Inframundo

Capítulo uno

Capitulo 1

-Cualquier día rompes el piano.

-Me da igual- apreté mis dientes y con enfado toqué las teclas lo más fuerte que pude.

-No cometas ninguna locura.

-¡Quiero salir de aqui! ¡Necesito salir de aqui! ¡No lo aguanto más!- grite al fin con todas mis fuerzas.

-Axelia Hades- oí como mi padre venía diciendo mi nombre, ya había discutido muchas veces sobre ello con mi padre y sabía que no había manera de salir ahí.

Yo desearía salir del inframundo e ir al mundo de los vivos y vivir como vivió mi madre en su día. No soportaba a mi padre, era irritable, el tenía que decicir quien moría y quien no y siempre morían. Tampoco podía soportar la idea de que mi padre haya "secuestrado" a mi madre y la haya obligado a casarse con él. Más tarde nací yo, Axelia Hades, hija de Persephone y Hades, rey del inframundo.

-Nunca vas a salir de aquí, salvé a tú madre de ese mundo, es horrible- esas palabras me dolieron, pero yo defendería hasta la muerte el mundo de los vivos.

-Adiós- salí de allí y me metí en mi habitación.

Hablaba conmigo misma, cuando estaba enfadada, y cuando estaba feliz hablaba con Caronte, el barquero Caronte, mi mejor amigo. Muchas veces había pensado en pedirle su ayuda pero si mi padre me descubría, estaría encerrada de por vida y nunca más nadie volvería a ver a Caronte. Era horripilante vivir en un enorme castillo en medio de la nada, rodeado por personas que gritaban su dolor y pedían ayuda. Era doloroso vivir allí, lo único bueno que tenía mi vida era mi madre, Caronte y mis poderes. Podía volar, podía hacer fuego y muchas más cosas que no había descubierto aún pero que si fuese a el mundo de los vivos me servirían de mucho. Había oído hablar de muchas cosas especialmente de algo llamado "Internet" mi madre me lo había nombrado varias veces pero no tenía ni idea de que era.

-Caronte, ¿qué es internet?- tras un pequeño silencio obtuve mi respuesta.

-Es donde buscan información, noticias y otras cosas en la Tierra.

-¿La Tierra? ¿Así se llama?

-Sí, es un mundo bonito pero no creo que nunca consigas verlo, sabes como es tu padre.

-Traeme un "internet" de esos- Caronte rió, y no entendia por qué, ¿tan difícil era entenderme?

-Es una locura pero lo intentaré, pero no puedo salir así, necesito una nueva forma humana.

-No se si puedo pero... Lo intentaré- puse mi mano sobre su cabeza y todo cambió, ya no era Caronte, ahora era un apuesto y atractivo chico

-Dentro de un rato lo tienes, y se llama ordenador- y volvió a reir, está vez yo me uní a su risa, dios era tan... ¡Pero que digo! Es Caronte, no es un chico joven y apuesto ¡es Caronte!

-Adiós y... ¿Hay de colores?

-Sí

-Traeme uno de un color bonito y que no conosca

-Tranquila, ya tendrás tiempo de ver la Tierra, sus colores y su forma de vivir por el ordenador

-¿¡Encerio!?

-Sí, bueno adiós

-Adiós- era tan perfecto, esa sonrisa y esos ojos, me encantaría ir a la Tierra y conocer a un chico así y que se fijase en este saco de pulgas, de cabellos negros y sedosos y ojos oscuros. Una chica simple y sencilla, o eso creía, no sabía como eran las chicas en la Tierra, en mi vida solo había visto a mis padres y a Caronte, a parte de las sombras terroríficas que recorrían el cielo negro, todo era negro, no había nada, solo sombras que gritaban su necesidad. Yo quería salvar a los hombres y mujeres de la Tierra, tal y como dice mi nombre, salvadora de los hombres.