No todo es tan complicado (parte 1)

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Holliwis(?)

Ah, que puedo decir. Les traigo la conti :DD

Espero que les guste, lo hice con amor ;-;

Advertencias: Ligero Lime (O como se llame xD)

Shingeki no kyojin claramente no me pertenece, si así fuera: Eren y Levi ya tuvieran una camada de niños que mantener Bl

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—No todo es tan complicado

Eren estaba aquí.

¿Cómo mierda pasó esto?

Sopesé la idea de voltearme y largarme por la puerta trasera. Pero si me veían salir de esa forma, seguramente me metería en muchos problemas, no solo con el maldito de mi jefe, también con los asquerosos de mis clientes. Cuando volví a clavar mi mirada en él, di un respingo sorprendido al toparme con sus ojos detrás de la máscara. Mierda. Mierda. Mierda Ahora si estaba viéndome, no podía reconocerme, las cosas empeorarían más y el solo hecho de pensar que Eren sacara más de un millón de ideas equivocadas, me revolvía el estómago.

Aparté la mirada rápidamente con la esperanza de que si no ve mis ojos tal vez no me reconozca, pero la sensación hormigueante seguía ahí, avisándome que ese mocoso no despegaba la mirada de mí.

Lo más probable es que ya me haya reconocido.

La música estaba llegando a su fin, lo que significaba que teníamos ir hacia cada una de nuestras mesas asignadas. Di mil gracias al notar que mi mesa estaba lo suficientemente alejada de su mesa. Caminamos justo con el ritmo de la música con cuidado de pisar mal y hacer el ridículo frente a todos los clientes, me permití observar una última vez hacia su mesa y al instante me arrepentí.

Una de las maid estaba caminando hacia esa mesa. Justamente a esa mesa, justamente hacia Eren. Me detuve a causa de la sorpresa ¿Pagó por esto? ¿O esa mujer solo le hecho el ojo como siempre hace? Preferí que sea la segunda, no me agradaba la idea de pensar en Eren dando su dinero a un local tan bajo como este para tener a una de las favoritas del lugar.

Me mordí el labio con incomodidad al percibir las intenciones de esa perra ¿Es que acaso no puede quedarse quieta una sola noche? Siempre era así, se conseguía al que más le gustaba y con un simple gesto los tenía rendidos a sus pies, claro, como ella es una de las más conocidas del establecimiento le dejan hacer lo que se le venga en gana.

Aprovecha de esa manera. Nadie puede tocarla.

Bueno es así con todas las maid de aquí, los clientes en su mayoría hombres tenían que pagar una gran suma de dinero para poder llegar a solo rozarlas con la yema de sus dedos, de alguna forma extraña parecía encenderlos más saber que tienen limitaciones y hasta prohibiciones para tocar.  

Volví la mirada al frente solo para toparme con la mirada del hombre que más consume en el lugar: Dalliz Zacklay. Escondí rápidamente una mueca de desagrado y me encaminé hacia él, no podría ser peor, odio a ese tipo y a todo su asqueroso dinero. Tiene demasiado poder y riqueza, difícilmente se puede renegar de alguien como él, debes hacer todo lo que el pida sin objeciones, pero lo que si podía hacer era empujarlo si intentaba más de lo que era permitido. Aun así me invadió la molestia de tener que ir hacia él, podía haber pagado y yo ni siquiera estar enterado hasta que se sobrepase como el viejo depravado que es.

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