Un Chico Tímido (Gay)

Capítulo 4: ¿Qué Pasó En La Fiesta?

Eran las 10:20 de la mañana, desperté con un dolor de cabeza enorme, llevo rato acostado, pensando en qué fue lo que pasó en el baño, no logro recordar qué pasó ni con quien fui... Y todo por beber un poco de cerveza... Vaya porquería.

De pronto recordé que Luis se había quedado a dormir en mi casa... En mi cama, volteé y no lo pude ver en ninguna parte de mi habitación, pero aquí está su camisa...

- Oh, al fin despiertas, Pablo.- Dijo saliendo de la ducha.

- Mierda, Luis ¡Casi me matas de un susto!.- Venía con mi toalla atada a su cintura, dejando ver su hermoso cuerpo... Ese torso trabajado...

- Lo siento, espero y no te moleste que haya tomado una ducha... - Dijo señalando el baño.

- No, no... ¿Y mi madre? Ya es tarde como para que no me haya despertado antes.- Me alteré un poco al pensar en que no había llegado a casa anoche.

- Me la encontré cuando iba despertando, se veía sorprendida, dijo que no esperaba que trajeras amigos a dormir y cosas como esas.- Al momento en que dijo eso me despreocupé totalmente, pero ahora mi preocupación es ¿Qué ha pensado mi madre?

- Oh... Está bien, vaya sorpresa se ha de haber metido.- Qué pensaría mi madre de que vio a un chico casi completamente desnudo durmiendo conmigo en mi cama.
Dios... La que me espera.

- Ya me imagino, no es muy común que entre a tu cuarto y vea a dos personas.- Rió un poco por su propio comentario.- O bueno, al menos eso espero... Oye ¿No tienes algunos boxers? Es que los míos los moje sin querer en la ducha.

- Sí, claro, por aquí.- Saqué unos de un cajón que tenía por aquí cerca.- Toma, puedes cambiarte.- Y le dediqué una leve sonrisa.

- Gracias.

En ese momento se los entregué y se quitó la toalla, muy como si nada, dejando su miembro al aire libre, se puso el bóxer y se vistió, yo sólo pude optar por sonrojarme y darme la vuelta.

- Venga Pablo... ¿Qué más da que me veas? Somos hombres, nada que no hayamos visto antes.- Fingí reír un poco y opté por cambiarme rápidamente en el baño, al salir ya vestido le dije:

- Entonces... ¿Desayunamos?- Dije bastante nervioso.

- ¡Claro, muero de hambre!.- Dijo con una sonrisa en la cara. Nunca lo había visto tan feliz.

Optamos por bajar la escalera hasta la cocina.

- Mira, hay una nota que dice "Para Pablo".- Dijo Luis despegando una hoja del refrigerador.

- Es de mi madre, dice que tuvo que salir temprano...

- Tal vez por eso entró tan apurada.

- Mmm... Sí, tienes razón.- Espero que sea por eso y no por que me quiera dejar un momento a solas... ¿Será que ya lo sabe?

Comencé a preparar unos deliciosos hot cackes para Luis y para mí. Cuando ya estaban listos les puse jarabe de maple y nos sentamos a comer.

- Y bien ¿Qué te parecen?.- Más te vale que me digas que están buenos.

- Ya te puedes casar.- Me sonrojé un poco. ¿Pues quién dice cosas como esas?

- Algo bueno tendría que poder hacer.- Comenzamos a reír los dos, enérgicamente.
Acabamos de comer y Luis lavó los platos... Que lindo detalle.
Caminamos hacia la puerta, ya que él se tenía que ir.

- Nos vemos luego, pequeñín.

- Hasta pronto.- Dijimos dando el típico movimiento de manos.