Capítulo Diecisiete: Secretos.

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La habitación de Stephan es tan grande como lo es todo en la casa, la cama es inmensa como para cinco personas, hay un cuadro mediano y alargado de una montaña en el centro de la pared, dónde está la cama, con las sabanas grises, las paredes son blancas, tiene dos lámparas muy elegantes, sencillas pero elegantes una a cada lado, pero las paredes tanto la que está al frente de la puerta como la del lado izquierdo son de vidrio, posee un balcón con una mesita y dos sillas, a un lado de la cama hay una puerta de lado izquierdo que da al baño, el cual tiene una tina grande de hidromasaje, a la vez cuenta con una ducha con mampara, el toque de aspecto natural lo da el piso, paredes y techo ya que son laminadas de madera, el baño también aprovecha la vista que tiene la casa, ya que la pared que está al lado de la tina es de puro vidrio, el inodoro, bidé y el lavamanos es de color negro y al lado derecho de la habitación hay una gran puerta que lleva al closet de él. Me quedo en shock cuando entro a la habitación de Stephan, no sé qué hace él para ganar tanto dinero pero de seguro es algo muy importante porque esta casa vale demasiado dinero, él no escatimo en gastos, por Dios es que desde la entrada cualquiera se da cuenta que él tiene demasiada plata, la casa es un palacio, es demasiado grande para un hombre soltero, hay algo que no me calza en esto y no sé qué es. -¡Wow!

-¿Te gusta? Pregunta él.
-¡Stephan tu casa es una mansión!
-¡No exageres! Contesta él riendo.
-¡No me tomes el pelo, por favor, dijiste que no querías que hubieran secretos entre nosotros! Le dijo ella seria.
-¡Mírame Stephanie!
-¡Dime, tienes toda mi atención, créeme! Le contestó ella poniéndose frente a él.
-¡Tienes razón, yo te dije que no quería secretos entre nosotros y no los habrá, pero necesito que por el momento confíes en mí, te lo explicaré todo, pero hoy no, por favor! Le suplicó él.
-¡Stephan yo! Stephanie no pudo terminar de hablar porque él le puso un dedo en los labios.
-¡Por favor, nena, te lo diré, pero hoy no, dame tiempo!

-¿En qué trabajas Stephan?
-¿Qué haces para tener tanto dinero? -¡Esta casa es enorme y lo que tiene todo es carísimo, es una mansión Stephan y quieres que te dé tiempo a explicarme cómo hiciste para tener todo esto! Le dijo ella enojada y a la vez señalándole todo a su alrededor.

-¡Stephanie, escúchame! Le dijo él tomando su rostro.
-¿Qué?
-¡Hoy no puedo hablarte de esto, pero lo haré, sólo confía en mí! Le volvió a suplicar él.
-¡Es mejor que yo me vaya a mi casa Stephan, llamaré un taxi! Le dijo Stephanie enojada y a la vez herida de que él no confiara en ella.
-¡No te vayas, por favor bella, ya no hay taxis a esta hora, son la una de la mañana, Stephanie, no te vayas!

-¡Es que no puedo tener algo contigo si no confío en ti! Le gritó ella y corrió hacia la planta de abajo.
-¡Stephanie! La llamó Stephan mientras corría detrás de ella.
-¡Déjame Stephan, cuando quieras confiar en mí me avisas! En cuanto ella gritó esto no supo cómo pero delante de ella estaba Stephan, provocando que ella chocara contra su pecho.

-¿Cómo? Dijo ella confundida.
-¿Cómo qué? Le preguntó él.
-¡Stephan, tú venías detrás de mí!
-¡No!
-¡Sí, yo salí antes que tú de la habitación! Le dijo ella sonando un poco loca.

-¿Qué quieres dar a entender? Le preguntó él, para que ella se diera cuenta de lo absurda que sonaba.
-¡Nada per...! Aún en su cabeza no tenía claro lo que había pasado.
-¡Quédate a dormir, por favor! Le dijo él, tomando su cintura y acercándola a él para besarla, cuando se dio cuenta que ella no lo rechazaba, la besó con un poco más de exigencia a lo que ella le respondió del mismo modo.

-¡Te prometo que te lo diré todo, sólo dame tiempo, por favor, me interesas y mucho, no tienes ni idea cuánto! Le dijo él acercando su frente con la de ella.
-¡De acuerdo, pero no dures mucho Stephan, esto sólo será por un periodo corto, si no lo haces no me volverás a ver más! Le sentenció ella.
-¡Gracias nena, te lo diré todo, te lo prometo, no te quiero perder! Le dijo él con un tono de voz que ella nunca había escuchado viniendo de él.

Stephan tomó la mano de Stephanie y la llevó a su habitación para que durmieran, ya que eran las dos de la madrugada, y ella estaba cansada.
-¡Wow! Dijo ella.
-¡No es la primera vez que la ves! Le dijo él entre risas.
-¡Ya sé, es que tu habitación es impresionante! Le contestó ella mirando todo nuevamente.
-¡Es sólo una habitación!
-¡Stephan, es inmensa, sólo tu cuarto es inmenso! Le dijo ella un poco exasperada, al ver que para él ese tamaño de cuarto era "normal".
-¡Toma! Le dijo él entregándole algo. -¿Qué es? Le consultó ella tomando lo que él le estaba dando.

-¡Tu pijama! Le contestó él con una sonrisa de medio lado.
-¡Oh! Fue lo único que ella contestó.
-¡Si quieres, puedes cambiarte ya sea en el closet o en el baño! Le dijo él al ver que ella no hacía cómo cambiarse de ropa.
-¡Gracias, voy a tu closet! Le contestó ella caminando hacia ahí cuando él le dijo que si con un movimiento de cabeza.

Este closet es el sueño de cualquier mujer, es gigantesco, no sé cómo hace Stephan para tener tanta ropa, de un lado tiene sus pantalones de vestir, por otro están sus jeans, sus camisas de vestir (tipo de ir a la oficina)están colgadas parecen que vienen saliendo de la tintorería, en otro lado están sus camisas, sus colonias están acomodadas, me acerco y tomo una de las colonias que tiene Stephan la huelo y huele delicioso, tomo otra colonia está huele más deliciosa si es posible, agarro otra y me pongo un poco en mi muñeca ¡Huele deliciosa!, cojo otra y de esta me hecho en el cuello, así me pongo de varias de sus colonias, me echo detrás de las orejas, mis muñecas, al final huelo a Stephan, ya me mi nariz olió tantas colonias que ya no huelo nada, Stephan tiene un espejo grande que va del techo al piso en una parte de la gran habitación, cuando ya dejo de espiar lo que tiene él me cambio de ropa y me pongo su camisa, parece una bata me llega arriba de las rodillas, es celeste y huele a él.

Cuando salgo del súper closet de Stephan veo que él ya se cambió, ya no tiene la ropa con la que andaba y se bañó ¿Cuánto tiempo duré cambiándome? Él tiene el pelo mojado, está sin camisa, el pantalón de pijama que está usando es de color negro, la habitación huele a él y es un aroma delicioso.

Atracción Perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora