Cálida como el sol. (Yuri)

12.

Narra Gabriela

Nuevamente fui a visitar a Jennifer con la esperanza de que ella despertarse finalmente, había entrado en coma.

Ya habían pasado 4 años.

***

-¿Podría ser hoy el día?- acaricié su ahora muy largo cabello. -Espero que sí.- sonreí a medias. Ella estaba acostada sobre una camilla y se veía tan pequeña, frágil y vulnerable que hacía mi corazón recogerse. Ya no estaba conectada a tantos aparatos como la primera vez, pero seguía dependiendo de alguno de ellos. Su madre me distrajo de mis pensamientos.

-Buenos días.- saludó tristemente.

Flashback

-Hemos llamado a los padres de Jennifer Diaz, llegarán en dos horas aproximadamente.- informó el doctor que había atendido a Jennifer aquella noche regresando sus latidos a la normalidad con choques eléctricos.

Voy a conocer a sus padres en la peor condición posible.

***

Una señora de cabello oscuro y sin canas, ojos azules y un caminar que era idéntico al de Jennifer pasó apresurada por el pasillo hacia donde yo me dirigía, el doctor estaba a mi lado. Ella iba acompañada con un hombre alto y rubio. Además una niña de unos 12 años que tenía el cabello café oscuro y ojos azules.

El doctor Juan los miró expectante cuando se acercaron.

-¿Señor y señora Díaz?- preguntó él. Ambos asintieron... Eran sus padres.

-Soy Alice y él es Steven, mi esposo. ¿Cómo está mi hija?- yo me sentía intimidada por su presencia. Y además terriblemente culpable.

-Está inestable.

***

-¡¿Tú eres su novia?!- exclamaron los tres en unísono. Estaban sorprendidos.

-S-sí.- mi timidez surgió y bajé la mirada avergonzada de no ser lo que ellos tal vez esperaban.

Su madre me abrazó de inmediato seguido de su hermana, cuyo nombre era Tania.

-Estoy tan feliz de que tuviese novia.- escuché decir a su madre mientras me estrujaba, yo estaba muy confundida como para responder. -¡Es increíble!- me soltó y Tania seguía abrazandome. Yo estaba rígida pero correspondí el abrazo de la joven. -Jamás creí que tendría novia.

Frucí el ceño.

-¿No?

-Y menos tan hermosa... Es que Jennifer se metía en problemas siempre... El que estemos aquí podría ser una prueba...- su tono bajó a uno más triste pero negó con la cabeza y miró hacia Jennifer, que estaba en la camilla, con una sonrisa a medias. -¿Le habrás dado la carta?

-Lo hizo...- murmuré. Ella me miró sorprendida.

-No pensé que fuese a hacerlo realmente... Debes ser muy importante para ella. ¡Su primera novia!- me abrazó de nuevo. A pesar de lo intimidante que parecía no era más que una amable y alegre mujer, al igual que su hija.

Habían pasado ya dos semanas del accidente y fue apenas en ese momento cuando había admitido finalmente mi verdadera relación con Jennifer.

***

-Tus ojos son iguales a los de ella.- dijo su padre haciéndome sonreír. Ya llevábamos 5 semanas y éramos como familia.

-Lo sé.- reí. -Ella me solía llamar "nerd de ojos verdes".- todos empezamos a reír juntos.