Rompecabezas

2.1K 147 26
                                    



—Rompecabezas—

.

.

.

*_LEVI_*

.

.

.

Esto debía ser una jodida broma.

Quería hablar... Quería gritar...

Respirar profundamente y gritar con todas mis fuerzas; soltar hasta el último suspiro e intentar no caer en la desesperación. Me sentía mal y simplemente el hecho de que Eren logre entrever toda esa vulnerabilidad atascada en mi pecho me hacía sentir incluso más débil, más a merced de algo que no lograba entender.

—Estabas en el hospital junto con Marlene y Mikasa, ¿Por qué? —pregunté intentando mantener mi voz firme y la mirada indiferente, como si en realidad no estuviera al borde de un colapso nervioso. Los recuerdos iban y venían, pero terminaban desapareciendo del fondo de mi mente antes siquiera de que logre sacar detalles más visibles.

—Mamá quería verte y hablar con tu madre, por eso nos llevó a Mikasa y a mi...—murmuró como respuesta. Pareció querer moverse más cerca pero enseguida me alejé a sabiendas de que no podría continuar pensando y manteniéndome al margen con mis emociones. Eren lo vería todo— Levi...—

— ¿Sabes de qué habló con mi madre? — continué preguntando, desviando la mirada hacia la chimenea y los pocos maderos consumiéndose con lentitud. No quería ver su rostro, la tristeza en sus ojos y la forma en como estiraba su brazo para tocarme y que al final lo único que termine ganando fuera rechazo. No quería sentirme mal por él, por alguien que me había estado mintiendo todo este tiempo...

—No, en cuanto acabó nos pidió que saliéramos de tu habitación y no dijo nada más en todo el camino de vuelta a casa.

No tenía sentido. Marlene me odiaba y de igual forma a mi madre. Entonces ¿Por qué siquiera se había tomado la molestia de ir al hospital? De visitarme, de apoyar a mí madre después de que perdiera al bebé. Esa mujer no era en absoluto amable con nosotros.

—Levi... Sé que hice mal—regresé la mirada hacia él, al percibir el arrepentimiento en su voz—Mi mamá me pidió que no te dijera nada de esto porque sería peor para ti y no era mi deber el decírtelo...—

— ¿Desde cuándo lo sabes? —lo interrumpí tragando con dificultad y centrando la mirada en la forma en cómo golpeteaba el borde del sofá con sus dedos. Estaba inquieto también.

—El día que empezó la gira, cuando te quedaste a dormir. Mamá habló conmigo... Y por eso no supe cómo comportarme, creí que no me reconocías porque nunca me prestaste atención pero en cuanto mi madre me dijo que era debido al accidente, simplemente me fue imposible actuar como siempre.

En parte eso explicaba su comportamiento extraño ese día, pero aun así prefirió guardárselo, y todo este tiempo optó por continuar su vida de la misma forma. Nadie realmente hizo amago de querer soltar palabras acerca de lo ocurrido a pesar de que lo sabían. Prefirieron mil veces dejar que yo viviera en esa mentira mientras no afectara en nada a los demás.

Prefirieron mentirme...

— ¿Y qué se siente?

Frunció el ceño confundido, dejándome ver algo más allá de esa sombra desanimada en sus ojos— ¿De qué...?

Amigos con DerechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora