Apartándose un poco de ella, él la miró de una forma tan especial que Stephanie sintió como la piel se le ponía de gallina, seguido de una brisa que le rozó la cara, los labios y el cuello provocándole escalofríos, de nuevo esa sensación de la brisa, sólo que no hacía viento para sentirla, Stephan notó como ella se estremeció por lo que quiso entrar.
-¡Vamos dentro, ya bajó la temperatura y no tienes abrigo! Le dijo tomando su mano y guiándola dentro.
-¿Tienes hambre? Le consultó él a medio camino.
-¡Un poco! Le contestó ella viendo lo que no había visto de la casa cuando entró.-¡Ven! Dijo él llevándola a la cocina.
-¡Wow, Stephan tu cocina es como la de las películas o aún mejor, es apenas para un chef y hermosa!
-¡Me alegro que te guste, a mí me encanta cocinar, así que la mandé hacer con lo último en cocinas y mi decoradora de interiores es la mejor. La cocina es lo que a cualquiera desearía a tener, es grande, los electrodomésticos son de última y todos de acero inoxidable, tiene una refrigeradora inmensa, un desayunador de granito color gris, unos taburetes negros con respaldar, tiene una despensa de madera inmensa, nunca había visto una de ese tamaño y lo tiene hasta el tope, también tiene una gran mesa como para ocho personas, la distribución de la cocina es perfecta, aprovecha todo el espacio, beneficiando la vista que tiene y posee un balcón el cual una mesita con dos sillas lado derecho y del otro tiene un mini jardín con plantas guindando, la que hizo esto hace muy bien su trabajo, ¡Espera, él dijo la diseñadora, es MUJER la que lo diseñó, sí estoy celosa!.-¡Tu diseñador es un genio! Le digo viéndolo.
-¡Maricela, sí, es una genio! Me dice. -¡Si, ya veo!
-¡Y es muy bonita, inteligente, hace muy bien su trabajo y posee muchas cualidades más! ¡Este cabrón que piensa, como va a hablar así de una mujer delante de mí, es un idiota, claro ella es perfecta eso es lo que me quiere dar a entender, yo que pensaba que le gustaba y él por supuesto que le encanta esta vieja, perfecta, seguro es sesenta, noventa, sesenta!-¡JA, JA, JA! Escucho que se ríe de mí y me le quedo viendo ¿De qué se ríe este?
- ¿De qué te ríes? Le pregunto enojada, ahora cree que soy un payaso, se ríe de mí.
-¡Estás celosa de Maricela! Me dice aún riendo y lo hace en mi cara.
-¡No estoy celosa! Le digo y empiezo a caminar hacia la sala, como una niña que hace rabietas, cuando siento sus brazos en mi cintura, me levantó como si yo no pesara nada y no me bajó hasta que llegamos a la sala y me acostó en el sillón.-¿Qué haces Stephan? Le pregunto entre risas y el enojo que aún siento. -¡No quiero que estés celosa de ella, Maricela es muy buena en su trabajo, pero nada más, ella no significa nada para mí, no la veo como mujer bueno no de la forma que piensas, sólo como la decoradora de interiores de mis casas!
-¡Pero dijiste que es bonita y que...! No puedo terminar de hablar ya que él me besó, cuando se apartó me miró fijamente a los ojos.-¡Sé lo que dije de ella, pero por la única que siento cosas es por ti, te digo en serio que te quiero a ti y a nadie más!
-¿En verdad? Le preguntó ella, sintiéndose insegura de sí misma.
-¡Claro, ya te dije que yo no te mentiría y lo que siento por ti, va enserio! Stephanie le tomó la cara y lo besó, sin prisas, miedos e inseguridades, él por su parte la acariciaba como si ella se fuera a romper, puso sus manos en su cuello, luego las fue bajando hasta su cintura y las dejó ahí.Cuando ambos necesitaban aire fue cuando se alejaron un poco, ya que él no quería distanciarse tanto de Stephanie, pero siguió con su toque sobre ella, haciéndola sentir el ser más preciado y adorado, ya que ella siempre ha tenido poca confianza en sí misma, a pesar de ser una persona fuerte, linda, inteligente, gentil, pero todas esas características ella, no las ve.
-¿Quieres comer algo? Le preguntó Stephan, robándole un beso.
-¿Qué tienes en mente? Le preguntó ella con la cara roja.
-¿Qué te parece si pedimos una pizza? Le sugirió él.
-¡Claro me encanta la comida italiana! Le respondió, acomodándose para sentarse y ya no estar acostada.
-¡Pero primero! Le dijo él acercándose a ella y le robó un beso, por más que ella quería seguir sintiendo sus labios, él se retiró con una pequeña sonrisa.-¡Hey, no se vale y tras de eso te ríes de mí, tú no juegas limpio! Le dijo ella cruzando sus brazos y haciendo un puchero.
-¡No me rio de ti! Le dijo él con la sonrisa un poco más grande y dándole un beso.
-¡Vamos! Le dijo ella, poniéndose de pie y agarrando la mano de él. Mientras iban caminando hacia la cocina para agarrar una bebidas y llamar a la pizzería, Stephanie se sentó en la terraza para pensar un poco y a la vez distraerse, tenía la cabeza revuelta con tantas cosas, tanto de su casa y ahora su relación con Stephan, que para ella era algo bonito, diferente, él era diferente, no como los chicos con los que había salido antes, que no fueron nada serio, simplemente unos cuantos besos y listo, pero con Stephan ella se sentía de una forma que no había sentido antes, quizás más madura, al ser él varios años mayor que ella.-¡La tierra llamando a Stephanie! Le dijo él, desde la puerta de la terraza. -¿Perdona, decías algo? Le preguntó ella, ya que no había escuchado todo lo que él había dicho por tener la mente dándole vueltas a todos los acontecimientos. Él se puso a reír como ella lo había visto en el parque, con tantas ganas y tan fuerte, que Stephanie no aguantó la risa,
Stephan se acercó a ella y le tendió la mano para ayudarla a ponerse de pie, cuando ella lo hizo, él la tomó por la cintura y la acercó besán
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Atracción Perfecta.
Vampire¿Qué harías si la persona que amas, por la que darías tu vida, no te ha dicho toda la verdad sobre él, y te das cuenta que lo que pensabas que no existe, si es real y lo peor que tu novio es uno de ellos?