliente! Escucho que me dice mi madre.
-¡Mmm, gracias! Le digo y ella sale de la habitación.
Voy al baño y cuando vuelvo, mi ventana está abierta
-¿Por qué mi ventana está abierta? -¡Yo la cerré! -¡Bueno seguro me pareció!
-¡Stephanie! -¿Dijiste algo? Escucho a mi mamá que me grita.
-¡No, nada! Le digo.

A la mañana siguiente llego a la cocina, mis hermanitos se me tiran y me vuelve a doler el pie, pero trato de que mi mamá no se dé cuenta que me lastimé, no quiero que los regañe.
-¡Hey, ustedes no se dan cuenta que ella está mal de un pie, la van a lastimar! Le dice mi mamá a mis hermanos.
-¡No te preocupes mami, estoy bien! Por supuesto por dentro estoy gritando y llorando por el dolor, pero mis hermanitos lo son todo para mí y no me gusta que los regañen.

Varias horas después:

-¡Buenas noches! Les digo a todos, estoy muy cansada y sólo quiero dormir.
-¡Buenas noches! Me contestan todos. Al fin en mi cuarto, me lavo los dientes y la cara, mientras me lavó el rostro y me veo al espejo.
-¡Ah! Grito.
-¿Qué pasa Stephanie? Sube mi mamá y entra a mi cuarto por el grito que he dado.
-¡Nada mamá, me asusté, fue algo tonto, jajaja! Mi risa más fingida no puede ser.
-¿Por qué gritaste, entonces? Me pregunta mi mamá muy seria y viéndome.
-¡Mamá me asusté, pero fue por algo tonto, no te preocupes, perdón! Le contesto.
-¡Bueno, pero que no vuelva a suceder, buenas noches hija y no me vuelvas a asustar!
-¡Si mami, perdón! Sale mi mamá del baño y escucho cuando cierra la puerta de mi cuarto, pero ¿Qué fue eso que vi? Me vuelvo a ver el lugar dónde me pareció ver a alguien pero no hay nada. -¡Te estás volviendo loca Stephanie! Me digo mirándome en el espejo de mi baño.

Me pongo la pijama para ya acostarme, veo mi cama que me parece que me llama, estoy tan cansada, me desvisto y siento un aire frío que pasa por mi espalda, me vuelvo y la ventana está abierta de nuevo, que raro mi mamá la abrió, bueno no importa, la vuelvo a cerrar, me acuesto y me quedo dormida. Tengo mucho frío y mi cuerpo está casi congelado, pero, por qué no entiendo cuál es la razón por la que estoy así, mis cobijas están aparte, seguro yo me las quité en algún momento de la noche, veo mi reloj y apenas son las dos de la mañana, me cobijo de nuevo y me quedo dormida.

Mi despertador suena a las ocho de la mañana, me estiro y me quedo viendo hacia el techo y de repente siento una brisa fría que recorre mi cara, rápidamente vuelvo a ver mi ventana está abierta, pero ¿Qué sucede con esta ventana? Me levanto de mi cama y la cierro pero vuelvo a sentir la brisa en mí.
-Stephanie! Escucho a mi mamá que me llama.
-¡Voy! Le grito desde mi habitación y cerrando la ventana, voy al baño, me lavo los dientes y bajo.
-¡Buenos días! Les digo a todos.
-¡Buenos días amor! Me contesta mi mamá.
-¿Cómo sigues del pie? Pregunta mi hermana.
-¡Bien ya no me duele! Le respondo, pero en ese momento mi mamá me vuelve a ver y trato de disimular ¡EL PIE ME ESTÁ MATANDO!
-¡Toma hija, aquí está tu desayuno!
-¡Gracias mami! Le contesto dándole un beso en la mejilla.

Puedo desayunar tranquila, ya que entro al trabajo hasta las doce medio día y apenas son las nueve de la mañana. Cuando termino de desayunar y todos se han ido, mis hermanos a la escuela y mi madre al trabajo, subo a mi habitación para bañarme e irme al trabajo, hoy no tengo clases, llego a mi baño me quito la ropa y me meto a la ducha con agua fría que me encanta, en cuanto me estoy bañando, siento como una corriente fría roza mi piel provocándome un escalofrío, debe ser el agua pienso, termino de bañarme y salgo para vestirme.
Me seco y me pongo crema, pero siento como una respiración en mi oído, rápidamente me vuelvo para ver hacia atrás y no hay nadie, yo estoy sola ¡Tengo miedo, me estoy volviendo loca! Pienso.

Atracción Perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora