Capítulo 25: ¿Esto Está Pasando?

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- ¿Q-qué es lo que quieres?

- Sólo necesito saber una cosa...- Sacó una pequeña navaja de su pantalón. ¡Necesito salir de aquí!

- Qué cosa...- Dije temeroso. Se acercó un poco más, haciéndome retroceder.

- Acaso tú...

- Yo qué...- ¿Será que he de morir?

- ¿Tú crees que lo hice bien?.- Dijo con una voz bastante amigable y feliz. Dejó de lado su cara perdida para tener una con algo más de sentimiento.

- ¿Qué?.- No entiendo.

- Que si lo hice bien ¿Qué te he parecido?

- N-no te comprendo...- Guardó la navaja.

- Vaya que sí eres tonto; estudio para ser actor ¿Me vi convincente?.- ¡Pero qué demonios!

- Qué diablos dices.- Dije bastante irritado.

- Ey, no tienes que enojarte.

- ¡Estás demente! Creí que me ibas a matar.

- Oh vamos, no sería capaz... Al menos no a un amigo de Josué.- Se puso pensativo.

- ¿Entonces era mentira lo de que no te cae bien y ese rollo?

- Eso es verdad, todo lo que te dije es verdad.

- O sea que aún así no hablas con él.

- Exacto, además me prohibieron molestarlo... Pero no a sus amigos.

- Qué grata mi suerte.

- Vamos, acércate, no te haré nada.

- Espero que comprendas que no he de confiar en ti.- Dije irónico.

- Por dios, toma.- Sacó su navaja del bolsillo y me la extendió.- Anda, tómala.- La agarré con bastante cuidado.- ¿Entonces?.- Caminé rodeando el sofá, para estar un poco más cerca de él.- Aún pienso que eres un pequeño tonto.- Se dejó caer en el sofá.

- Justo ahora me siento de esa manera.

- Deberías; tan sólo imagínate qué es lo que hubiese pasado si en realidad yo fuera un loco y te hubiese tratado de navajear.

- ...

- Exacto, no creo que tuvieras oportunidad contra mí.- Dijo extendiendo sus brazos a los lados del sofá.

- Pudo ser que me hubiese salvado.

- ¿Y de qué forma crees que eso hubiese pasado?

- Pues...- No tengo ni idea, pensaba que ya estaba perdido.- Pude haberte hecho daño.- Ni modo, sólo me queda hacerle al cuento.

- ¿Eso crees?

- Sí, efectivamente eso pienso.

- Pues no creo que pudieras despeinarme ni un sólo pelo.- Este tiene el ego muy alto.

- ¿Ni siquiera uno?

- Así es, pequeñín.- Puse mis manos en su cabello, despeinándolo por completo.- ¡Qué haces!

- Creo que no acertaste, estoy seguro que despeiné más de un pelo.

- Pero sí serás... No sabes con quién te metes.

- Ya no resultará tu juego.- Me dejé caer al sofá.

- Entonces probaré otra cosa.

- ¿Qué cos...?- Se levantó y rápidamente se subió sobre mí, apretando mis brazos por encima de mi cabeza, mientras que con sus piernas mantenía sujetas las mías.

Un Chico Tímido (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora