Les traigo con mucho, mucho amor la conti *-*
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No todo es tan complicado (parte 2)
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Las semanas pasaron casi sin dejarse notar. Y los días no hacían más que ponerse cada vez más fríos, como siempre pasaba a inicios de Noviembre, pero no hacía mucho efecto en mi vida el pasar de las horas o las noches demasiado frías, en las que tenía que acomodarme en mi cama con doble edredón y sellar los pequeños orificios de la ventana para que no entre ni la más pequeña de las brisas, usando sábanas y telas.
Si, era un total fastidio.
Volví a exhalar un largo suspiro, para mi molestia, innecesario, pero ver el vaho salir de esa forma por mis labios, era divertido, incluso una vez me encontré poniendo dos de mis dedos sobre ellos al tiempo que exhalaba. Todo inconscientemente. Me sentía patético pero ahí estba yo, recordando a ese mocoso con un gesto tan infantil y muy poco común en mí. Me apretujé más en el abrigo que traía y froté mis manos con la intención de calentaras. No era divertido esto de verse obligado a salir en días tan helados como estos, me molestaba de sobremanera.
Hubiera preferido quedarme en casa, viendo cualquier cosa de mierda en la televisión pero no, ahora estaba de camino a la estúpida tutoría con un alumno del colegio cercano a mi universidad. No sé porque carajos me piden ir si al parecer el tipo ese es bueno en todas las materias, el hecho de que solo falle en francés no es un maldito obstáculo que lo perjudicara de por vida, al fin y al cabo es solo un idioma más.
¿Pero que podía hacer? Supongo que tenía que estar agradecido de que ese chico solo tenía problemas con una materia, la que por cierto, dominaba del todo. Un caso trágico hubiera sido, como el anterior que ni siquiera parecía saber las tablas de multiplicar. No me dejaba de preguntar cómo es que logró pasar secundaria con esa educación tan mala, tan jodidamente mal que dejaba mucho que desear. Ese sí que fue un total quebradero de cabeza.
Observé la casa frente a mí.
Se supone que es ahí donde vive ese niño, así que no tardé en tocar al timbre con impaciencia al sentir que hasta mis dedos empezaban a entumecerse del frío.
Luego de unos pocos minutos la puerta se abrió y un joven de cabello rubio y ojos azules me sonrío, disculpándose por demorar en abrir. Fruncí el ceño extrañado al verlo, se me hacía conocido, pero no recordaba exactamente en donde fue que lo vi, no le di mucha importancia en ese instante y entré
—Puede sentare ahí—indicó apuntando hacia un escritorio largo en la esquina de la habitación—Mientras, iré a traer los libros de francés.
Asentí aun consciente de la sensación de haberlo visto en algún otro lado. En cuanto se fue escaleras arriba me senté con cuidado e intenté relajarme, agradecí que el lugar este completamente ordenado y en calma. No hubiera soportado mucho tiempo si hubiera estado con la mínima mota de polvo asomándose. Últimamente era así, solo limpiaba como si mi vida dependiera de ello, era consciente de lo mal que se veía porque, a pesar de siempre hacerlo, ahora era mucho más obsesivo con el tema, mas exagerado. Y hasta yo me daba cuenta de eso.
Pero no podía detenerme, era lo único que me tranquilizaba en estas semanas. Lo único que evitaba que llamara a mi padre para decirle que me lleve de una maldita vez.
Ni siquiera estaba mamá cerca, hace más de tres semanas que se fue y aun no se ha dignado en aparecer. Hay veces en las que llama para preguntarme como estoy y yo como siempre le respondo que bien, totalmente bien, como siempre. Y con eso se despide y me ordena cuidarme.
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Amigos con Derecho
FanfictionLa vida de Levi se regía por tres reglas fundamentales. 1) Nunca beber cuando estabas acompañado solamente de Irvin y Hanji. 2) Nunca ser el pasivo de la relación ¿Como pudo en una sola noche romper dos reglas? Y terminar en una extraña relación con...